Cada 16 de Agosto los dominicanos celebran su día de la restauración de la independencia. En esta fecha de 1863 dicha república, que 2 años antes había sido la única de Latinoamérica donde un gobierno suyo invitó a la corona española para que la vuelva a anexar, fue restablecida la independencia tras una cruenta guerra civil.
SANTO DOMINGO La República Dominicana tiene otras particularidades. Su isla, que ha sido llamada Haití, Santo Domingo o La Española, es la única de las Américas dividida entre dos Estados soberanos. Esta es tan fértil que allí resida la amplia mayoría de los habitantes de todas las decenas de islas que hay en las Américas. Si bien hay una pequeña isla, la de San Martín, escindida entre dos potencias de la Unión Europea (Holanda y Francia), Santo Domingo es la única isla del hemisferio dividida entre dos Estados independientes: el franco-parlante de Haití y el hispano-hablante de la República Dominicana.
Es en esta isla donde los españoles colocaron su primer asentamiento en el Nuevo Mundo tras el viaje de Colón en 1492. Esta misma fue el último territorio que se emancipó de Madrid por sus propios medios en 1863.
Cuba, Puerto Rico, Filipinas y otras islas siguieron bajo dominio español hasta 1898 pero la corona castellana solo perdió esos territorios tras la guerra que los EEUU le vencieron. Mientras Cuba y Filipinas llegaron a rebelarse exitosamente contra Washington, Puerto Rico y Guam siguen siendo administrados hasta hoy desde la Casa Blanca.
Antes que esta fuese la primera región del Caribe en ser colonizada por los europeos, la isla de Santo Domingo estaba poblada por millones de taínos que comerciaban extensamente entre ellos y con otros pueblos de dicho mar que es de similar área que el del Mediterráneo. Ellos se movían en grandes canoas y hacían intercambios con las culturas andinas y mesoamericanas, algo que se demuestra con la extensión del juego mesoamericano de pelota de goma hecho en caucho (un invento que precedió al del Viejo Mundo) y en diversos cultivos.
Las lenguas taínas son parte de la familia lingüística arahuaca, la misma que antes se extendía desde La Florida hasta la Argentina, y de la cual proviene posiblemente el puquina, el idioma original de las civilizaciones Tiahuanaco e Inca, y, definitivamente, el asháninka de la selva central peruana, cuyo pueblo fue el único que coronó a un inca (quien un siglo antes de la restauración de la independencia dominicana fue capaz de liberar a su región del control colonial).
Las lenguas taínas y caribes eran originarias de la Amazonía donde se ha evidenciado que existían grandes ciudades precolombinas que habían logrado producir artificialmente la “terra preta”, el suelo más fértil que hay, así como hacer que la selva amazónica sea el mayor jardín cultivado por la humanidad.
El arribo europeo al Caribe ocasionó un holocausto. Más del 95% de sus habitantes murieron rápidamente por las enfermedades y el maltrato de los conquistadores. Eso generó un despoblamiento de las Antillas, lo cual condujo a que se importaran masivamente millones de esclavos negros. Así la mayoría de estas islas tienen una población con ancestros africanos y en ellas se han creado una serie de idiomas criollos afro-europeos que son las lenguas nacionales de Haití, Jamaica y de otras islas menores.
La rica isla de Santo Domingo fue codiciada por las nuevas potencias europeas emergentes de Reino Unido, Francia y Holanda quienes lograron establecer colonias en el Caribe. París logró irse anexando la parte occidental de dicha isla y en el tratado de Aranjuez de 1777 Madrid reconoce dicho dominio galo.
Hoy solo queda una muy pequeña y poco poblada isla caribeña dividida entre dos potencias de la Unión Europea. Esta es San Martin, escindida entre Francia y Holanda. Mientras tanto, Santo Domingo es la única isla del mundo con más de 20 millones de ciudadanos que se haya partida entre dos repúblicas.
INDEPENDENCIAS
Si hubiera una categoría en el libro Guinness de los Récords acerca de cuál es el país americano con más fechas de independencia ese puesto lo ganarían los dominicanos. Esto no se debe a un hecho anecdótico o cómico sino a uno lleno de violencias y tragedias. La historia dominicana es mucho más movida que los ritmos tropicales que se suelen bailar en varios festivales domingueros.
Un 16 de agosto, pero de 1791, se extiende una rebelión de esclavos en el Santo Domingo francés. A pesar que las tropas galas lograron varias veces derrotar a los insurrectos, el primero de enero de 1804 los esclavos negros liberan el oeste de Santo Domingo donde proclamarán al nuevo Estado de Haití (el nombre original taíno de dicha isla), la misma que fue la primera república latinoamericana y también negra del mundo.
Haití jugaría un rol clave en fomentar la independencia del resto de la región y también sería el primer Estado independiente americano que fuese considerado como paria y ser destrozado económicamente por duras sanciones. Francia le obligó a pagar costosas reparaciones que terminaron haciendo que este país, otrora tan rico por su crucial papel en la producción del azúcar mundial, pasase a ser el más pobre de su hemisferio.
La rebelión de los esclavos del Santo Domingo francés, la primera que llegó a tomar el poder a escala nacional en la historia universal, llegó a extenderse a toda la isla, incluyendo el oriente hispano-hablante. Sin embargo, las tropas napoleónicas lograron derrotar a los independentistas y ocupar la actual República Dominicana hasta que en julio 1809 los galos capitularon y el Santo Domingo hispanohablante regresó al control de Madrid hasta 1821.
El primero de diciembre de 1821 se proclama el Estado Independiente del Haití Español con lo cual los dominicanos se sumaron a las declaraciones de soberanía del Perú y Centroamérica. Sin embargo, dicha independencia fue efímera pues dos meses después, el 9 de febrero de 1822, los haitianos franco-parlantes ocuparon toda la isla decretando su unificación bajo una república negra.
Mientras la “independencia efímera” fue liderada por terratenientes criollos que querían integrarse a la Colombia pan-americana de Simón Bolívar, los haitianos tenían un proyecto social anagógico. Jean Pierre Boyer (quien en 1818-43 fue el segundo presidente de la república de Haití) se lanzó radicalmente contra toda la herencia colonial y terrateniente española confiscando a los hacendados y al clero católico, liberando a todos los esclavos y recortando el uso de la lengua española.
En 1843 Boyer tuvo que dejar el poder y asilarse. La economía de la isla estaba en crisis debido a los altos costos de las reparaciones a Francia (la cual exigía ello como condición para reconocer su independencia y no invadir a esta) y un reciente devastador sismo, mientras que habían fuertes choques sociales entre los esclavos libertos descontentos con la reintroducción de las haciendas y de los hacendados que querían volver a tener las atribuciones que tenían durante la colonia. Esto generó la desintegración de la república unificada de Haití.
El 27 de febrero de 1844 el Santo Domingo hispanohablante proclama su independencia de Haití. Dicho movimiento se dio adelantándose a uno que buscaba pedir a Francia que ocupe dicha parte occidental de la isla y liderado por acaudalados criollos, algunos de los cuales les apuntalaban desde su exilio en otras partes del Caribe.
Los haitianos insistirán en nuevos intentos para invadir y reunificar la isla, pero el ejército dominicano rechazó todos estos en 1844, 1845-49, 1849-55, y 1855-56. Mientras tanto, los dos hombres fuertes de la nueva República Dominicana, Pedro Santana y Ramón Báez, estaban más predispuestos a que su país fuese anexado por otras potencias. Santana, a quien la corona española le otorgó el título de marqués, quería la reincorporación al imperio español y Báez ser parte de los EEUU.
El presidente dominicano Santana en 1861 logró que su país fuese el primero y único de las Américas en restablecer el dominio colonial de su anterior imperio monárquico. No obstante, esa decisión de reincorporarse a la corona española generó un fuerte descontento que el 16 de agosto de 1863, proclamó la restauración de la independencia.
La República Dominicana había sellado todos los previos intentos de anexa al mayor Estado hispanoamericano (la Gran Colombia), a su vecino haitiano y a sus ex dominadores españoles. Empero, en el nuevo periodo se darían una serie de conflictos internos violentos y nuevos intentos de hacer que este país fuese ocupado por la mayor potencia del continente: EEUU.
Báez, quien llegó a ser mandatario dominicano en 6 oportunidades, dio numerosos pasos buscando que su país fuese el primer país caribeño en entrar a EEUU (el sueño de Washington se plasmó en 1898 cuando los norteamericanos ocuparon Cuba y Puerto Rico, siendo esta última hasta hoy un Estado asociado a los EEUU).
A inicios del siglo XX los EEUU tuvieron una limitada intervención sobre los dominicanos para proteger su nueva obra construyendo el canal transoceánico de Panamá en tanto que proclamaron la doctrina Monroe que les daba potestad sobre todas las Américas.
Sin embargo, en 1916-24, los EEUU ocuparon a la República Dominicana. Nuevamente en 1965 los EEUU volvieron a ocupar durante más de un año a este país bajo el argumento de prevenir el triunfo de una rebelión armada que ellos acusaban de querer crear una segunda Cuba, pero cuyos promotores demandaban restablecer al gobierno del presidente constitucional y popularmente electo Juan Bosch, el cual apenas pudo 7 meses en el cargo en 1963 antes de ser derrocado por un golpe castrense pro-Washington.
Entre la primera y segunda ocupación estadounidense de la República Dominicana la mayor parte de dicho periodo se dio bajo la férrea dictadura de Rafael Trujillo, la cual duró 31 años (1930-1961).
DIFICULTADES
Los dominicanos son posiblemente el pueblo de las Américas que más ha querido ser anexado por otros países. Los intentos de sumarse a la Gran Colombia fracasaron y las ocupaciones de Francia, Haití, España y EEUU fueron repelidas o no prosperaron. Durante la época colonial tampoco tuvieron éxitos las ambiciones de las dos monarquías europeas que siguen regentando varias islas cercanas: Reino Unido y Holanda.
La última resistencia armada a una ocupación extranjera (la de EEUU) sobre la República Dominicana fue liderada por el coronel Francisco Caamaño en 1965, quien fue el último militar rebelde latinoamericano que vivió en la Londres que antes acogió a Simón Bolívar, José de San Martín y Bernardo O’Higgins. Él murió en 1973 ejecutado por el gobierno de Joaquín Balaguer quien, al igual como 5 años antes había pasado lo mismo con Ernesto Ché Guevara en Bolivia, fue acusado de querer dar paso a una revolución socialista.
Desde hace más de medio siglo los dominicanos no han vuelto a ser ocupados por otros ejércitos.
Hoy la República Dominicana, Haití y Cuba son las únicas naciones insulares americanas con más de 10 millones de habitantes, mientras que los dominicanos son después de Guatemala el segundo Estado más poblado de los 8 que conforman el Sistema de Integración Centro Americana (SICA).
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