El
Blancos de Rueda buscará mañana, a partir de las 19 horas, hacerse con el triunfo definitivo para
amarrar la permanencia con la visita del Cajasol, que llega a Pisuerga con la
misma pretensión.
Parece
claro que una victoria ya sería suficiente para ambos conjuntos que se
encuentran igualados en la tabla con 11 victorias, 3 sobre el descenso. Por
ello, tienen delante una buena oportunidad para certificar la presencia un año
más en la Liga Endesa e intentarán hacerse con el triunfo de la tranquilidad a
falta de cuatro jornadas para que concluya la fase regular.
Esta será,
por tanto, una motivación extra de vencer, aunque el técnico vallisoletano
Roberto González ha reconocido, en rueda de prensa, que va a ser un partido
“muy difícil” ya que el conjunto andaluz afronta el choque con idéntico
pretexto y usará para conseguirlo “el gran físico de su plantilla”.
Ante
esta situación, González, que podrá contar con todos los efectivos, espera tener centrada a toda su plantilla, “espero
tener al mejor Nacho, como espero tener al mejor Grimau y al resto de jugadores,
ya que necesitamos a todos y, de hecho, cuando les hemos tenido, es cuando
hemos conseguido victorias”.
Y es que en los
últimos partidos el equipo ha estado peor en defensa –perdió en la anterior
jornada ante el CAI Zaragoza 99-86- y se ha notado el bajón físico de Nacho
Martín, de quien reconoció, por otra parte, que este bajón es “totalmente
lógico” porque ha estado durante toda la temporada a “un gran a un gran nivel,
difícil de conseguir durante tanto tiempo”.
Del rival, el técnico vallisoletano comentó que es “un
equipo tan físico como cualquiera de Euroliga, porque prácticamente todos sus
jugadores pasan de los 2 metros de altura, tienen un gran poderío en el rebote
tanto defensivo como ofensivo”. Para anular su juego, tendrán que “reducir las
pérdidas de balón al máximo y tratar de frenar a jugadores como Satoransky, que
está a un nivel espectacular, o como Sastre u Holland, que puede meter canastas
con mucha facilidad”.
Por su parte, el Cajasol, que cuenta con las mismas
victorias que el Valladolid, llega a Pisuerga después de caer con claridad ante
el Unicaja (61-77). Para hacerse con el triunfo, el conjunto dirigido por Aíto
García Reneses tendrá que mostrar su mejor versión, empezando por la aportación
del base checo Satoransky y el ala-pívot estadounidense Latavious Williams,
quien volvió el pasado sábado a jugar después de superar su lesión en la
rodilla izquierda.
Ambos equipos se han enfrentado en 21 ocasiones, de las
cuales 12 vencieron los vallisoletanos por 9 de los andaluces. En el último
choque salió victorioso el Cajasol en Sevilla por un contundente 94-57.
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