Un año más los veleros más clásicos vuelven a las aguas de Barcelona. Por sexta vez entre los días 10 y 13 de Julio en el litoral de la capital catalana y con salida desde el pantalán del Real Club Náutico de Barcelona se celebrará la VI Edició de la Regata Puig de Vela Clàssica. Y para darnos todas las noticias al respecto fuimos convocados a uno de los magníficos salones del Ayuntamiento de la ciudad donde los responsables del Real Club Náutico con su Presidente Enric Corominas al frente, la empresa Puig representada por su Presidente Marc Puig junto con la Teniente de Alcalde Maite Fandos y el alcalde Xavier Trias aprovecharon la ocasión para invitar a barceloneses y visitantes a esta edición de las regatas de veleros clásicos que siempre, desde su primera edición, han supuesto un acontecimiento importante para el mundo de la vela.
En las diversas intervenciones quedó claro que para todos los que colaboran para que este evento tenga el éxito que le corresponde ha sido muy importante la continuación del mismo a lo largo de estos años y ello hay que ponerlo en el haber de la empresa Puig que siempre ha estado, desde hace años, colaborando con los muchos eventos náuticos que se han venido celebrando en las aguas del litoral barcelonés. Para el Ayuntamiento de la ciudad esta regata de veleros clásicos supone una manera más de poner el nombre de Barcelona en los más importantes carteles del mundo junto a otros nombres como Antibes, Antigua, Newport o la mítica isla de Wight que, al igual que Barcelona, ya son leyenda en el mundillo de los veleros clásicos.
A estas alturas y después de cinco ediciones celebradas con el mayor éxito de participación esta VI Edició de la Regata Puig de Vela Clàssica a pesar de la mala coyuntura económica por la que estamos atravesando volverá a reunir a más de cuatro decenas de los más renombrados veleros clásicos que surcan los mares y océanos. Entre estos míticos nombres ya han confirmado su asistencia nombres tan míticos como el Creole con más de 65 metros de eslora, el Moonbeam IV velero en el que viajaron durante su luna de miel Raniero de Mónaco y la princesa Grace Kelly o el Manitou que es el bajel en el que el Presidente Kennedy disfrutaba de las pocas horas de asueto de que disponía mientras era el hombre más poderoso del planeta.
Una vez más los barceloneses podrán disfrutar del grato espectáculo que supone ver salir cada mañana todos los veleros que disputan la regata desde el estupendo mirador que es el Moll de la Fusta y también podrán ver, desde las playas de la ciudad, sus espectaculares navegaciones en el campo de regatas que a tal efecto se ha establecido paralelo a la costa de la ciudad. Será una oportunidad para ver todos estos veleros antiguos, algunos de ellos, supervivientes de dos guerras mundiales ya que, hay que recordar, que todos los barcos participantes han sido construidos antes de 1975.
El alcalde Xavier Trías aseguró que a pesar de su apretada agenda de actos, reuniones y viajes, este año asistirá al Club Nautic para ver de cerca estas joyas de la arquitectura marítima. Trías agradeció a la familia Puig que celebraran este acontecimiento en esta Barcelona que respira aires mediterráneos y afirmó: “Desde el Ayuntamiento hay iniciativas que no podemos llevar a cabo si no hay personas que sean sponsors de estos grandes actos. Por mucho que vivamos cara el mar si no hay empresas que sean responsables de estos acontecimientos nosotros no podríamos costearlos”.
El alcalde de Barcelona agradece a aquellos que tienen iniciativas que redundan en bien de la ciudad y que con dinero privado llegan allá donde el Ayuntamiento no puede hacerlo, una de estas iniciativas privadas es la de esta regata clásica que tiene a la empresa Puig como sponsor y por ello cada año la presentación de la misma está sujeta a la agenda del Alcalde de la ciudad que no quiere dejar de estar presente en este acto.
Por su parte Marc Puig dijo que su empresa se expande por todo el mundo con marcas pioneras en el ámbito de la moda y de los accesorios, pero nunca jamás se olvida de sus raíces: “Nuestras raíces están en nuestra ciudad y por eso decidimos desde un principio que esta regata tendría su sede en Barcelona”.
El acto fue breve, pero el refrán ya lo dice: “lo bueno si breve, dos veces bueno”. Treinta minutos para vernos de año en año. Las regatas llegan con el buen tiempo, parece que el Mediterráneo renace en primavera y verano. Los veleros son los reyes del mar y los que nos ocupamos de informar sobre este tema nos pasamos el año en otras muchas partes, en otros muchos asuntos y cuando aprieta el calor (éste año parece un espejismo) llega puntualmente la cita con Puig en el Ayuntamiento y nos reencontramos con personas a las que sólo tratamos en este acontecimiento. Nos recuerda un poco a las fiestas de Navidad, un momento para la familia, para estar con ellos, con tranquilidad, para estar al lado de la chimenea haciendo repaso a un año difícil, divertido, amargo….
Cuando llegan los veleros clásicos cargados de diversas historias y que con sus velas nos muestran por donde sopla el viento, también nos agrupamos aquellas personas que amamos la vida al aire libre y el volver a vernos aprovechando para ello la presentación de la regata y acudiendo después al Real Club Náutico durante los días en que los barcos lucen con todo su esplendor su velamen en los campos de regatas.