Buenos días, espero que estés de cine. Ya se acercan las vacaciones, y yo por aquí voy hablando de algunos temas que veo muy a menudo en nuestros entornos de trabajo. Mi post de hoy tiene que ver con una habilidad determinante, con nuestra capacidad de tomar la iniciativa, la proactividad profesional…
Podríamos decir que la proactividad tiene que ver con nuestra capacidad de hacer algo, de no quedarnos de brazos cruzados. Las personas proactivas en el entorno de trabajo, toman la iniciativa para hacer realidad lo que se proponen, y, por lo tanto tener éxito. Mas información en De Significados.
Las personas proactivas cuentan con muchas ventajas, entre ellas:
Se sienten más autorrealizadas porque consiguen logros gracias a sus esfuerzos personales.
Creen más en ellos mismos porque se demuestran cada día que las soluciones están en su mano.
Son más valoradas y reconocidas por los demás porque suelen prestar más ayuda y ser más positivas.
Suelen tener mayores ingresos económicos si su salario depende de su esfuerzo (es una de las razones por las que sugiero cambios profundos en el sistema de empleo público actual).
…
La cuestión es que la proactividad nos habla de movernos, de no tirar balones fuera, de no poner excusas.
A los pocos minutos de hablar con una persona te das cuenta de si es proactiva o si por el contrario actua de forma reactiva.
Las personas reactivas siempre encuentran una excusa magnífica para no hacer lo que tendrían que hacer.
Si no han aprobado el examen dicen “me han suspendido”. Como si lo hubieran hecho deliberadamente.
Si no tienen empleo dicen “no me dan trabajo”. Como si fuera algo que te dan así sin más.
Si no venden dicen “los clientes no quieren comprar”. Como si estos tuvieran que estar deseando llamarte.
Si no le suben el sueldo dicen “llevo diez años cobrando lo mismo”. Como si no dependiera de ellos poder cobrar más, cambiarse de empleo o emprender.
Para la persona reactiva todas las razones de su hipotético fracaso están en el exterior, las tienen los demás.
La culpa es del mundo, que no te quiere hacer feliz.
Seguro que en este momento estás pensando en una o dos personas de tu entorno con este comportamiento…
Pero en cuanto a resultados se refiere, la diferencia entre las personas reactivas y proactivas en el trabajo es abismal.
Mientras que a los reactivos las cosas les suelen ir francamente mal, a los proactivos les ocurre todo lo contrario.
La persona reactiva acaba viendo problemas por todos los sitios, la persona proactiva trata de encontrar solución a esos problemas.
Mientras que las personas reactivas acaban ahogándose en sus propias lágrimas, las proactivas hacen algo desde el minuto cero por salir de la situación en la que se encuentran.
Hoy en día nuestras empresas nos piden proactividad.
Tienes que empezar el día sabiendo que nada ni nadie va a llamar a tu puerta para darte una buena noticia. Lo que venga será bienvenido, pero no cuentes con ello.
Uno no nace con ningún derecho a que las cosas le vayan bien, con el derecho a vender mucho, a tener el mejor trabajo, a ser el mejor pagado…
Hay que buscarse la vida para que las cosas le vayan mejor a uno. Uno no sonrie porque las cosas le van bien. Uno sonríe para que las cosas le vayan bien.
Si todavía no has conseguido aquello que deseas, es momento de plantearte ¿Qué tipo de persona estoy siendo? Es posible que estés poniendo la responsabilidad en los demás, en tu entorno, sin asumir tu propia responsabilidad en el proceso de lograr aquello que quieres.
Culturalmente en cada zona del mundo hay una forma de entender la proactividad y de tomar la iniciativa. Es posible que en tu cultura, no sea lo normal tomar la iniciativa, y sea mejor quedarse en plan mártir, con la cabeza agachada, recordando lo bonito que podía haber sido… La verdad es que muchas tradiciones, religiones y culturas no han favorecido que seamos especialmente proactivos. Pero no voy a tirar balones fuera, ¿Qué estás haciendo por cambiar tu realidad?
¿Qué planes estás haciendo?
¿Qué acciones estás llevando a cabo?
¿Con quien estás hablando?
Tirar balones fuera es lo cómodo, porque te hace seguir estando en tu zona de confort. Por este motivo hay tantas personas tirando balones fuera, porque cuesta menos esfuerzo.
Las personas proactivas suelen estar desbordadas de trabajo, por el simple hecho de que creen que todo o casi todo depende de ellos. No dejan nada al azar. Piensan “si no lo he conseguido es porque no he movido el culo lo suficiente”… y eso marca la diferencia
Que tengas un gran día.
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