El Real Madrid ha perdido este viernes por un apretado 95-90 ante el CSKA de Moscú, merced a un desenlace de infarto, y se ha despedido así de jugar la finalísima de la Euroliga, en el segundo turno de una 'Final Four' que se está celebrando en el Fernando Buesa Arena de Vitoria.
Así, los pupilos de Pablo Laso tropezaron en el penúltimo paso hacia lo que era la Undécima para sus vitrinas y que ahora deberá esperar. Debido a esta derrota, los merengues disputarán contra el Fenerbahçe BEKO el próximo domingo (17.30 horas) el partido por acabar terceros, mientras que el cuadro de Moscú irá a por el título contra el Anadolu Efes.
Con ánimo de revancha debido a su derrota ante los madridistas en las 'semis' del año pasado, esta vez el CSKA salió muy entonado en el cuarto inaugural. Con Will Clyburn y Sergio Rodríguez bastante acertados desde la distancia, el conjunto moscovita le cogió el pulso al encuentro y replicaba a cada estirón de su rival (7-13, 11-15).
De hecho, el base francés Nando De Colo se sumó a la fiesta anotadora y lideró al CSKA hacia su remontada (del 20-26 al 34-33) justo antes de alcanzar el descanso (43-45). A ese intermedio se llegó con un triple del propio Clyburn sobre la bocina, que cortó otro arreón madridista que había encauzado Trey Thompkins.
El ala-pívot estadounidense enjuagaba las canastas que especialmente llevaban la rúbrica del argentino Facundo Campazzo, desde fuera, y de Anthony Randolph, por dentro de la 'pintura'. Carburaba la amplia plantilla a disposición de Laso, como se demostró con un muy buen arranque de tercer periodo.
Ahí, por si fuera poco, llegó el despertar anotador del escolta galo Fabien Causeur mientras varios de sus compañeros se cargaban de faltas personales. Era la única nota negativa en el bando madrileño, pues Rudy Fernández y Walter Tavares tuvieron que sentarse demasiado en el banquillo para bajar revoluciones.
No obstante, la estrategia de Laso funcionó con otra galopada en el marcador, hasta situarse 50-63 y haciendo que saltaran las alarmas, a 04:15 de acabar el tercer parcial, en el equipo que entrena Dimitrios Itoudis. Y a su rescate apreció Othello Hunter entre sus hombres 'altos' y de nuevo el 'Chacho' Rodríguez, junto a De Colo, por fuera.
PACIENCIA DEL CSKA
El 65-73 que reflejaba el electrónico del Buesa Arena no hizo que el CSKA se desanimara, pues Hunter había tomado las riendas al mismo tiempo que De Colo exhibía su habitual estatus de chico para todo. Con una dinámica lenta pero segura, el CSKA se echó encima de su rival de cara a un tramo final que ya se auguraba taquicárdico.
Fue entonces el momento de la polémica, pues los árbitros señalaron a Laso una falta técnica con 76-78 en el marcador y a 06:13 del bocinazo definitivo. Paradójicamente, ese lance truncó la cadencia de los rusos y dio un respiro a un Real Madrid que, pese a todo, se quedó sin fuelle.
El parcial acumulado de 30-17 fue el reflejo de que el cansancio y la escasez de ideas innovadoras en ataque habían hecho mella. Con un carrusel de tiros libres, a raíz del cual se convertía en verdugo de los blancos el 'Chacho' Rodríguez, los últimos instantes se tornaron eternos y además una 'mandarina' de Sergio Llull generó más emoción (de 91-87 a 91-90).
El jugador de Mahón, con 0 de 7 en triples, había emergido a tiempo para otro milagro. Sin embargo, falló otro intento de tres puntos a escasos segundos para la conclusión y su hipotética gesta terminó siendo una mera anécdota para los intereses del CSKA, finalista tras amarrar la victoria con esa renta de +5.
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