El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha denunciado este
jueves en un discurso a la nación que el sistema migratorio del país "está
roto" y ha anunciado acciones ejecutivas para reformarlo y conseguir que
los inmigrantes indocumentados "salgan de las sombras y regularicen su
situación ante la ley".
El plan de Obama permitirá que entre 4,5 y cinco millones de padres de
ciudadanos y residentes permanentes puedan quedarse temporalmente
en Estados Unidos, sin sufrir la amenaza de una deportación. El
mandatario ha puesto énfasis en la necesidad de deportar a
sospechosos de terrorismo, delitos violentos y miembros de pandillas,
"pero no a las familias".
"Hoy nuestro sistema de inmigración está roto y todos los saben", ha dicho Obama al
inicio de su discurso, en el que ha denunciado el inmovilismo en torno a esta cuestión
durante las últimas décadas. En este punto, ha rechazado las críticas de los republicanos,
que dicen que su decisión de pasar por alto al Congreso y recurrir a acciones ejecutivas es
equivalente a la "amnistía" para los inmigrantes irregulares.
En respuesta, el presidente ha afirmado que "la amnistía es el sistema de inmigración
que existe hoy en día, gracias al cual millones de personas viven sin tener que pagar sus
impuestos ni cumplir con las reglas del juego" y ha instado al Partido Republicano a
debatir una reforma migratoria integral que la Cámara de Representantes, controlada por
los republicanos, "ha bloqueado".
"Sigo creyendo que la mejor manera de resolver este problema es trabajar juntos para
aprobar ese tipo de ley de sentido común. Pero hasta que eso ocurra, hay medidas que
tengo la autoridad legal para tomar como presidente --los mismos tipos de medidas
adoptadas por presidentes demócratas y republicanos antes que yo-- que ayudarán a que
nuestro sistema de inmigración sea más justo y más adecuado", ha apostillado.
Asimismo, Obama ha añadido que "durante más de 200 años, la tradición de acoger a
los inmigrantes de todo el mundo ha dado a Estados Unidos una gran ventaja" e insiste en
que con estas medidas va a hacer que sea "más fácil y más rápido" para los inmigrantes
altamente cualificados, licenciados y empresarios "quedarse en el país y contribuir a su
economía".
MEDIDA PARA DETENER LAS DEPORTACIONES
El decreto de Obama para proteger de la deportación a los padres indocumentados de
ciudadanos estadounidenses se aplicará a inmigrantes que han estado en el país durante
al menos cinco años, tal y como venía avanzando la Casa Blanca. Estas personas
deberán salir de la clandestinidad a través del registro y obtendrían una suspensión
temporal de deportación y un permiso para trabajar durante tres años.
"Si usted ha estado en Estados Unidos durante más de cinco años; si tiene hijos que son
ciudadanos de Estados Unidos o residentes legales; si se inscribe, se comprueba que no
tiene antecedentes penales, y está dispuesto a pagar la parte de impuestos que le
corresponde, entonces podrá pedir quedarse en este país de manera temporal sin temor a
ser deportado. Podrá salir de la oscuridad y tener todo en regla", ha dicho.
De acuerdo los medios locales, esta acción ejecutiva indica que las solicitudes para
pedir la protección de la deportación de padres de ciudadanos y residentes permanentes
no podrán ser enviadas hasta por lo menos la primavera de 2015.
"He visto la angustia y la ansiedad de los niños cuyas madres podrían ser enviadas lejos
de ellos", ha añadido el presidente al justificar las medidas que adoptará su Ejecutivo,
indicando a la vez que hace falta un debate "congruente, reflexivo y compasivo" que se
centre en las esperanzas y "no en los miedos".
"¿Somos una nación que acepta la crueldad de alejar a los niños de los brazos de sus
padres? ¿O somos una nación que valora las familias, y trabaja para mantenerlos juntos?", pregunta el presidente a los espectadores que han seguido su discurso, que ha sido
emitido en 'prime time' a través de los principales canales de televisión estadounidenses.
En cualquier caso, ha dicho que se van a seguir concentrando recursos para aplacar las
amenazas reales a la seguridad. "Pero con los criminales, no con las familias", ha
reiterado. Así, el jefe de Estado ha apuntado que "a pesar de ser una nación de
inmigrantes, Estados Unidos también es una nación de leyes" y, por lo tanto, ha destacado
su compromiso por asegurar las fronteras del país norteamericano.
LA SEGURIDAD EN LAS FRONTERAS
En su discurso en la Casa Blanca, Obama ha recordado que desde el principio de su
mandato hizo lo que estuvo en sus manos para asegurar las fronteras del país. "Hoy en
día, contamos con más agentes y tecnología desplegados para asegurar nuestra frontera
sur que en cualquier otro momento de nuestra historia", ha aseverado.
En la que respecta a la seguridad fronteriza, Obama ha explicado que en los últimos seis
años "los cruces ilegales de la frontera se han reducido en más de la mitad" y se
encuentran "en su nivel más bajo desde la década de 1970", pese a que el pasado verano
se produjese un "breve repunte" en la llegada de menores no acompañados.
Por otra parte, el presidente ha asegurado que de haberse aprobado la reforma
migratoria que el Senado --con el apoyo de 68 demócratas, republicanos e independientes-
- mandó a la Cámara de Representantes "habría duplicado el número de agentes de la
patrulla fronteriza", a la vez que ofrecía a los inmigrantes indocumentados un camino
hacia la ciudadanía.
En este contexto, Obama ha insistido en denunciar la oposición republicana por
bloquear su propuesta, que era --según repite-- "un compromiso adquirido por el Gobierno
con sus votantes--, y ha citado al expresidente George W.Bush, quien dijo que los
inmigrantes "son parte de la vida de Estados Unidos", para incidir en la importancia de
buscar acuerdos conjuntos que conviertan las medidas ejecutivas en leyes permanentes.
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