| Ficha técnica | 0-Atlético de Madrid: Courtois (3); Juanfran (2), Miranda (3), Godín (2), Filipe Luis (2); Gabi (2), Mario Suárez (2); Koke (1), Turan (2), Diego Costa (3); Falcao (1).
0-Mallorca: Aouate (3); Hutton (1), Bigas (1), Geromel (2), Luna (2); Martí (2), Tissone (2); Giovani (2), Victor (1), Márquez (2); Hemed (1).
Cambios: En el Atlético de Madrid Oliver (2) por Turan (min.55), Adrian (2) por Gabi (min.61) y Cebolla (0) por Koke (min.87); y en el Mallorca Nsue (1) por Hemed (min.29), Alfaro (1) por Marti (min.74) y Pereira (0) por Victor (min.83).
Árbitro: Teixeira Vitienes (colegio cántabro) (0). En los locales amonestó con cartulina amarilla a Diego Costa (12’), Koke (48’), Miranda (57’), Mario Suárez (80’) y Godín (82’), y en los visitantes amonestó a Victor (18’), Tissone (60’), y Nsue (68’).
Incidencias: 50.000 espectadores en el estadio Vicente Calderón. Terreno de juego en buenas condiciones. Partido de Liga correspondiente a la trigésimo séptima jornada. |
Datos destacables | Lo mejor: fiesta en la grada La afición del Manzanares se olvidó del partido que tenía delante y ovacionó a su equipo durante todo el encuentro tras el triunfo copero.
Lo peor: Lesión de Filipe Luis El futbolista brasileño tuvo que ser trasladado urgentemente al hospital por un politraumatismo craneal.
El dato: El Mallorca, colista Con la victoria del Celta en Pucela y el empate del Mallorca en el Calderón, los bermellones pasan al farolillo rojo. |
| Daniel Sanabria / Enviado al Vicente Calderón
Un Vicente Calderón en plena efervescencia albergó un partido de fútbol que fue una fiesta para unos y un martirio para otros. Con nada que jugarse, ni siquiera el orgullo, que a día de hoy le sobra a los rojiblancos, encaró el Atleti el partido ante el Mallorca como si hubiera tres puntos en juego. Así lo quiso su entrenador, Simeone, que alineó el mismo once que unos días antes ganara la final en el Bernabeu. Por ocasiones el resultado bien pudo ser parecido, pero esta vez la suerte se alió con el Mallorca, que salió herido de gravedad, pero no muerto, del Manzanares.
Eso sí, de cara a la última jornada liguera es el club con menos opciones de quedarse en primera, ya que debe ganar su partido y esperar que tropiecen la totalidad de sus rivales. Parece una utopía, pero tras ver cómo los bermellones salieron con vida del Calderón, uno no podría atreverse a asegurar nada.
Y es que el Atlético volvió a mostrar esa cara competitiva que le ha llevado hasta lo más alto. Dominó el encuentro por completo y disfrutó de media docena de ocasiones de gol que no supo materializar. La más clara estuvo en las botas de Diego Costa, al que le sobró la guinda del último regate tras firmar una jugada maradoniana dentro del área. Falcao también tuvo la suya en un mano a mano que estrelló la pelota contra el cuerpo de Aouate.
Oliver, talento en estado puro
Cada ataque rojiblanco causaba el pánico a los más de mil seguidores mallorquines que se desplazaron hasta el Calderón, un escenario mágico en el que puede ocurrir cualquier cosa. Dispuso también de sus ocasiones el cuadro de Manzano, pero quizá acusó demasiado la temprana lesión de Hemed, su goleador, que tuvo que abandonar el campo a la media hora de partido. Sin su presencia, el fútbol ofensivo del Mallorca no fue lo mismo.
En medio de la fiesta rojiblanca Simeone daba entrada a Oliver Torres, quien está llamado a ser el líder de este equipo cuando madure como futbolista. Solo con ver cómo se mueve y la manera en la que toca el balón, se adivina el grandísimo talento que tiene para el fútbol. Su juego de toque y precisión recuerda al que practican Xavi o Iniesta, y de sus botas nacieron las mejores jugadas del Atleti en el segundo tiempo.
Hubo también tiempo para la polémica con dos tantos anulados a los rojiblancos. En el primero de ellos Diego Costa cabeceó en posición antirreglamentaria mientras que en el segundo fue Falcao el que estaba ligeramente adelantado al rematar a puerta vacía. Los goles anulados fueron los únicos dos aciertos del trío arbitral en toda la noche, nefastos a la hora de administrar las cartulinas a uno y otro bando.
Con el partido prácticamente acabado llegó la noticia de la noche: Filipe Luis, tras un encontronazo con Hutton, sufría un politraumatismo craneal. La afición se quedó helada con el futbolista inmóvil sobre el campo, desde donde fue rápidamente trasladado al hospital. Poco más ocurrió en un partido que fue un auténtico orgasmo para los rojiblancos y un suplicio para los bermellones. En la última jornada el Mallorca se juega todo un año a un solo partido.
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