La noticia corre como la pólvora por las redes sociales, ha muerto en Niza Georges Moustaki, hacía tiempo que la salud del artista no era para albergar esperanzas, ya en Octubre de hace dos años anunció su retirada del mundo de la canción debido a los problemas respiratorios que padecía, también le pudimos ver en un reportaje televisivo, creo que en TV3 junto con Marian Rossell, donde aparecía con una mascara de oxigeno que le ayudaba a mejorar su penosa respiración. Y pese a conocer el delicado estado de salud de Moustaki el anuncio de su muerte ha resonado como un inesperado mazazo.
Giuseppe Moustaki había nacido en Alejandría de una familia procedente de Corfú. Desde el principio fue una amalgama de culturas, rodeado en su niñez y adolescencia por un ambiente multicultural de sumo respeto entre unas y otras culturas. Tal vez debido a estos orígenes siempre se sintió ciudadano del mundo y “métèque” en todas partes, para él las fronteras y los pasaportes tan sólo eran puro trámite administrativo.
Fiel admirador de Edith Piaf llegó a París en 1951 tras la estela de la pequeña pero gran cantante francesa, les presentó el gran guitarrista Henri Crolla, estuvieron enamorados durante un tiempo y la afición a la botella de Piaf rompió la pareja aunque de aquel amor nos quedará para siempre la canción “Milord” que Moustaki escribió especialmente para Piaf y ésta la hizo famosa en el mundo entero.
Moustaki fue un gran admirador de Georges Brassens hasta el punto de cambiar su nombre por el del cantautor francés. Georges Moustaki comenzó escribiendo temas para las voces más relevantes de la canción francesa de los años sesenta, los temas escritos por él se hicieron famosos en las voces, entre otras, de Yves Montad, Bárbara y, especialmente, Sergi Reggiani. Pero es a partir de que en 1968 escribe y canta el mismo el tema “Le métèque” cuando comienza a despuntar como cantante, primero lo hace en algunos cabarets de la parte izquierda del Sena, la más bohemia, para, finalmente, debutar con gran éxito en el conocido Bobino del barrio de Montparnasse. A partir de aquella actuación en el Bobino Moustaki comienza a ser conocido no sólo en Francia, y sus discos son objeto de culto entre un público amante de la buena música y de que las letras de las canciones tengan algún sentido y mucho que decir.
Mis primeros recuerdos de Moustaki son un viejo elepé en el que, entre otra, estaban dos de sus canciones estrella, “Le métèque” y “Ma liberté”. En el radiocasete de mi viejo Seat 850 sonaban constantemente aquel verano de primeros de los años 70, y en alguna ocasión hasta me sirvieron para conseguir algún ligue llegado allende las fronteras. A alguna joven francesa que llegaba al veraneo español buscando “el carro” de Manolo Escobar le extrañaba que un joven sometido al yugo de la dictadura franquista conociera los temas de Moustaki. En la playa del Saler los besos de una “pied noir” sabían mucho mejor teniendo como fondo los acordes de “le métèque”.
Tuve la suerte de conocerle personalmente en los primeros años de los 80. Vino a Valencia y le entrevisté una mañana tranquila de primavera en un pequeño pub al lado de la desaparecida sala Studio, luego Suso´s. Impresionaba su estatura, pantalón, camisa y alpargatas blancas, como su melena, amable, contestando todas las preguntas como si nos conociéramos desde siempre. Por aquel entonces yo debía estar publicando mis colaboraciones en el Diario de Valencia o en Noticias al día, dos medios de comunicación que aunque duraron poco tiempo fueron escuela de periodistas de la mano de J.J. Pérez Benlloch. De las actuaciones que he presenciado de Georges Moustaki recuerdo especialmente una que tuvo lugar en una sala de fiestas de Valencia que estaba situada en el barrio de San José donde llenó con un público ferviente y entregado que le hizo bisar varias canciones entre aplausos que no cesaban. La otra fue en la plaza de toros de Valencia, debía ser un final de verano de los primeros años 80, cantaba junto con Luis Eduardo Aute, fue tal el éxito de ambos que el recital terminó ya de madrugada, con todo el público en pie bailando todos los temas, dos horas después de la hora prevista.
Moustaki siempre conocía la canción catalana y siempre tuvo un gran respeto por ella, así me lo dijo en la entrevista que le hice en Valencia, pero además una de sus últimas apariciones en el escenario fue junto con Marina Rossell que, además, hace dos años editó un disco con temas de Moustaki al que puso por nombre “Les anges sont très á la mode” (Los ángeles están muy de moda).
Moustaki andará ahora cantando “Le métèque” en otro lado, no se donde pero lo que si que tengo claro es que él, como tantos otros, seguirá entre nosotros mientas sus canciones sigan sonando y haciéndonos pensar. Si cerramos los ojos escucharemos como en el aire resuenan las palabras del francés “Avec ma gueule de métèque/de juif errant, de patre grec/et mes cheveus aux quatre vents”.
A partir del 9 de julio, un nuevo ciclo de conciertos llenará de luz las noches de la ciudad de Valencia al ritmo de numerosos grupos y cantantes nacionales e internacionales: FAR València. Este ciclo de música está enfocado a todo tipo de públicos gracias a la inclusión de diferentes estilos musicales. Como cabeza de cartel, destaca el rock latino del legendario Carlos Santana (31 de julio), en su vuelta a los escenarios con su "Oneness Tour".
Manuel García ha dejado una huella imborrable en la música y se encuentra celebrando los 20 años de su primer disco: Pánico (2005). El artista ofrecerá un concierto el viernes 14 de febrero a las 20:00h en el teatro San Pol de Madrid dentro de Summum Concert Series. El cantante nos conducirá con su concierto ‘Érase una vez’ al corazón del niño que llevamos dentro. Manuel García ha refrescado el folclore chileno y ha inspirado a una nueva generación de artistas.
El X Premio Ruido se entregará el próximo 20 de febrero en la Sala B de Madrid, en una gala para celebrar no solo el gran talento de artistas y bandas de nuestro país, sino también los 10 años de vida del premio que otorga la PAM (Periodistas Asociados de Música).