Según el último “Estudio sobre la demanda turística en España” elaborado por el equipo de Turismo de Simon-Kucher & Partners y, teniendo en cuenta los rebrotes y restricciones implementadas por la mayoría de países en Europa para viajar a España, la crisis por la pandemia del COVID-19 generará una pérdida de 54,3M de turistas en 2020, lo que supone un decrecimiento del 65%. Este hecho marcará un antes y un después en el sector turístico, ya que las pérdidas económicas alcanzarán los 88.000 millones de euros, o lo que es lo mismo, un 6,2% del PIB nacional.
Concretamente, el mercado más damnificado es el inglés, con una caída estimada en 12M de turitas (-67%). Si el año pasado llegaron 18 millones de turistas ingleses a España, en 2020 se estima que serán unos seis millones. Las cuarentenas impuestas a los turistas que regresen de España ha incrementado la caída de estos viajeros. Un 40% de los británicos encuestados en el Informe afirma que hará turismo nacional, lo que supone un duro golpe al turismo de costa.
El impacto en el flujo de turistas internacionales es distinto por cada comunidad autónoma: Baleares muestra el declive porcentual más significativo (-76%), representando aproximadamente una pérdida de más de 10M de turistas. Cataluña, por su lado, es la comunidad que más contribuye a la pérdida absoluta de turistas, con una caída cercana a los 13M.
Canarias es la región turística relevante con una menor afectación porcentual (-53%).
Estas diferencias se deben principalmente a tres factores clave: La estacionalidad de cada destino: las regiones con más dependencia en los períodos de primavera y verano se ven más afectadas por el mayor impacto previsto en los flujos turísticos durante esos meses. El ejemplo más claro es Baleares, que concentra un 76% del turismo entre mayo y septiembre. Cataluña, Andalucía y Valencia también sufren, aunque en menor medida, por esta razón mientras que Canarias y Madrid se benefician de un perfil estacional más estable a lo largo del año.
El mix de nacionalidades en cada región: existen diferencias significativas en el declive esperado en cada mercado de origen. El peso de cada mercado dentro de cada región afecta al declive total en cada una de ellas. Por ejemplo:
Las regiones vacacionales de costa (Baleares, Canaria, Andalucía y Valencia) se ven más afectadas por el alto peso del turista inglés (mercado europeo donde se esperan las mayores caídas).
Madrid, por su lado, se ve afectada por el alto peso de mercados de largo radio, especialmente asiáticos y latinoamericanos, los cuales demorarán su recuperación turística.
Accesibilidad de cada región y proximidad del mercado emisor: un 37% de los turistas europeos prefieren viajar este año con métodos de transporte privado, preferiblemente a regiones próximas a su vivienda habitual. En cuanto al turismo internacional se refiere, este aspecto beneficia a las regiones del norte peninsular mientras que penaliza gravemente a los archipiélagos. No solo observamos que la mayoría de turistas prefieren evitar de momento el transporte aéreo, sino que además la capacidad ofertada por las aerolíneas es aún significativamente limitada.
En palabras de Carles Munich, Manager de Simon-Kucher & Partners: “Nos queda salvar la temporada de otoño-invierno en zonas turísticas como Canarias y retomar el flujo de viajeros para lo que queda del año dentro de la Península”. Y añade: “En estas últimas semanas se ha producido un repunte en las cancelaciones, lo que supone el punto y final a la peor temporada para la gran mayoría del sector turístico”.
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