Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Jesús | Religión | Evangelio

​Esta es una de las bellas palabras castellanas que está cayendo en desuso

Una de las acepciones que recogen los diccionarios sobre este término es la siguiente: “Cuidado que tiene Dios de la creación y de sus criaturas”
Manuel Montes Cleries
lunes, 9 de marzo de 2020, 08:23 h (CET)

Para comprender esta explicación hay que ser mínimamente creyente. Con lo poquito que recordamos de nuestra instrucción catequética, entendemos que la providencia divina es la ayuda que Él nos presta para superar problemas y necesidades imperiosas.

Esta buena noticia de hoy me llega en uno de los lugares que me permiten el acercarme con cierta dignidad a los menos favorecidos. Dicho lugar funciona con los medios económicos y materiales justos. Normalmente nunca falta nada de lo imprescindible… pero tampoco sobra. Una pequeña cocinita, unos servicios limpios, unos sillones-cama aceptables y un ropero que se surte de las aportaciones de las personas de buena voluntad.

Las necesidades de los que viven en la calle son múltiples. De las dimensiones que depara el no tener nada. Con cierto pudor se acercan a los responsables y les preguntan si le pueden suministrar unos calcetines, una chaqueta de chándal, unas zapatillas o alguna ropa interior.

La persona que se los da me comentaba con estupor que no sabía de donde lo sacaba, pero que siempre encontraba con algo que pudiera cubrir la necesidad del acogido. Sentenciosamente me dijo: La providencia. Se sintió un poco cortada para decirme el apellido de la palabra mencionada. Entre los dos la completamos: La providencia divina.

Y no se trata de que Dios baje a la tierra para buscar unos calcetines. Es que te utiliza como instrumento, como el largo brazo que se extiende por el mundo. Ese brazo en forma de sanitario, de maestro, de cooperante o de voluntario de todo tipo, que hace presente y operante las manos de Jesús de Nazaret.

El que no se pierda el uso de la palabra providencia entre nosotros depende de que la pongamos en práctica con nuestro esfuerzo. Sí, ya se que están pensando mis lectores: “ya está aquí Manolo con sus homilías”. Que queréis que os diga. Uno habla –o escribe- de lo que conoce y domina un poco. Encontrar “buenas noticias” en un telediario es muy difícil. Encontrarla entre los que intentan vivir el Evangelio es más fácil.

Noticias relacionadas

Una noche de fiesta y alcohol, después de pelear a puñetazos con otros intelectuales como él, concretamente con Jason Epstein y George Plimpton, volvió a casa con un ojo amoratado, un labio hinchado y la camisa ensangrentada. Su segunda esposa, Adele Morales, le regañó. Él sacó una navaja con una hoja de seis centímetros y la apuñaló en el abdomen y en la espalda. Tuvo suerte de no morir.

Resulta sugestiva la emergencia de las religiones no teístas. No me refiero al budismo o al taoísmo, sino a esas otras creencias que proliferan en nuestros días. Ciertas teorías de la conspiración funcionan como religiones, pero, además, se van conformando otras, entre las que cabría destacar la denominada “ecolatría”, por utilizar el nombre que le dio Fernando Savater hace ya tres décadas.

La antipolítica ha encontrado su mayor triunfo: un apoliticismo político que encarna un rechazo consciente a la política tradicional. Y aquí es precisamente donde la paradoja se vuelve elocuente. La falta de propuestas, los escándalos recurrentes, la constante guerra entre bandos, empuja a un desinterés de la política con nombre y apellidos que desemboca en un afán antipolítico visceral, construido alrededor del rechazo. 

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto