| Ficha técnica | CA Osasuna: Andrés (2); Marc Bertrán (1), Rubén (1), Arribas (2), Damià (1); Puñal (2), Silva (1), Armenteros (2), De las Cuevas (3), Nino (2); Kike Sola (1)
Getafe: Moyá (2); Valera (1), Fede (1), Rafa (1), Mané (1); Borja (1), Lacén (1), Gavilán (1), Pedro León (1), Lafita (1): Barrada (1).
Goles: 1-0 Arribas (min. 75)
Cambios: Borja por Michel, Oier por Rubén, Colunga por Gavilán, Nino por Llorente y Álvaro por Lacén.
Árbitro: Álvarez Izquierdo (colegio catalán) (2/3). Rafa, Armenteros, Borja, Puñal, Michel, Pedro León y Llorente
Incidencias: Reyno de Navarra (Pamplona). 18.012 espectadores. |
Datos destacables | Lo mejor: De las Cuevas El jugador osasunista fue el más acertado y cuajó una buenísima actuación.
Lo peor: Getafe Paupérrima imagen la ofrecida esta tarde – noche en el Reyno de Navarra: ni ambición ni esfuerzo.
El dato: Cuatro son los puntos a los que se sitúa Osasuna del descenso |
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Osasuna puede dormir esta noche sin las pesadillas del descenso. Un solitario gol de Arribas en la salida de un córner fue suficiente para certificar la victoria ante un Getafe apático, desaparecido, que no quiso jugar el partido y que se va de la capital navarra sin poder sacar ninguna conclusión positiva.
Más ganas que fútbol
Los primeros compases del encuentro demostraron que la plantilla de Osasuna ha canalizado por buen camino la dramática situación que vive: ante el fantasma del descenso, ganas y coraje. Por esta misma razón los hombres de José Luís Mendilibar salieron muy concentrados desde que Álvarez Izquierdo marcase el inicio del partido. En frente, un rival que se dejaba hacer y que poco a poco iba a encontrar más dificultades para contener el escaso pero firme ataque rojillo: en la primera parte, Armenteros y De las Cuevas se distinguieron como los hombres con más mordiente, mientras que Nino, el capitán Patxi Puñal y Francisco Silva no dudaron en ponerse el mono de trabajo para disputar todos los balones: la ocasión no era para menos.
Sin embargo, no en pocas ocasiones las llegadas locales se vieron frustradas por el peor enemigo, y del que ya hemos hablado en otras ocasiones: él mismo. Osasuna pecó de precipitación y bien pudo pagar las ocasiones erradas, pues el Getafe, que no había tirado ni un solo disparo a puerta, demostró que le hace falta mucho menos que a Osasuna para aguarle la fiesta a uno.
Bajada de tensión
El descanso no sirvió, al parecer, para recargar fuerzas de cara a los siguientes 45 minutos: el nivel de intensidad y disputa bajo considerablemente, transformandose el partido por completo. Si bien el tempo del partido lo había llevado Osasuna hasta ese momento, con la reanudación el partido se interpuso entre ambas escuadras que tiraban con más o menos ganas de él. En una segunda parte sin ninguna historia y cuando menos se lo merecía el conjunto local, un magnífico córner botado por Armenteros dio con el hombro de Arribas, que consiguió focalizar el remate a portería, batiendo a Moya. A partir de ahí y rompiendo precedentes, los 20 minutos restantes no se antojaron tan difíciles para contener: como ya hemos dicho, el Getafe fue durante todo el partido un auténtico muerto que no movió ni un dedo por el partido. Pese a todo esto y para contentar a una afición que sin el sufrimiento no es lo mismo, la agonía se prolongó hasta el minuto 93.
En resumidas cuentas, un partido sin más historia en el que al final Osasuna, en un garrazo, consiguió echarle la red para dejarlo en casa. Los tres puntos, que por seguro saben a gloria, quedan ya sumados a un casillero famélico que precisará de más puntos si no quiere dar con el enfermo en la tumba del descenso. El Getafe, a pesar de vivir una realidad bien distinta, mucho tendrá que cambiar en cuanto a actitud si quiere disputar las fases previas de competiciones europeas.
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