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La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) ha encendido las luces de alarma por las perturbaciones en las rutas comerciales del mar Rojo, el mar Negro y el canal de Panamá, con impacto sobre los costes en el transporte de energía, alimentos y otros bienes.
Los ataques a los portacontenedores por parte de militantes Houthi en el Mar Rojo han elevado los costes de transporte marítimo un 300%, avivado el temor a los cuellos de botella en la cadena de suministro y agravado los riesgos de inflación. El incremento se debe a que los buques comerciales han de adoptar rutas más largas y costosas para evitar la zona de conflicto y soportar un aumento de los costes de los seguros.
La actual coyuntura está teniendo un impacto significativo para las principales empresas dedicadas a la fabricación y distribución de sectores de consumo claves para la economía nacional como los de alimentación, textil y moda, ferretería y bricolaje, bienes tecnológicos de consumo, entre otros. Estos sectores, integrados en AECOC, están empezando a sentir preocupación por el aumento de costes que están sufriendo.
Naciones Unidas advierte de un inminente desastre ambiental en el Mar Rojo, donde un petrolero averiado ha sido abandonado frente a las costas de Yemen desde el comienzo de la guerra civil, hace cinco años. El buque está cargado con más de un millón de barriles de crudo, cuatro veces más petróleo que el derramado por el buque Exxon Valdez en 1989.
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