La Navidad es una época especial para todos, pero aún más para aquellos que tienen niños pequeños en el hogar. Ir a ver las luces y adornos navideños o poner el árbol de Navidad en casa son momentos de alegría y felicidad para cualquier niño, e inigualables e insustituibles en la vida de los padres. Si para un niño no hay mayor emoción que abrir un regalo, para sus padres es ayudarles a construir su resiliencia cada día. Otras de las opciones más deseadas por los encuestados es pasar más tiempo con sus hijos. “Nuestro ritmo de vida actual nos dificulta, en muchas ocasiones, estar todo el tiempo que desearíamos con nuestros hijos”. “Compartir momentos juntos es vital para un correcto desarrollo cognitivo y para ayudarles a descubrir el mundo de una forma más temprana, fomentando su resiliencia”,expone Raquel Sánchez psicóloga y orientadora educativa en Madrid.
La resiliencia permite que los niños afronten de manera independiente y flexible las experiencias futuras. “Hoy en día, esta habilidad es más importante que nunca porque el mundo está en constante cambio y no conocen los retos a los que se tendrán que enfrentar en el futuro” comenta la psicóloga.
En este sentido, esta capacidad de descubrimiento y de adaptación ante cualquier situación, incluso a las más adversas, fomenta que los bebés desarrollen un carácter sereno, estable y tranquilo. Éste es el tercer regalo que los padres y madres españoles incluyen en su lista de regalos navideños.
Así lo revela una encuesta realizada por Danone Nutricia Early Life Nutrition, que revela que más del 35% de los padres y madres españoles considera que despertarse cada día viendo una sonrisa de sus bebés es el mejor regalo que les pueden hacer por Navidad.
Como cuarto regalo en la lista, los padres desean disfrutar de más horas de sueño, lo que también está en relación con el carácter tranquilo de los niños. “Lograr que los niños desarrollen un carácter tranquilo, tiene un efecto muy positivo en los trastornos del sueño porque les permite dormir más horas durante la noche, y junto a ellos también descansarán sus padres”, declara Sánchez.
El último regalo navideño que piden los padres es que sus pequeños no crezcan nunca. “Es un sentimiento común entre los padres querer disfrutar de sus hijos mientras son pequeños lo máximo posible y por eso desean que no crezcan nunca”, señala Raquel Sánchez. “No obstante, todos deseamos que crezcan de una manera sana y dejándoles que experimenten el mundo que les rodea para ayudarles a desarrollar su capacidad de adaptación”.
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