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Condenados a sufrir (0-2)

Osasuna cayó por 0-2 ante un Málaga que coge aire y crédito de cara al futuro
Andoni Irisarri Ruiz
lunes, 10 de marzo de 2014, 21:20 h (CET)
Ficha técnica
0- CA Osasuna: Andrés Fernández (1); Oier (1), Arribas (0), Loties (1), Damià (1); Silva (0), Lolo (1), Roberto Torres (2), Cejudo (1), Armenteros (1) y Oriol Riera (1).

2 - Málaga: Willy Caballero (3); Jesús Gámez (1), Angeleri (1), Flavio (1), Antunes (1); Sergi Darder (1), Camacho (1), Duda (1), Amrabat (3), Samuel (1) y Roque Santa Cruz (2).

Goles: 0-1 (m.13) Samuel; 0-2 (m.65) Amrabat.

Cambios: Sergio Sánchez entró por Samuel, Tissone por Darder y Juanmi por Amrabat. Acuña entró por Oier y Nino entró por Lolo.

Árbitro: Teixeira Vitienes (colegio cántabro) (1/3). Por parte del Málaga Sergi Darder vio la amarilla y Jesús Gámez fue expulsado por doble amonestación. Camacho también vio la tarjeta. Por parte de Osasuna, Silva fue el único amonestado.

Incidencias: El Sadar (Pamplona). 13.297 espectadores.

Datos destacables
Lo mejor: Amrabat
El jugador de origen marroquí dio un recital por banda izquierda. Toque, clase e intensidad para superar una y otra vez la débil defensa osasunista.

Lo peor: Los fantasmas de otros tiempos.
Hacía muchos partidos que Osasuna no demostraba una cara tan pobre en casa. El Málaga, con poquísimo, la lió en El Sadar

El dato:
Hubo más de 13.000 espectadores en las gradas. Una buena cifra para tratarse de un lunes.
Osasuna especuló y no le pudo salir peor. Tras una jornada muy desafortunada en la que sus rivales directos por la permanencia (Granada y Valladolid) ganaron sus encuentros, cayó por dos goles a cero frente al Málaga de Schuster, que coge algo de aire y crédito. Samuel hizo el primero al correr del minuto 13 y Amrabat, en el 65, puso la puntilla a unos hombres de Osasuna que no dieron pie con bolo en casi todo el encuentro, pero que gozaron de suficientes oportunidad para conseguir al menos algún gol. Willy Caballero, el mejor jugador blanquiazul de la tarde-noche, sacó lo indecible. Con este panorama y teniendo en cuenta el próximo desplazamiento, que será para enfrentarse al Barcelona, los hombres de Gracia están condenados a sufrir.

Sin premio cara a puerta
El Sadar mostró una buena entrada pese a ser lunes, y el partido se preveía apretado desde el primer minuto. El Málaga salió mejor, más enchufado, sobre todo gracias a las buenas acciones de Amrabat por banda y gracias al buen criterio de la zurda de Duda. Al contrario de lo que le suele suceder a Osasuna, el arreón inicial le bastó al Málaga para hacer el primero y adelantarse en el marcador. Samuel aprovechó un buen centro de Amrabat desde banda izquierda para cruzar ante Andrés Fernández. Con el 0-1 el equipo de la costa del sol relajó líneas, y Osasuna fue poco a poco cercando la portería de Caballero. Con la misma jugada de estrategia con la que Cejudo marcó al Atlético de Madrid lo intentó Damià, esta vez de cabeza, pero su remate lo proyectó demasiado cerca de los pies de Willy Caballero, que rechazó sin mayores problemas. Fue entonces cuando el partido se rompió por completo, gracias en parte a la escasa solidez defensiva de ambos cuadros. Loties estrelló al palo un balón muerte en el área y luego remató mansamente a las manos de Caballero, y a pesar del goteo de ocasiones por parte de los de Javi Gracia el gol no llegó.

Imprecisiones por doquier
La vuelta de los vestuarios trajo reminiscencias de partido anteriores. Mucho hay que remontarse para recordar un Osasuna tan poco afortunado, con tanta imprecisión y con la perpetua sensación de estar jugándosela innecesariamente. Arribas fue un chollo para los hombres de Schuster y en más de una ocasión hizo temblar a los parroquianos rojillos con sus malas entregas. La desidia en la medular de Silva o Lolo impidieron crear jugada alguna, y Oriol Riera no fue ni la sombra de otras ocasiones. Solo Roberto Torres parecía decidido a revertir la situación, pero cada vez que el de Arre lo intentaba se encontraba o bien con la defensa malagueña, que a pesar de estar con 10 se mostró infinitamente más sólida que la local, o bien con Willy Caballero, que desquició a todo El Sadar con sus constantes paradas. Fue así como en el minuto 65 Amrabat aprovechó una buenísima dejada de Roque Santa Cruz dentro del área para cruzar ante la mirada de Andrés Fernández. Ya con el 0-2 y con el partido muy amarrado, Schuster movió ficha dando entrada a Tissone, que sustituyó a Sergi Darder, quien además tenía amarilla. Un buen cambio por parte del técnico alemán, que dotaba así al medio campo de su equipo de más músculo y agarre para asegurar los tres puntos. Tanto fue así que Osasuna ya no pasó de colgar balones sin sentido a los que ningún rojillo sacaba provecho. Solo un buen disparo de Cejudo logró inquietar a los visitantes, pero nuevamente el guardameta argentino respondió con seguridad. La entrada al terreno de juego de Nino significó la muerte del partido, y no porque el almeriense lo hiciese mal, sino porque Osasuna en conjunto bajó los brazos.

Derrota y fuga de aficionados antes de tiempo. Mucho tienen que cambiar las cosas si no se quiere volver de Barcelona con un saco.

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