El FC Barcelona ha ganado al Partizán NIS Belgrado (67-60) en la primera jornada de la Fase Regular de la Euroliga en un partido tosco de férreas defensas y en que se impuso gracias a la perseverancia y entrega ante un 'Baby Partizán' descarado, que aguantó hasta el último cuarto y que volvió a poner en apuros a los catalanes, aunque menos que el pasado año.
Sin duda, tener más jugadores y mayor amplitud de armario ayudó en el tramo final, cuando el físico hizo mella en un Partizán que al perder su intensidad perdió el rumbo que tan bien se había marcado y conseguido imponer. No obstante, la constancia de un Kostas Papanikolaou que mostró destellas del poderío que guarda, y la fortaleza de un Dorsey desatado por momentos, fueron demasiado para los serbios.
Así, Pascual tiene buenas cosas para señalar de este partido en que de nuevo pudieron aprender sobre la marcha, entender qué deben hacer los nuevos en cada momento, excepto un Jacob Pullen que no se vistió de corto esta noche. El resto, quizá exceptuando a un casi ausente Nachbar, se mostraron cómodos en su estreno en Euroliga como blaugranas.
Sólo en el último cuarto, eso sí, pudieron llegar a verse arriba con cierta comodidad, con rentas de +10 que doblaron la máxima hasta el tercer periodo. Gracias al griego, imprescindible en el trabajo en ambas canastas, llegaron a esta brecha los de Pascual, que no se pudieron relajar en ningún momento pues si algo tiene Partizán es que nunca se dan por vencidos, y volvieron a recortar la diferencia hasta los 4 puntos ya en el último minuto, pero fue su último aliento.
Pero como el año pasado, pusieron en aprietos al Barça en el Palau, poniendo sobre la mesa el joven talento que atesoran más el año de experiencia adquirida. Sobre todo en la primera parte llevaron durante varios minutos el peso del partido, inspirados en el triple y utilizando su batería de interiores, aunque ahí toparon con Dorsey.
Muy metido en el partido, elogiándose y abroncándose a sí mismo en voz alta, el pívot blaugrana estuvo muy intenso y suyas fueron algunas de las acciones más espectaculares, mates de entrada en su primera jugada incluido. Ello provocó que se agotara, pero en pista daba todo cada vez que saltaba a ella. Estuvieron también bien Papanikolaou y Lampe, pero el equipo volvió a pagar la falta de conjunción.
De la misma manera que el día del debut en Liga Endesa contra el Valencia Basket, los culés fueron de menos a más. Con la dirección e inspiración de Marcelinho Huertas, que conectó muy bien con Tomic en la pintura, y la más amplia rotación de banquillo, el equipo de Pascual se fue asentando y consiguió ir al descanso dos arriba, en un partido de anotación baja.
El 28-26 fue indicador de lo que pasó en el partido. Pese a la intensidad, que fue mucha, el acierto llegó en cuentagotas y dominaron las defensas. Ataques largos, dificultad para encontrar tiros fáciles, y los espacios bien cerrados. Ambos jugaron a ello, y por consecuencia el Partizán estuvo sin anotar los últimos cuatro minutos y medio antes de irse al descanso, lo que propició el parcial de 8-0 para los catalanes.
La segunda parte sirvió para ver una máxima de únicamente +5 para el Barça, corta renta pero cómoda visto lo visto pues continuaron los problemas para ver aro con facilidad. No obstante, dos canastas al final de Maciej Lampe dieron aire, un pequeño colchón, desde el que saltaron en el último y definitivo los blaugranas para amarrar la primera victoria de la temporada en Euroliga, aunque de nuevo con muchos problemas ante un Partizán que puede ser la sorpresa.
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