En Bolivia, las fuerzas militares lanzaron gases lacrimógenos en un masivo cortejo fúnebre en La Paz el jueves, mientras los partidarios del presidente derrocado Evo Morales cargaban por las calles los ataúdes de los manifestantes asesinados.
Miles de manifestantes marcharon de luto por los ocho manifestantes indígenas asesinados por la policía y el ejército boliviano el martes en El Alto. Pero las fuerzas de seguridad se enfrentaron a la procesión cuando se acercaba al palacio presidencial. Los manifestantes dejaron los ataúdes en las calles cuando el gas lacrimógeno los obligó a dispersarse.
Fue el último acto de represión militar desde el golpe de Estado que obligó a Evo Morales a dejar el cargo, hace casi dos semanas. Al menos 32 personas, principalmente indígenas, han sido asesinadas por las fuerzas de seguridad en los actos violentos posteriores. El presidente derrocado de Bolivia, Evo Morales, convocó el miércoles a formar una comisión internacional de la verdad para investigar su expulsión a manos de los militares.
Evo Morales dijo: “Desde el norte nos informan que Estados Unidos no quiere que yo regrese a Bolivia; y la derecha en Bolivia, la derecha golpista, la derecha masacradora, expresó que ‘Evo no puede regresar a Bolivia’”.
Evo Morales habló desde México, donde se encuentra exiliado.
|