La Caja de las Letras del Instituto Cervantes, antigua cámara acorazada de un banco en el que se atesoran en la actualidad los legados que han dejado más de 60 personalidades de la cultura en español desde 2007, está por primera vez al alcance de todos a través de internet.
Y es que el Instituto Cervantes ha decidido ofrecer por primera vez una visita virtual a la Caja de las Letras que permitirá al público de todo el mundo conocer los secretos de este peculiar rincón de su sede en Madrid, en cuyas cajas de seguridad se guardan los legados de destacados hombres y mujeres de la cultura española e hispanoamericana.
La Caja de las Letras está ubicada en los sótanos de la sede central del Instituto Cervantes (Madrid) un edificio que terminó de construirse en 1918 y que albergó durante décadas diversas entidades bancarias. Por eso cuenta con una cámara acorazada con casi 1800 cajas de seguridad.
Desde 2007, en estas cajas se guardan legados que resumen la vida y los recuerdos personales de nombres propios de la literatura, el cine, el arte, la música, la danza, el teatro o la ciencia. Entre los escritores, se encuentran todos los premios Cervantes desde aquel año.
El primer invitado fue, en febrero de 2007, el veterano Francisco Ayala, quien ya había recibido el máximo galardón de las Letras españolas con anterioridad. Otros premiados autores son Juan Marsé, Elena Poniatowska, Juan Gelman, Caballero Bonald, Nicanor Parra, Ana María Matute, Eduardo Mendoza, Sergio Ramírez, Ida Vitale o -el más reciente- Joan Margarit.
A los autores se suman cineastas (Luis García Berlanga), artistas (Antoni Tápies), bailarines o coreógrafos (Alicia Alonso, Víctor Ullate), actores (Alexandre, Nuria Espert, Ana Belén), humoristas (Les Luthiers), científicos (Margarita Salas) y músicos (Luis de Pablo).
También hay legados "in memoriam", de personalidades que ya habían fallecido, como García Márquez, Miguel Hernández, Buero Vallejo o la argentina Alejandra Pizarnik.
En este año 2020 han dejado legados Vicente Molina Foix, quien dejó (24 enero) una especie de "testamento" con escritos en los que resume su trayectoria y reflexiona sobre el futuro o la muerte, o el irlandés Ian Gibson, que legó (18 febrero) dos libros de Gerald Brenan, autor que le marcó en su decisión de estudiar la historia reciente de España.
También el hispanista británico Paul Preston, quien entregó (28 febrero) al director del Cervantes, Luis García Montero, en la sede de Londres el primer legado "a distancia" (un ejemplar de su primer ensayo, de 1978, con anotaciones de Raymond Carr); y las filósofas Victoria Camps y Amelia Valcárcel, que depositaron (4 de marzo) objetos relacionados con dos de sus respectivos maestros: López Aranguren y Carlos Castilla del Pino.
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