| ||||||||||||||||||||||
La Operación Chamartín, esa gran empresa de transformación urbana en Madrid, ha sido objeto de innumerables polémicas y controversias desde su origen. La expropiación de terrenos fue el primer episodio en una historia que ha generado la indignación de muchos afectados y la preocupación de otros tantos. Pero si algo destaca en esta trama es el enigma de los Jesuitas.
Aunque entre noticias y cifras no aparezca, lo que aflora ahora en la Operación Chamartín es un fluido sutil e inteligente que se mueve por los medios de comunicación, mentideros políticos y económicos, y en los lugares donde se toman decisiones. Sutileza pura. Finura, agudeza, perspicacia, argucia e ingenio. Exquisita y opuesta a la estupidez bobalicona o a la simpleza tontaina que puede haber en otros ámbitos, pero no aquí.
No asustarse. Es pronto para hablar del ‘Caso Chamartín’, pero puede llegar. Al tiempo. De momento se salva por la convocatoria de elecciones generales anticipadas. Porque sino ya deberían haber explicado en sede parlamentaria lo que se ve como un nuevo pelotazo urbanístico de Madrid con la Operación Chamartín.
El primer párrafo es el texto de un WhatsApp a alguien que nos ayuda a conocer qué pasa en la Operación Chamartín. El segundo, el que cita a la pardilla, apareció en una conversación que destila magisterio.
|