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El boom turístico vivido en España en los últimos años y el renacer del mercado inmobiliario tras una década de crisis ha impulsado la compraventa de activos hoteleros y ha disparado los precios de las compraventa de hoteles a niveles inéditos. En 2018, el precio medio de las compras se situó en 152.000 euros por habitación de hotel, según el informe Marketbeat Hospitality de la consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield a partir de la encuesta a cien cadenas, tanto nacionales como internacionales, en España.
Es la primera vez que se extrae una media en este estudio, aunque los precios pagados en todas las operaciones analizadas apuntan a una tendencia al alza. “Las operaciones de compra de activos hoteleros comprendidas entre los 120.000 y los 150.000 euros han aumentado 16 puntos porcentuales respecto a 2017 mientras que las adquisiciones entre 60.000 y 120.000 euros han descendido 10 puntos porcentuales, según publica Cinco Días.
Esta cifra demuestra que los activos siguen en ciclo alcista, subiendo precios sobre todo en zonas prime y ciudades como Madrid y Barcelona”, recalca el estudio. Entre esas operaciones, protagonizadas masivamente por fondos de inversión y socimis, destacaron la compra de la cartera de Hispania por parte de Blackstone o la adquisición del hotel Villamagna en Madrid, por el que se pagaron 210 millones de euros, 1,4 millones por habitación) (Un mexicano compra el Villa Magna y dinamita el mercado hotelero de lujo de Madrid). Otra venta destacada fue la del Hotel Edition en Barcelona comprado al fondo KKH Property Investors por 80 millones de euros. (Blackstone se hará con Hispania para ser el líder hotelero en España).
La subida de precios en el mercado hotelero ha afectado de lleno también a los alquileres. El informe destaca que que el 54% de los contratos de alquiler fijo tenía, en 2017, una renta de entre 3.001 y 9.000 por habitación y año, pero destaca el notable incremento experimentado en las rentas que pagan entre 9.000 y 12.000 euros por habitación al año, que ya suponen el 35% de los contratos firmados, cuando en 2017 no llegaban al 25% y en 2016 al 18%. Por ubicaciones, un porcentaje elevado de los inmuebles en alquiler están en Madrid y Barcelona, con rentas más altas, seguidas por ciudades intermedias como Valencia, Sevilla, Málaga o Bilbao.
También ha habido incremento de precios en el caso de los contratos de alquiler variable, donde las operaciones en las que se fijan precios por encima de los 9.000 euros por habitación y año han representado el 56% del total, con un incremento de 18 puntos porcentuales respecto al ejercicio anterior. El informe de Cushman & Wakefield destaca que en ninguno de los contratos firmados en esta modalidad se produjo una renegociación a la baja de la renta pactada, según Cinco Días.
La consultora inmobiliaria prevé que los fondos de inversión y las socimis seguirán siendo los protagonistas del mercado en 2019, “a pesar de que el precio de los activos ya no es tan atractivo” y augura que las transacciones se producirán en mercados secundarios, tanto en el ámbito urbano (Zaragoza, Alicante, Córdoba, Granada…), como vacacional (Costa Blanca, Costa de Almería, Costa de la Luz…). “En estos destinos se premiarán los activos con una buena ubicación y con precios que aún permitan un recorrido de revalorización, aprovechando el empuje de la demanda nacional y el corporativo, en el caso de los urbanos” (Canarias y Baleares concentraron el 55% de la inversión hotelera en 2018).
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