El papel de la historia ante una crisis como la pandemia que hoy vivimos, ha sido siempre juzgar el pasado para instruir el presente en beneficio del futuro.
Un personaje polifacético que sin proponérselo dejó su huella en la historia fue Marco Aurelio, el recordado emperador filósofo, a quien una pandemia que se extendió por todo el imperio romano puso a prueba. Fue la peste antonina, que alude a la dinastía a la cual pertenecía, y que también fue conocida como plaga de Galeno, en memoria del famoso médico del citado emperador cuyo nombre es hoy sinónimo de profesional médico.
Lucio Vero, que cogobernaba el imperio, había emprendido una campaña en Oriente donde sus legiones sufrieron el azote de una enfermedad desconocida que hoy se supone era la viruela.
Una pandemia es un problema sanitario, pero sus consecuencias también pueden ser militares, y la peste antonina lo demostró. Debilitado por la epidemia que afectaba sus legiones, Vero debió firmar la paz con los partos y retirarse de Mesopotamia.
Para colmo de males, en su penosa retirada con tropas enfermas el mismo Vero enfermó y falleció, y sus tropas importaron la enfermedad a occidente. Ello puso a prueba al emperador filósofo, quien no se intimidó por la grave situación.
Una de las máximas de Marco Aurelio era que al hombre no se le presenta jamás una dificultad que sea incapaz de superar. También es famoso su pensamiento sobre los consejos: consideraba que los mejores eran aquellos que uno se daba a sí mismo.
Precisamente sus anotaciones las hacía bajo el título de “Consejos a mí mismo”.
Hoy asistimos a una pandemia que ha logrado interrumpir los campeonatos deportivos e incluso las olimpiadas, debido al aislamiento social impuesto por las circunstancias. Aunque hace dieciocho siglos no se conocía la cuarentena, existe un episodio de la peste antonina llamativamente similar.
A raíz de que la peste antonina diezmó las legiones y faltaban soldados, Marco Aurelio ordenó enviar gladiadores a combatir, lo cual generó descontento en Roma. Era parecido a lo que hoy para muchos representa suspender el fútbol por cuarentena.
Los romanos, amantes del circo, quedaron frustrados y en su amargura denostaban al emperador quejándose de que les privaba de sus costumbres recreativas y los quería hacer filosofar por la fuerza. Todo ello a pesar de que su gobernante solo estaba velando por la propia seguridad de su pueblo.
Tal vez la peste antonina incentivó el espíritu filosófico del emperador, y aunque no se conocían aún los medios ni métodos para enfrentar una pandemia, la filosofía demostró que podía contarse en el arsenal de opciones.
Contra viento y marea, Marco Aurelio sostuvo a su imperio enfrentando tanto las consecuencias políticas, sociales y militares derivadas de la pandemia. Mantuvo a salvo la integridad de su imperio, y demostró la eficacia del pensamiento en tiempos de una pandemia.
La disciplina de empezar por uno mismo fue uno de sus más eficaces legados morales, en un tiempo donde la conducta humana puede definir la propia supervivencia.
Galeno lo acompañó en el momento de su muerte, y consignó que sus últimas palabras fueron " al fin parece que me quedaré solo conmigo mismo" y las pronunció sonriendo. Después, hizo su último desfile triunfal. LAW
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