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Según un estudio publicado por el portal Statista, el 36% de las mujeres españolas dice que ha probado alguna vez los juguetes eróticos. En el caso de los hombres, un 31% afirma haberles dado uso alguna vez, mientras que a otro 31% le gustaría experimentar con ellos. No cabe duda de que esta es una industria en auge.
La industria de los juguetes sexuales está viviendo un auge muy relevante en los últimos años. La aparición de muchos establecimientos dedicados a este sector, al igual que la naturalización de la sexualidad y hablar de estos temas sin cortapisas, de manera más relajada, está provocando cada vez un interés mayor entre la población.
Es natural el deseo de experimentar en la cama con la pareja, romper la monotonía sexual, incluir juguetes eróticos que se convertirán en la manera más divertida e innovadora de subir la libido, así como aprender nuevas técnicas que permitirán a ambos disfrutar al tope.
Hasta hace tan sólo unos años, los juguetes sexuales estaban cargados de tabúes negativos, haciendo su adquisición algo incómodo y generalmente con muchos nervios. Sobre todo, cuando había que desplazarse hasta un establecimiento físico. Sin embargo, esta situación ha cambiado definitivamente y sin posibilidades de vuelta atrás.
Vivimos en pleno siglo XXI y la vida sexual es algo que preocupa a mucha gente de esta sociedad. El erotismo ha dado un paso adelante en esta década y ha evolucionado según las preferencias de las personas. Las nuevas tecnologías, como en todo, han permitido que cada vez más gente sea habitual en tiendas sexuales.
Las nuevas tecnologías están permitiendo que el número de negocios que optan por crear tiendas online no haga más que aumentar en los últimos años. De hecho, todos aquellos emprendedores que decidan crear un nuevo e innovador proyecto tienen cada vez más herramientas para que el sueño se convierta en una posibilidad.
Saber disfrutar de los placeres que la sexualidad proporciona es todo un arte, requiere de técnicas, mucha práctica y sobre todo del ferviente deseo de experimentar sensaciones corporales nuevas y distintas, capaces de hacer sentir que se vive la vida al máximo.
En los últimos años están empezando a verse más "sexshops" por las calles de las principales ciudades y pueblos de nuestro país, lo que ha llevado a que este sector se asiente y, en cierto modo, se vea de una forma diferente a la que se veía en otros tiempos. Cada vez son más los curiosos que se acercan a estos establecimientos para ver todos los productos que están disponibles para dar placer a su pareja o a uno/a mismo.
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