| Ficha técnica | 0-Atlético de Madrid: Courtois (2); Juanfran (1), Miranda (1), Godín (2), Filipe Luis (2); Gabi (2), Koke (1); Cebolla Rodríguez (1), Turan (2), Diego Costa (2); Falcao (1).
1-Real Sociedad: Bravo (3); Mikel (3), Markel (2), Martinez (3), De la Bella (2); Illarramendi (3), Íñigo (2); Xabi Prieto (3), Zurutuza (2), Griezmann (3); Carlos Vela (3).
Cambios: En el Atlético de Madrid Raul García (0) por Cebolla (min.65), y Adrian (1) por Koke (min.70) y en la Real Sociedad Estrada (1) por Zurutuza (min.69) y Agirretxe (0) por Carlos Vela (min.81).
Goles: 1-0 Xabi Prieto (min.52).
Árbitro: Ayza Gámez (colegio valenciano) (0). En los locales amonestó con cartulina amarilla a Turan (37’), Juanfran (46’), Godín (60') y Diego Costa (86’) en los visitantes amonestó a Carlos Vela (10’), y Mikel (15’).
Incidencias: 40.000 espectadores en el estadio Vicente Calderón. Terreno de juego en buenas condiciones. Partido de Liga correspondiente a la vigésimo séptima jornada. |
Datos destacables | Lo mejor: Carlos Vela El futbolista de la Real sigue en un estado de forma increíble y guió a su equipo hasta la victoria.
Lo peor: Ayza Gámez El árbitro valenciano demostró no tener criterio para juzgar un partido de fútbol. Contradijo decisiones acertadas de sus auxiliares.
El dato: Histórico Courtois En el minuto 34 de partidos el portero rojiblanco superaba el histórico récord de imbatibilidad de Abel en el Calderón. |
| Daniel Sanabria / Enviado al Vicente Calderón
Catorce victorias después, el Atlético de Madrid sucumbió en el Calderón. Lo hizo ante el mejor visitante del año en el Manzanares, el que más obstáculos le puso, el que más inteligencia demostró para maniatarle. No es que el resultado final fuera justo tras lo visto sobre el campo, pero esta vez salió cruz igual que otras muchas noches había salido cara. Antes o después, tenía que llegar este día, y fue precisamente ante el último rival que, la campaña pasada, se llevó algo positivo del Calderón.
Le suele ocurrir al Atlético que cuando tiene algo que celebrar le estropean la fiesta. La grada gozaba con la renovación de Diego Simeone y esperaba que su equipo doblegara a un rival que, sobre el papel, era inferior. Pero es que estamos hablando del club con mayor progresión en lo que va de Liga, el que más posiciones ha escalado, el que suma diecisiete encuentros con una sola derrota, y el que remontó un 0-2 al Barcelona. Un equipo capaz de presentar estos números tiene margen de confianza para ganar en un estadio hasta ahora virgen para los clubes visitantes.
Salió el Atlético enchufado, como siempre, pero sin esa lucidez de primer tercio de temporada. La Real salió bien plantada, con el suficiente orden para no conceder ocasiones a su rival y buscarse las suyas al contragolpe. Y fue de esta manera como llegó el gol. Pasado el ecuador del partido, tras un saque de esquina rojiblanco, el joven Griezmann montaba la contra y ponía un balón profundo a Xabi Prieto, quien definió en el mano a mano ante Courtois rompiendo la imbatibilidad de una portería que llevaba sin profanarse desde el pasado mes de octubre.
El tanto donostiarra fue premonitorio. Los rojiblancos se veían por vez primera este curso por debajo en el marcador, ante su gente, y no supo controlar la situación. Liderado una vez más por Arda Turan, el Atlético se lanzó a la desesperada en busca del gol perdido. Un gol que debía ser obra de Falcao, quien atraviesa su peor momento como rojiblanco. Perdido, sin balones, al colombiano le cuesta sangre, sudor y lágrimas tener encontrar una oportunidad. Ante la Real tan solo pudo ensayar un disparo desde fuera del área.
Todo lo contrario le ocurre a Diego Costa, peleón, bravo, en su línea. Volvió a ser el mejor de un Atlético que se quedó sin pegada justo el día que más lo necesitaba, cuando su eterno rival le adelantaba en la clasificación después de muchos meses de gozo rojiblanco. Miranda la tuvo ante Bravo, igual que Turan con un disparo cruzado, pero no era el día.
Mientras, la Real hacía su fútbol y el planteamiento austero a la par que valiente le sirvió para llevarse el partido. Con un centro del campo formado por jovenzuelos que miman el balón como una viuda a su gatito, el club donostiarra puede soñar con todo. Su fútbol de toque, exquisito, emulando al Barcelona, le ha llevado hasta la cuarta posición. A diez jornadas para el final de temporada, la Champions no parece un sueño tan lejano.
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