La selección de EEUU ganó el mundial de fútbol femenino el domingo pasado. En el partido final la hinchada gritaba “pago igual, pago igual” apoyando la demanda judicial que las estadounidenses habían hecho contra sus autoridades porque sus remuneraciones son al menos 6 veces menores que la de los futbolistas varones. Esto, pese a que ellos no han ganado nunca ninguna competencia internacional, en cambio, ellas siempre han quedado entre los 3 primeros puestos. Ellas han ganado 4 de los 8 mundiales así como también 4 de las 6 medallas olímpicas en el balompié de mujeres.
En Francia 2019 jugaron 24 países y en el siguiente mundial competirán 32, tal como pasa con el balompié de hombres. Mientras en Qatar 2020 se jugará el primer mundial de fútbol masculino en una monarquía autocrática que fomenta la poligamia, la discriminación por sexos y que ha construido sus estadios con una mal muy pobre mano de obra inmigrante casi esclava que vive en galpones, sin residencia permanente y sin derechos sindicales, debemos apoyar al avance de las mujeres y de la igualdad de pago en todos los terrenos.
Varios impulsores del Mes Amigo tuvimos la oportunidad de estar en un pub junto con 10 de los vice-alcaldes de Londres contemplando uno de los partidos de dicho mundial femenino. Allí se notaba particular entusiasmo entre las 7 mujeres que han llegado a ser vice-alcaldesas haciendo que en nuestra metrópolis haya una equidad de género en el poder público.
Esto último es algo que no se da en el balompié, donde las mujeres sufren de remuneraciones y condiciones laborales inferiores.
El balón de oro que se otorga al mejor jugador y el botín de oro que se entrega al mayor goleador han ido a parar en este mundial a una sola persona, algo inusual. Ella es Megan Rapinoe, la co-capitana estadounidense, la cual activamente impulsa campañas contra la discriminación sexual y por igual trato a todos independientemente de su género, raza o condición sexual.
Trump debería recibir a las futbolistas vencedoras, pero lo hará con sentimientos encontrados. Hay quienes quisieran que la Rapinoe se lance como candidata a la presidencia pues ella encarna valores opuestos al actual mandatario quien persigue a millones de inmigrantes latinos, mantiene la gran diferencia de salarios y trato entre sexos y cuya misoginia le ha llevado a considerar a sus esposas y mujeres como inferiores.
La participación de las mujeres en todos los deportes así como en el resto de las actividades de la sociedad es algo que debe ser alentado. Hoy, desafortunadamente el sexo mayoritario no ocupa ni el 10% de las posiciones de poder político o económico en el mundo y ninguna dama ha liderado a Naciones Unidas, a cualquiera de las 4 mayores repúblicas nucleares (EEUU, Rusia, China y Francia) o a alguna multitudinaria congregación religiosa.
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