| Ficha técnica | 2-Atlético de Madrid: Courtois (3); Juanfran (2), Miranda (3), Godín (3), Filipe Luis (3); Sosa (1), Tiago (3), Gabi (2), Turan (2); Diego Costa (2), Raúl García (3).
0-Valencia: Guaita (x); Barragán (1), Ricardo Costa (2), Mathieu (2), Bernat (3); Javi Fuego (1), Parejo (1); Feghouli (1), Michel (1), Fede (1); Postiga (1).
Cambios: En el Atlético de Madrid Koke (2) por Sosa (min.57), y Cebolla (1) por Turan (min.81); y en el Valencia Alcácer (1) por Fede (min.55), Piatti (2) por Feghouli (min.65) y Pabón (1) por Postiga (min.77).
Árbitro: Estrada Fernández (colegio catalán) (1). En los visitantes amonestó a Barragán (32’), Michel (38’), Ricardo Costa (90’), y expulsó por doble amarilla a Dani Parejo (52’ y 90’).
Incidencias: 35.000 espectadores en el estadio Vicente Calderón. Terreno de juego en buenas condiciones. Partido correspondiente a la vuelta de los octavos de final de Copa del Rey. |
Datos destacables | Lo mejor: Raúl García El delantero rojiblanco volvió a aprovechar su oportunidad y anotó el tanto de la tranquilidad. Ya lleva doce.
Lo peor: Estrada Fernández El colegiado del encuentro no estuvo acertado y tuvo dos listones a la hora de sacar amonestaciones.
El dato: Debut de Sosa El futbolista argentino debutó en su estadio, ante su gente, y lo hizo como titular. No estuvo demasiado participativo. |
| Daniel Sanabria / Enviado al Vicente Calderón
Sufriendo, a la antigua usanza, ganó el Atlético de Madrid. Le bastaba el empate a cero, y juraría que salió a buscarlo, pero este equipo solo está hecho para la victoria. Gana incluso cuando no hay necesidad, como ocurrió ante el Oporto, o como hoy. El resultado del partido de ida era peligroso para especular con el marcador, pero el Atlético salió decidido a tentar a la bicha. Y por poco la encuentra.
Con el 1-0 en el marcador, el Valencia pudo cambiar el destino del partido, pero la diferencia entre Courtois y Guaita es abismal. Uno es Penélope Cruz, el otro Rociíto. Como ocurrió en Mestalla, el belga rechazó todos los balones que llegaban a su portería. Tiene los brazos de chicle, es capaz de estirarlos justo hasta el lugar donde llega la pelota. Un pulpo bajo el larguero, un gato a ras de césped, una jirafa en el juego aéreo. Cuando peor lo pasaba el Atleti, él se echó el equipo a la espalda. Del carro también tiran los guardametas.
Muy distinta fueron las cosas en el otro marco. Guaita, que regaló el tanto del partido de ida, se quedó con ganas de más. Y Godín no desaprovechó la oferta. Balón pasado al segundo palo y cabezazo del uruguayo, ya en el segundo tiempo. El primer acto fue tan vulgar que apenas pueden mencionarse un par de acercamientos de cada equipo, sin excesivo peligro.
El Atlético acusó por vez primera en el curso el cansancio acumulado. Dio síntomas de agotamiento. Corría lo necesario para defenderse. En ataque firmó su peor encuentro en meses. Y aun así anotó dos tantos, cuando ni siquiera le habrían hecho falta. Un dato que, innegociablemente, ya le deja a la altura del Madrid o el Barcelona.
Entre las rotaciones del Cholo destacó la de Sosa, que pareció un pollito en un corral de gallos. Le quedó grande el Atleti en su debut, como una camiseta XXL, a pesar de su metro ochenta. Ocupó el lugar de Koke, y el cambiazo se notó. También se notó el otro cambio en el once de gala, pero en este caso para bien. Raúl García le quitó el puesto a Villa, y parece que no va a ser cosa de un día. El navarro cuajó un partido sobresaliente y sus 13 goles empiezan a ser un argumento con más peso que los 6 millones de ficha del Guaje. En el fútbol hay galones, pero hasta un límite.
Corría el minuto 85, el Atleti andaba angustiado, como no se le había visto en meses. Y el Valencia atacaba como si fuera un partido de balonmano, con el equipo abierto de lado a lado y el balón pasando de uno en uno. Pero nada más. El Valencia de hace dos años, con Soldado, Joaquín y el Tino Costa, habría forzado la prórroga, pero el actual no da más de sí. Sin un gran delantero no se pueden meter goles, y Postiga y Pabón no son nueves dignos de este club, por duro que suene.
En ese escenario de agonía rojiblanca apareció Raúl García. Otra vez. Corner a favor del Atlético y remate cruzado en el primer palo. Dos testarazos, dos goles. El equipo de Simeone no solo utiliza la cabeza para pensar, también para rematar. Hace las dos cosas de maravilla. Y por eso ha ganado una eliminatoria en la que no fue superior ni en la ida ni en la vuelta. Bueno, por eso, y por Courtois, el empleado del mes.
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