Sin apenas tiempo para ser conscientes de ello, resulta que ya ha llegado septiembre, el mes de los regresos y el punto de partida de una nueva aventura para los más pequeños de la casa. Pero adultos y niños no afrontan de la misma manera los regresos, y mientras que a la gran mayoría de adultos se les hace cuesta arriba tener que volver a trabajar, los niños muestran una ilusión enorme por volver al colegio, reencontrarse con sus maestros y amigos y, en definitiva, disfrutar de un nuevo curso escolar. Pero superar este nuevo reto no siempre es sencillo, dependiendo de una enorme variedad de factores que van mucho más allá de las horas de estudio. “Un porcentaje importante de fracasos escolares son debidos a problemas en la visión. Problemas que por norma general los niños no son capaces de identificar como tales, jugando en este caso un papel relevante los educadores y progenitores” indican desde Óptica Galdakao.
Y es que, mientras que un adulto, por norma general, es plenamente consciente que su visión se ha deteriorado de un tiempo a esta parte. Los niños no son capaces de identificarlo como un problema, por lo que los exámenes visuales en ellos tienen una mayor relevancia.
No obstante, y a pesar de lo que muchos puedan creer, “la época estival no hace otra cosa que agravar el problema, pues son muchos los niños que durante esta época pasan muchas más horas que durante el curso expuestos a pantallas. Pero, además, son muchos los niños que no utilizan gafas de sol para proteger sus ojos, algo que no acabamos de comprender del todo, pues por norma general sus padres sí lo hacen” comentan desde Óptica Galdakao. Pero, ¿cuáles son las posibles deficiencias o problemas en la percepción visual de los más pequeños? ¿cómo se pueden identificar?
“La observación es el mejor método para la detección de cualquier tipo de problema visual en los más pequeños. Cosas como dificultad para encontrar palabras en un texto, ojos rojos o llorosos, dolores de cabeza, dificultad de orientación, tropiezos con objetos, copiar mal palabras de la pizarra o de cualquier otro lugar, dificultad para leer, acercarse a las pantallas demasiado o evitar deportes que tengan que ver con objetos deben encender todas las alarmas siendo preciso en estos casos acudir al especialista”.
Asimismo, y dado que en ocasiones resulta complicado la identificación de estos problemas, ante la duda, lo mejor es siempre acudir a especialistas, ya que la anticipación puede ser el método de prevención más eficaz para evitar problemas mayores en el futuro.
La vuelta al cole, además de libros de texto, libretas, uniformes y demás materiales varios debería llevar asociada una revisión visual.
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