La recién reelegida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha vuelto a lanzar este lunes un mensaje apostando por el "diálogo" e insistiendo en la necesidad de "construir puentes", a la vez que se ha comprometido a anunciar medidas que restablezcan la confianza en la economía brasileña "antes de que finalice el año".
Un día después de ganar las elecciones, la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) se ha mostrado dispuesta a "recibir las propuestas de los diferentes sectores de la sociedad para gobernar" y ha añadido que no va a esperar para iniciar todas las acciones de transformación y mejora del crecimiento de la economía de Brasil.
"Dije ayer (por el domingo) que hay que abrir el diálogo en todos los segmentos de la sociedad. Creo que la palabra clave ahora es el diálogo. Quiero hablar con los sectores empresariales, financieros y con el mercado, para discutir cuáles son los caminos a seguir en Brasil. Creo que tenemos que pasar por este proceso", ha apostillado la presidenta.
Asimismo, Rousseff ha restado importancia a la reacción de los mercados financieros después de su ajustada victoria en las urnas, en unas declaraciones que publica el diario brasileño 'O Globo'. El lunes, la Bolsa de Valores de Sao Paulo cayó un 2,77 por ciento, mientras que el dólar subió un 2,64 por ciento. "El mercado se calmará", ha vaticinado.
La mandataria brasileña ha indicado que la reforma política será "uno de los desafíos" a los que se enfrentará en este segundo mandato. En este sentido, ha defendido que la reforma debe partir del documento aprobado por la Convención Nacional de Obispos de Brasil y el Colegio de Abogados de Brasil (OAB), que cuenta con las firmas de más de cinco millones de personas.
"Es esencial hacer una reforma política", ha insistido Rousseff, que ha asegurado tener varias propuestas sobre la mesa, aunque ha manifestado que éstas deben ser evaluadas. Por otra parte, ha señalado que ella luchó por la reforma fiscal, que finalmente no fue enviada al Congreso, y ha apuntado que el sistema simplificado para el cálculo de los impuestos para las pequeñas empresas --que fue aprobada en mayo-- supone "un primer paso".
En cuanto al mensaje recibido de las urnas, la presidenta ha afirmado que "una elección es siempre un mensaje de cambio", en la que personas con diferentes posiciones buscan una mejora para el país.
"La democracia une a las personas a pesar de las diferentes posiciones políticas", ha concluido Rousseff, para quién las palabras más pronunciadas durante la campaña fueron "cambio" y "reforma".
SEGUIRÁ INVESTIGANDO EL CASO PETROBRAS
Sobre el escándalo de corrupción en la compañía estatal Petrobras, Rousseff se ha comprometido a investigar y no dejar "ninguna piedra sin remover". Sin embargo, ha criticado el artículo de la revista brasileña 'Veja', que apunta a que Rousseff y el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva tenían conocimiento del plan corrupto.
Finalmente, al ser preguntada por la derrota electoral del PT en la ciudad de Sao Paulo, la presidenta ha dicho que se debe a que la crisis por la escasez de agua no fue denunciada lo suficiente durante la campaña electoral.
"En Sao Paulo nos enfrentamos a la mayor crisis del agua en Brasil y, sin embargo, hasta la víspera de la primera ronda nadie se refirió a este tema", ha criticado Rousseff, que ha argumentado que no hay información precisa acerca de este grave problema de sequía al que se enfrenta una de las ciudades más importantes de Brasil.
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