Concha Velasco ha cumplido ochenta años en estado de gracia. Sigue trabajando en el mundo del espectáculo. No tengo intención de hacer una completa relación de todos los trabajos de esta “muchachita de Valladolid” que después de décadas sigue tan espontánea, libre y fresca como hace años. Llega a Barcelona para interpretar la obra “El Funeral”, escrita y dirigida por su hijo Manuel. Estará en el Teatro Borrás, en plena plaza de Urquinoana, desde el 12 de Febrero al 8 de Marzo. El titulo no tiene nada que ver con las interioridades de esta obra en la que la diversión y la locura son mostradas por un hombre, como el hijo de la actriz, que conoce a la perfección el mundo del teatro porqué nació en él y en los camerinos de los diversos teatros de España tomó sus primeros biberones. Cuando hace años conocí a Concha, ya era una gran estella, al tiempo que una persona cercana con la que, profesionalmente, nunca tuve el más mínimo problema, es divertida, cariñosa y generosa. La he visto cantando en los escenarios, rodando películas, en las obras que hacía para TVE, la he visto sufir, llorar, luchar , enamorada y viviendo esos problemas profundos que te cambian el modo de vivir. Pero con ella siempre he tenido las puertas abiertas para hacer mi trabajo de periodista. Gracias por ello.
Hacia tiempo que no coincidíamos, había perdido su número de teléfono y mi vida profesional ha dado muchos tumbos, uno de ellos dejar mi ciudad, Barcelona, para irme a vivir a un tranquilo pueblo de montaña, en la Catalunya Central. La llamé para entrevistarla por teléfono, ella estaba en Madrid, yo en el pueblo de montaña, y, como siempre que nos hemos encontrado tuvimos una larga conversación de reencuentro entre dos conocidas de antaño.
Esta no es una entrevista al uso. Es, simple y llanamente una conversación entre dos personas que comparten vivencias cuando se encuentran. Por eso, lo que van a leer será una conversación entre una gran acrtriz de teatro y una periodista que, a pesar del paso del tiempo, de los avatares de la vida y de muchas cosas más sigue creyendo en este oficio de contar al resto del mundo aquellas cosas que les puedan interesar. Inicia la conversación Concha que quiere saber de mi y mis circunstancias.
Y yo le respondo que estoy viviendo y respirando aire fresco en la montaña, en el pueblo natal de Prat de la Riba. Desde aquí escribo y publico mis artículo a través de Internet, poniendome al dia en la red, como la gente más joven.
¿Y tú, Concha, como llevas estas modernidades de la informàtica ?
Me gustaría estar conectada a Internet, mis hijos, sobre todo Manuel, me obligan, Manuel, que ha escrito esta obra de ahora y también la próxima que estrenaré, me obliga a estar al día en este tema, pero ya soy muy mayor, he cumplido 80 años. Y además no quiero. Cuando me dicen y ordenan que tengo que obecer contesto que me parece que no tengo ninguna necesidad de aprender estas nuevas cosas, cada día nos llenan el buzón de casa con nuevas propuestas. Tu puedes hacerlo, yo, con 80 años no debo hacerlo.
Entiendo que es difícil adaptarse a las nuevas maneras de escribir, la gente joven, con aquel ahorro de espacio y palabras que hacen cuando utilizan la informática y las redes sociales A estas alturas quiero vivir la vida que me corresponde, con 80 años sigo trabajando, buscando, como todos, la felicidad, y preguntándome qué és, ¿es aquello que antes viví?. Soy feliz,trabajando como siempre y, como siempre, quejándome, aunque ahora ya no me quejo de nada. Me levanto a las 4 de la madrugada y me pongo a estudiar, vuelvo un ratito a la cama, y después es como si me acabara de levantar.
Levantándonos a las 4 de la madrugada casi todos tenemos la garganta atascada y no estamos en nuestro mejor momento Me levanto a esa hora porque tengo que estudiar, siempre he tenido que estudiar. “Cine de Barrio”, aunque no lo parezca, es un programa con mucha audiencia y en el que tengo que aprender la vida y trabajos de aquellos que acuden al programa, nunca los conozco totalmente, cuento con un estupendo guionista, y acudo encantada a hacer este programa.
¿A pesar del tiempo todavía te gusta hacerlo? Me gusta mucho porque tengo un director estupendo, Paco Quintanar, y cuento con unos maravillosos guiones, me quieren mucho y lo hacen con tanto cariño qué no puedo dejarlos. Es un programa con mucha audiencia, antes de marchar a Barcelona dejaré dos programas grabados.
¿Hay alguien que te trate mal? No me trata mal nadie, entre otras cosas porque al que lo hace no vuelvo a trabajar con él. En “Cine de Barrio”, donde substituí a Carmen Sevilla, me tratan con muchísimo cariño, me besan por los pasillos y me llevan la maleta al camerino. Me llevan por los pasillos como flotando,
¿Por qué nunca fuiste a Hollywood? He tenido oportunidades pero no fui porque no hablo inglés. Aún tengo un diario de cuando era pequeña, regalo de mis padres, donde al final siempre termino diciendo, “y no fui a clase de francés”. Mi madre siempre quiso que estudiara idiomas, pero preferi el ballet, como sabes soy bailarina, en aquellos tiempos me llamaba Lucrecia. Ahora el personaje de “El Funeral” se llama igual aunque no tenga nada que ver con esta Lucrecia que era el nombre artístico que adopté en aquellos tiempos
¿Quieres ser la Lucrecia Conti de “El Funeral”? No. Lucrecia Conti no tiene nada que ver conmigo, es el personaje que interpreto en “El Funeral”. No soy ella, es un personaje que interpreto. Nada que ver con ella, ni me pienso morir, ni hacer un funeral sobre el escenario, por muy divertido que sea, como en la obra. Es una muerta que da miedo, pero yo la maquillo un poco, voy dos horas antes al escenario del teatro para hacerlo, y para ver si todo está bien y en su lugar correcto. Es una mania que tengo. Maquillo un poco la máscara, le rizo las pestañas y le pinto las uñas con el mismo color que yo llevo. Da miedo porque la pobre está tan fria. Yo no pienso hacer eso, quiero morir en mi casa. Hacerlo en el escenario es una falta de educación.
He leído que quieres retirarte a los 82 años. Siempre digo que me voy y siempre vuelvo, y eso hay gente que lo malinterpreta. Algún día me gustaría quedarme en casa, en la cama, y ver un poquito más a mi nieto. Ahora que soy un poquito más mayor le noto a faltar, tiene 11 años y me llama para decirme que tiene que ir al colegio, y cuando ahora le digo que tengo que estar en Barcelona me dice que espera que su padre le traiga a Barcelona porque le gusta mucho. Tu sabes que Barcelona es una ciudad que me encanta.
¿Haces dieta? Para qué. Hace cuatro años me operaron, pero como buena profesional cada año paso puntualmente las revisiones, ahora me dieron los resultados de la última revisión, estoy perfectamente. Me han tenido cuatro dias en el hospital y el resultado es que estoy estupenda. Lo único es que no puedo beber alcohol, y lo siento, me gusta tomar unos vinos de mi tierra, Valladolid, alguna cervecita de tanto en cuanto y un poquito de whisky, con o sin agua. Todo eso prohibido,pero puedo comer lo que quiera. Así que estoy estupenda, pero tengo 80 años.
¿Hasta los 82 estarás interpretando “El Funeral”? Después de dos años del estreno en Valladolid acabaremos el próximo marzo, en Zamora, siempre con un enorme éxito. Las críticas han sido unas veces buenas, otras malas y otras regulares, creo que la gente no ha visto que esto es una obra, como dice Manuel, sobrenatural, llena de bromas, con una conexión con Buenafuente, sabes que les adoro a él y a Silvia, su mujer, nuestra conexión es preciosa, divertidísima, y además tienen una enorme generosidad. Siempre digo que soy del Real Madrid, de Pablo Motos y de Andreu Buenafuente, para mí son intocables. También me encanta ir a Barcelona donde tengo familia y amigos de diversas ideologías y con todos mantengo la amistad. Barcelona ha sido importante en mi carrera, cumplí los 19 años mientras actuaba en el Teatro Calderón junto a Tony Leblanc, me encanta ir siempre que me llaman porque siempre he sido tratada con mucho cariño, no tomo partido por nada, y menos ahora. La última vez que estuve fue en el Teatro Borras, con la “Reina Juana”, iba a estar dos semanas y finalmente estuvimos cinco semanas. No me involucro en cuestiones políticas porque no quiero hacerlo, nadie me ha dicho nunca nada malo ni en Barcelona ni en el resto de Catalunya, allí he hecho mis mejores películas y muchos de mis mejores trabajos. Tú me conoces de sobra, como yo a ti. Ahora creo que no es hora de hablar de política, pero no por cobardía. Ni por cambiarme la chaqueta, todo el mundo sabe como soy y lo que he hecho a lo largo de los años. ¿Crees que voy a ir a hablar en Barcelona en este momento? Ni ahora ni nunca, para eso están los políticos, para arreglar las cosas.
¿Cómo te recibe el público en las giras por toda España? Creo que la gente sabe que estoy donde debo estar y sé evolucionar con arreglo a mi edad, yo no salgo con minifalda, me encantan las chicas que las llevan pero yo no me voy a vestir como cuando cantaba “Una chica yeyé”. Hoy, antes de que me llamaras, aprovechando que me he levantado para estudiar, he aprovechado para seleccionar qué me llevo para vestir en Barcelona sin repetir, porque he pensado que un abrigo rojo que tengo ya me lo puse la última vez que estuve, no puedo repetir. He visto que la reina Letizia el lunes en las Cortes llevaba una capa con cuello de visón igual a una que tengo yo y decidido llevarla en la maleta cuando vaya a Barcelona.
¿Cómo te sientes en tus visitas a Barcelona? Como en casa. Barcelona es mi casa. Veo a mis amigos y a la familia. Voy siempre al Avenida Palace, Hotel que inauguré con mi madre, donde tengo mi habitación con mi llave, me gusta ir a la Bodega Sepúlveda a comer garbanzos con morcilla aunque en esta visita no los probaré porque eso si que me lo han prohibido. Sufri mucho viendo por televisión el atentado de las Ramblas, cuando voy a Barcelona mi peluquería es Llongueras, frente al Avenida Palace, uno de los acomodadores del Coliseum, si acabo pronto la función, me trae una bolsa con “palomitas”, ¿recuerdas cuando íbamos con Serrat a cantar a un local frente al Ritz?, Serrat es casi como de mi familia, en la boda de Buenafuente y Silvia, Candela, la mujer de Serrat, me ayudaba a ir al lavabo para bajar y subir la cremallera, porque con la artrosis no puedo hacerlo comodamente, pero cuando estoy en el escenario todos estos males se me olvidan.
¿Tu hijo Manuel también está cómodo en Barcelona? Mis hijos se han criado en los camerinos de algunos teatros de Barcelona, ¿te acuerdas cuando íbamos al Teatro Apolo?, hicimos allí “Mamá quiero ser artista” con Paco Valladares, los niños andaban a gatas. Nos íbamos de fin de semana a Andorra con el dueño del Apolo, Matías Colsada, que me ponía un camerino maravilloso y me daba televisores de esos pequeñitos que había comprado en Andorra, y antes, en el Español, hice “Las Arrecogías” , también en el Teatro de Martínez Soria con Mary Carrillo representando “Buenas noches, madre”.
¿Manuel te ha escrito una segunda obra? Si, se la pedí, quizá porque en esta obra él había puesto todo su esfuerzo, pero podía parecer aquello de “el niño que escribe”, pero “el niño que escribe” es un director y escritor con unas notas maravillosas, sacó su carrera con matrícula de honor, fue el primero de su promoción en la Universidad, es un diez, y el otro, el padre del niño, Paco, ha estudiado publicidad en Londres,donde terminó su carrera, edita y monta, pero aquí parece que ser hijo de alguien con nombre no conviene, no pasa como en Hollywood donde, por ejemplo, los hijos de Clint Easwood y Meryl Streep pueden trabajar muy bien en sus carreras. Pero aquí ser “hijo de…” cuando si valen vlen y si no, pues no valen. Yo, que soy muy exigente, no puedo dejar que me dirija alguien que no sepa hacerlo, con mi hijo soy exactamente igual de exigente que con otros directores con los que he trabajado. Ahora estoy leyendo la nueva obra y estoy pesadisima, trabajo escena por escena porque ya tenemos que hacer las fotos definitivas del cartel, soy muy pesada y mis compañeros me quieren mucho fuera del escenario, pero en el escenario tú sabes como soy de toda la vida, tú me conoces más que nadie, son muchos años de conocernos, y sigo siendo igual de pesada, pero ahora más porque tengo 80 años.
¿La edad te ha cambiado? Si, siento mucho cuando me dicen ¡hay que piernas!, y yo digo Dios mío las rodillas. Cuando veas a una señora mayor enseñando las rodillas, mal, las mías no se ven, las tengo de 80 años. También el cuello nota el paso de los años, como no quiero hacerme operaciones de estética siempre voy con jerseis de cuello alto y bufandas, el otro dia en “Cine de Barrio” el estilista, un chico maravilloso, me preguntó si me importaria ir siempre con cuello alto y sin bufanda porque vamos a entrar en primavera y me había comprado una ropa estupenda y no me queria ver ni con bufandas ni pañuelos. En este tema mi ejemplo es Diane Keaton, ella tampoco se ha operado, lleva las mangas tapándose con guantes en todo momento. Pues eso hago yo, pero estoy estupenda, estupenda dentro del límite de la edad.
Tienes la cabeza bien puesta La cabeza me funciona estupendamente, la tengo cuadriculada, soy de de Valladolid, hija de padre militar y de madre maestra, y soy cuadriculada, eso sí.
Y todavia con ilusión Eso sí, me sigue gustando muchísimo mi trabajo, ahora voy con bastón porque me caigo mucho, y mi hijo me obliga a llevarlo y, a veces cuando subo a un taxi y me cuesta entrar con el bastón el taxista me pregunta porqué no dejo el trabajo. Mi contestación siempre es la misma, si lo dejo quién hara personajes de mayor, Lola Herrera, Julia Gutiérrez Caba y yo somos las mayores, siempre sigo los pasos de Nuria Espert, siempre digo que quiero ser Nuria Espert, quiero ser Lola Herrera, quiero ser Julia Gutiérrez Caba, ¿para que voy a hablar de actrices americanas si aquí tenemos maravillosas que siguen trabajando y están estupendas?, con Lola Herrera hablo como amiga, no soy enemiga, puedo ser rival que no es lo mismo que enemiga. Me ha pasado lo mismo con Lina Morgan, todo el mundo decía que tenía un enfretamiento con Lina Morgan, y yo digo, ¿cómo vamos a estar enfrentadas?, ella llena su teatro y yo lleno el mío, fue una maravillosa persona con la que tuve una amistad hasta el último momento, cuando ya se aisló, ya no nos vimos más para qué te voy a decir que quiero ser como Meryl Streep, te he hablado de Diane Keaton por lo de la bufanda y lo del cuello. Mis ejemplos son las actrices españolas que tenemos, fíjate en Julia Gutiérrez Caba, maravillosa, y todas las demás de las que te he hablado.
¿Hay actrices jóvenes que puedan llegar a hacer una larga carrera como la tuya? Está Blanca Suárez, con la que he hecho “Las chicas del cable”, es estupenda en este y en otros trabajos. Es una primera actriz guapísima que llega en zapatillas al rodaje, y estupenda al camerino, yo ya era estrella con 19 años, no puedo tener ningún tipo de rencor por las que valen. Y si hablamos de una que vale muchísimo esta es mi sobrina Manuela, ahora está en el Maria Guerrero haciendo una obra sobre la reina portuguesa Inés de Castro. Manuela no sale mucho en la prensa del “corazón”, quizás porque no es muy de “corazón” , pero Manuela a sus 41 años, es la mejor actriz que hay, es una gran actriz que lo mismo hace comedia que drama. Ahí tienes dos nombres Manuela Velasco y Blanca Suárez.
¿Ya no eres la musa de Antonio Gala? Es que está malito y no tengo ninguna relación con él, le trato a través de su secretario, de Luís, pero adoro a Antonio Gala. Soy la actriz que más obras suyas ha estrenado, está en el Libro de Records Guinnes, seís en total, entre ellas dos musicales “Carmen Carmen” y “La Truana”. Unas veces me pedía él que estrenara su obra y en otras le pedía yo que me escribiera alguna. Aunque él siempre ha dicho que era yo la que pedía que me escribiera obras. Ahora se que está viviendo en la Fundación en Córdoba. Ya es muy mayor, antes se quitaba años, la única que no se los ha quitado soy yo.
¿Trabajaste con Montserrat Caballé? Pues si, en “Viva el espectáculo”, espectáculo televisivo que yo hacía en directo desde “Florida Park”, maravillosa señora, con ella y su familia he tenido una relación enorme. En Televisión hicimos el dúo de “Los Gatos” que, después, ella cantó con su hija. Mi hizo ir al Conservatorio de Córdoba para que allí dictaminaran si yo era capaz de cantar con ella. Era tan divertida y estupenda.
La Caballé tenía un buen agudo Bueno yo también he tenido la voz estupenda, pero siempre algunos me han criticado preguntando que por qué cantaba, como si no se pudiera hacer todo, yo cantaba bien, lo que pasa es que no soy capaz de cantar sino es en una comedia musical como “Hello Dolly” o “La Verbena de la Paloma” y también en “Viva el espectáculo” donde cantaba en directo. Te mandaré el video de una actuación que hicimos juntas en “Florida Park” Tina Turner y yo, ambas cumplíamos ese día 50 años yo canté un tema de “Carmen, Carmen”, “Echar a andar” de Cánovas y Gúzman, y Tina cantó algunos de sus temas. Es que las de los 80 somos estupendas.
¿Estareis tres semanas en Barcelona? Serán cuatro porque nos han aumentado una, en este momento es lo más que te puede pasar, cuando fuí con “Reina Juana” íbamos para dos y estuve cinco, y ahora, en principio, estábamos tres y ahora me han dicho que estamos cuatro, del 12 de febrero hasta el 8 de marzo, hay que llenar, lo que quiero es llenar, ¿te acuerdas de esa obra que hice en el Teatro Goya que me dirigió Pou y se llamaba “Yo lo que quiero es bailar”, ahora lo que yo digo es “yo lo que quiero es llenar”.Parece que la venta va bien, si no hay venta anticipada, no se va a los sitios, vivimos para el público, cuando voy a comprar pescado no me dice la vendedora: “me da dos entradas y a cambio le voy a regalar dos merluzas”, no, esto no es así. Naturalmente que siempre hay invitaciones el día del estreno, pero después el público tiene que pagar su entrada, somos cinco técnicos y cinco actores para hacer la función que no es una nómina barata. Ahora trabajo con Pepe Ocio, un buen actor, con el que trabajé este verano en Mérida. Es un primer actor, trabajar con él es como si hiciéramos la función por primera vez, la ha hecho suya, le gusta tanto hacerla, y es tan buen actor como buena persona, a mi eso de que es muy buen actor y muy mala persona no me vale, porque en el escenario te encuentras con gente con la que no puedes trabajar.
A lo largo del tiempo que llevais la obra en cartel ¿el texto ha sufrido alguna variación, hay improvisaciones? No se dice nada improvisado, Manuel es muy estricto en este tema, todo está escrito, aunque en un aparte, en un momento que invitamos a los espectadores a tomar un bocadillo, me deja decir lo que quiera, ahí si que puedo añadir alguna cosa, le pregunté si podía hablar en catalán y me dijo que si quiero puedo decir “ja sóc aquí” es lo único que me deja decir fuera del texto. Lo difícil del teatro es que parezca que nos lo inventamos. Ahora Pepe Ocio no inventa nada pero hace diferente al personaje al hacerlo suyo, me hace reír pero no puedo hacerlo estando en escena porque quién ha de reír es el público.
¿Desearias tener un funeral como el de esta obra? No, por Dios,no,no, a mí lo que me gustaría llenar es en el entierro, (ríe), eso si lo digo, sí, porque, por ejemplo, hay gente que se ha portado mal en la vida y luego no les quieren, pero mira a Tony Leblanc, a la más grande, Lola Flores, a Rocío Jurado, tambíen la más grande en todo, como cantante y como persona, no me la toques. A Lola Flores cada día le dedico un recuerdo en el escenario, Emmanuel Medina, uno de los actores me dice, “pero tú no eres una Faraona”, le digo que no porque Faraona sólo ha habido una, y entonces el público exclama unanimamente Lola Flores, que aparte de ser un genio era una persona maravillosa. Cada vez que voy al cementerio a ver a los míos pongo un clavel en la tumba de Lola Flores.
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