A lo largo de esta semana nos hemos enfrentado a dos gestos que denotan el talante, la formación, la ralea del individuo y la buena o mala leche del sujeto. (O sujeta).
Comenzaré por el, a mi entender, gesto negativo. El comentario de un ministro del actual gobierno, sobre el Rey y sus circunstancias. No merece más que mi reprobación y las de muchos que entendemos la forma de hacer política constructiva de otra manera. Intencionalidad negativa.Ç
El gesto positivo lo realizó días atrás el protagonista de nuestra buena noticia de hoy. Me voy a extender más en el mismo porque estimo que la actitud de nuestro DEPORTISTA, con mayúsculas, lo merece. Me explicaré.
El deporte profesional se ha convertido en el caldo de cultivo de las envidias, la ambición desmedida y las consiguientes puñaladas traperas. No tenemos más que referirnos a las noticias generadas en los últimos tiempos por los futbolistas de élite y el consiguiente mal ejemplo por los niños y los jóvenes que destacan en el balompié. Una cohorte de familiares, consejeros, representantes y demás “chupocteros”, envenenan sus mentes aun poco formadas y crean pequeños o grandes monstruos que acaban convirtiéndose en ídolos de barro. Gestos negativos. En el atletismo, el ciclismo y otras muchas disciplinas, vemos dopaje, trampas y zancadillas por doquier. El mundo del deporte se ha convertido en una jungla.
El gesto positivo que nos ocupa supongo que posiblemente ya lo conocerán por los informativos. Es el motivo de nuestra “buena noticia de hoy”. El hecho se produjo en una carrera de triatletas celebrada en Santander el pasado fin de semana. Dos corredores pugnaban por el segundo y el tercer puesto de la competición. El que iba por delante, un corredor inglés, James Teagle, se equivocó ante una valla y perdió la dirección correcta. El protagonista de nuestra buena noticia de hoy, Diego Mentrida, se paró y cedió el paso a su despistado rival. Ambos se fundieron en un abrazo al terminar la prueba. Intencionalidad positiva.
Un gran ejemplo de fair play para todos. No se han limitado a la foto protocolaria de algunos deportistas junto a una pancarta con frase reivindicativa. Todo ello, antes de romperse las espinillas e insultarse gravemente. Nuestro corredor no ha necesitado de propaganda engañosa. Él ha demostrado su categoría con hechos.
Esta semana han vuelto a correr juntos. No conozco el resultado. Ni me interesa. Me quedo con ese ejemplo que nos ha dado Diego Mentrida. Me impactó desde el primer momento. Will Smith, otro tipo luchador y con una mente bien formada, que me parece digno de ejemplo para muchos, ha comunicado en una nota de Instagram: «Me has hecho llorar. He llorado. Eres un ejemplo de integridad. Te aprecio, Diego».
A mí también me has emocionado. Ojalá cunda el ejemplo.
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