Consciente de su pasado en el Camp Nou, Emery ordenó sus filas
sobre el césped para asfixiar el centro de campo del Barça pero los azulgranas
lograron doblegar al conjunto sevillista y llevarse la victoria in extremis
cuando todo parecía perdido.
La primera parte dejó a Neymar como claro protagonista. El crack
brasileño empieza a sentirse cómodo en la Liga y ofreció algunos destellos que
denotan la confianza que va adquiriendo en el equipo. Prueba de ello es que
superado el ecuador del primer tiempo levantó al Camp Nou con un gesto técnico
que, por momentos, recordó a aquella noche de verano en la que otro crack
brasileño anotó su primer gol vestido de azulgrana. Neymar se vistió de
Ronaldinho aunque no pudo culminar la acción al ser derribado en la frontal
antes de llegar a puerto. En el Camp Nou ya empiezan a frotarse las manos con
el 11 azulgrana.
Volcado sobre el campo sevillista, el Barça fue desgastando la
telaraña tejida por Emery, con Cristóforo y Mbia como principales destructores del
juego azulgrana, y pasada la media hora el Barça obtuvo su premio. Una larga
acción ofensiva llegó a pies de Adriano que conectó con Dani Alves que de fuerte
testarazo abrió la lata y mandó al Barça a vestuarios por delante en el
marcador.
La jugada polémica del partido llegó con el tanto anulado en el
séptimo corner que botaba el Sevilla. Muñiz Fernández señaló falta en el área
en lo que significaba el 1-1, y el tanto de Cala no subió al marcador. El Barça
no lograba matar el partido y, consciente de ello, Emery dio entrada a Marin y
Trochowski que llevaron el peso ofensivo del Sevilla en el último tramo de
partido y dieron alas al equipo en los últimos minutos.
En esas Messi, que no había aparecido todavía, anotó el segundo.
El argentino no necesita su mejor versión para marcar. Cesc abrió para Neymar y
el brasileño buscó al 10 que subió el 2-0 desde el punto de penalty. Cuando
todo parecía visto para sentencia, Rakitic culminó una buena contra conducida a
la perfección por Vitolo. Con el susto en el cuerpo y el liderato en la cuerda
floja, el Barça se lanzó a buscar el tercero pero fue el Sevilla quién creyó,
llegó y marcó.
Coke remató el enésimo córner logrando un 2-2 que parecía
definitivo pero el guión reservaba un final de infarto. El virus FIFA planeaba
de nuevo sobre el Camp Nou cuando Messi abrió en canal la defensa sevillista,
probó a Beto y su rechace cayó a pies de Alexis para poner el 3-2 definitivo.
Final de infarto en el Camp Nou que vio cómo el Barça sufría de
nuevo para lograr los tres puntos. La victoria no le sirve al Barça para
mantener el liderato y deja a los sevillistas enfadados conscientes de que tal
vez merecieron más en su visita a Barcelona. Tres puntos sufridos que ponen en
preaviso a los del Tata de cara a la Champions que se asoma la próxima semana.