La llegada de una enfermedad siempre es un golpe duro de digerir. Pero, cuando se trata de niños, entonces, es caso aparte. Mía tiene tan solo dos años y la vida se ha encargado de darle ya el primer golpe, aunque ella es toda una guerrera. Su historia se ha hecho rápidamente viral en redes sociales, pero eso no le basta, no a ella, ya que, desgraciadamente, su vida depende de los fondos que dispongan sus padres para poder costear su tratamiento en EEUU.
“El 1 de enero de 2020, empecé con mucha fiebre. Mis papás me llevaron al doctor, quien me diagnosticó una gripe e inicié un tratamiento para curarme. A la semana seguía sintiéndome mal. No mostraba mejoría, por lo que mis papás decidieron llevarme con otro doctor (en realidad fueron varios) coleccionando distintas recetas y tomando diferentes medicamentos, los cuales ninguno me hacía mejorar o sentir mejor”. Finalmente, el miércoles 15 de enero un pediatra ordenó que ingresaran inmediatamente a la pequeña, el diagnóstico fue devastado: Leucemia Mieloide Aguda con fallo orgánico múltiple.
Desde ese fatídico día, sus padres están moviendo cielo y tierra por salvarle la vida. Ella es ahora la prioridad de la familia: “Mis papás han estado pidiendo muchos préstamos y se nos están acabando todos los recursos. Ellos sólo buscan una oportunidad para poder mantenerme con vida”. Una situación que ha llevado a los padres a buscar alternativas para sufragar los gastos ocasionados hasta el momento y aquellos que están por llegar. Para ello, han lanzado una campaña de recaudación de fondos en GoFundMe (https://www.gofundme.com/f/la-lucha-de-mia).
En la plataforma a modo de diario, como si se tratara del cuaderno de bitácora de una travesía que esperan pronto llegue a buen puerto, sus padres van explicando cómo transcurren los días en el hospital, el menú de la pequeña, los momentos de risas y también los de desesperación. Cada avance y cada retroceso tiene dedicado un párrafo diario en el crowdfunding, como forma de agradecimiento a todas aquellas personas que están ayudando a la pequeña.
Hace tan solo dos semanas que empezó esta batalla contrarreloj y por el momento Mía ha pasado ya por tres hospitales, dos en Tijuana y otro en EEUU, concretamente el Rady Children’s Hospital. Nadie es capaz de imaginar cómo lo estarán pasando sus padres, si es que no ha pasado por una situación similar.
La salud no debería ser una cuestión de dinero, menos aún si se trata de una niña de tan solo dos años. Por ello cada donación, por pequeña que sea, es importante para permitir que Mía continúe con su tratamiento y finalmente pueda ganarle la batalla al cáncer.
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