'La puta enamorada' de Chema Cardeña vuelve 15 años después de su estreno al Teatro Rialto de Valencia con un nuevo reparto y bajo la dirección de Jesús Castejón para enfrentarse esta vez a un panorama cultural "muchísimo más desolador" que entonces donde las relaciones entre el poder y el arte son más que "tristes", por no decir "inexistentes".
Así lo ha asegurado este jueves Cardeña, autor del texto, durante la presentación del montaje en la capital valenciana, donde llega tras varios meses de gira para subirse a los escenarios del Teatro Rialto, del 13 al 16 de noviembre, y de la Sala Russafa del 21 al 30 de noviembre, de la que es responsable el propio Cardeña.
La producción, a cargo de la compañía castellanoleonesa Eurocena, está encabezada en esta ocasión por Eva Marciel ('Vive cantando', 'Los Misterios de Laura' o la tv movie 'Mi Gitana', entre otros), Javier Collado ('Amar en tiempos revueltos' o 'Cuéntame cómo pasó') y Federico Aguado ('Amar es para siempre' y 'Hospital Central'), que recrean los amores entre el pintor Diego Velázquez y la amante del rey Enrique IV, 'La Calderona'. Una tragicomedia de amores imposibles que subraya las relaciones entre el poder y el arte.
En este sentido, el autor del texto -galardonado con el Premio Max Aux al Mejor Texto (1999) y el Premio de la Crítica de Barcelona al Mejor Texto Dramático(1998)- ha señalado que "las cosas entre el poder y la cultura están muchísimo peor" que en aquella época. "Nunca han estado bien -ha admitido Cardeña- pero ahora están mucho peor".
A su entender, "las relaciones de poder siempre son complicadas, siempre hay un amor-odio y una dependencia. El artista ha dependido del poder y el poder ha utilizado al artista. Eso es, ha sido y será siempre".
'La puta enamorada', ha recordado, se estrenó en un teatro que ya no existe, 'Espai Moma', en un tiempo en el que "había un circuito teatral valenciano increíble de más de 80 plazas, y girar era mucho más sencillo, estuvimos en muchísimas plazas. Hoy en día, cuesta muchísimo hacer eso y el panorama es muchísimo más desolador". "Cuántas cosas se han pedido, ha lamentado, sobre todo cada vez que se cierra un teatro es un drama".
Cardeña ha criticado que "ahora las relaciones entre el poder y la cultura son inexistentes". Según ha apuntado, "está claro que al poder no le interesa el arte porque le molesta y el teatro molesta mucho, es un arte en directo, en vivo y eso da mucho miedo". Por eso está "asfixiado con un IVA injusto e indecente", ha censurado.
Para el autor, "es indecente condenar a un pueblo a no poder acceder a la cultura es indecente" subiendo el precio de las entradas pero "El teatro no puede desaparecer, ni desaparecerá, es imprescindible" y un Gobierno que desprecia de esta manera el teatro lo tiene todo perdido", ha advertido.
ARGUMENTOS PARA PROTESTAR
En la misma línea, el actor Javier Collado ha querido parafrasear una de las citas que su personaje recita en la obra: "Ya no hay cómicos en España. Sus reyes y gobernantes nos han quitado el trabajo. Son mucho mejores. En el alcázar y los palacios se dan las buenas representaciones ¿No os parece así, señor?".
Así ha reivindicado la "rabiosa actualidad" del texto por la relación que describe entre arte y el poder. "Creo que a los amantes del teatro les va a dar muchos argumentos para luego protestar un poco más", ha bromeado.
Su compañera de reparto, Eva Marciel ha resaltado el montaje como una producción "contemporánea enmarcada en el Siglo de Oro" que se adentra en las pasiones, los amores prohibidos y las traiciones, además del mundo del arte.
Al respecto, Jesús Castejón ha señalado que ha querido ser fiel a un "texto inviolable que no tiene desperdicio" y darle su visión personal. Al leerlo le pareció "además de puro teatro, pura comedia con final no feliz" porque además del amor imposible muestra cómo "a veces los artistas se ven obligados a hacer lo que no les gusta. Pocos pueden elegir dentro del arte lo que quieren hacer. Cada día más quienes pagan quieren mandar sepan o no sepan", ha concluido.
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