24 de diciembre 2020, un discurso que los ingenuos esperaban de un posicionamiento de la corona por los últimos acontecimientos, pero el VI calla sobre su padre, lógico, es su hijo, y además es la práctica habitual de esta dinastía desde 1700. Porque en su discurso apela, sin sonrojarse, de que «los principios éticos están por encima de consideraciones familiares», así como de la solidaridad ante la incertidumbre de pandemia y sus consecuencias económicas, será la suya y la de los de siempre. También habla de las consecuencias sociales que provoca, pero al hablar de los jóvenes, calla ante la postura de ciertos sectores económicos en su negativa por la subida del salario mínimo interprofesional a 1.000 €. Una vez más, igual que su antecesor en la Jefatura del Estado, menciona a la Constitución, como garante de nuestro modo de entender la vida, nuestra visión de la sociedad y del ser humano; de su dignidad, de sus derechos y libertades. Sin mencionar para nada la actitud de Jueces o Fiscales por su silencio cuando liberan a García Juliá, uno de los autores de la matanza de los abogados de Atocha, por los cinco asesinatos y cuatro intentos de homicidio, a pesar de que le quedaban diez años por cumplir. No interfirió en el poder Legislativo, cuando condenaron por sedición la utilización de la más terrible de las armas para ellos, las urnas, en un referéndum no Constitucional, pero calla cuando Jueces y Fiscales se pronuncian a modo de coacción contra el Gobierno por algo no ejercido, el indulto de los condenados del «procés». Palpable demostración de su falta de equidad al estar posicionada políticamente en un sentido, pero claman la separación de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo, mientras ellos se inmiscuyen contra una posible actuación del poder Ejecutivo. También es silente cuando a principios de diciembre, sale a la luz un chat de militares de alta graduación retirados hablan de fusilar a 26 millones de españoles y un partido político en el Congreso dijo «esos son de los nuestros». Mientras PP y Cs, partidos con representación que nunca condenaron la dictadura, tampoco condenan las bravatas fascistoides, minimizando esas declaraciones con la excusa de que son conversaciones particulares, a lo mejor piensan en realidad que, entre 2 y 6 millones sería suficiente. Esta es la postura de la corona ante hechos tan relevantes de corrupción y la llamada a la sublevación militar, ésta dinastía está segura de su vuelta ocurra lo que ocurra, podrán echarles, como ha ocurrido con anterioridad, pero han vuelto, sin condenar los desmanes asesinos que lograron su retorno. Todo lo contrario, al consentir que la ciudadanía se hunda en la miseria, o cerrando los ojos ante los muertos en fosas, cunetas o el saqueo de los bienes del pueblo.
Antecedentes de esta saga. El 7 de marzo de 1820, Fernando VII juró la Constitución de 1812 con la frase: «Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional».
El 14 de abril de 1936, Franco desfiló por las calles de Santa Cruz junto al alcalde republicano José Carlos Schwartz y el gobernador civil Manuel Vázquez Moroa, conmemorando del quinto aniversario de la II República, 3 meses después se sublevó contra la República, la misma que conmemoró en abril.
Hay una vacuna que pondría remedio a esa enfermedad, tres veces fue inoculada, pero ahora la ciencia/sociedad es más avanzada y los componentes coadyuvantes se han ampliado. La cuarta dosis podría ser la definitiva.
La 1ª vacuna fue en 1812, donde decía en el TÍTULO PRIMERO. De la Nación española y de los españoles.
Capítulo I, en su, Art. 2. La Nación española es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona. Los cien mil hijos de San Luis restauraron el absolutismo de Fernando VII.
La 2ª vacuna, se proclamó por las Cortes, el 11 de febrero de 1873. De nuevo los militares con el general Martínez Campos al frente restauró la monarquía borbónica.
La 3ª vacuna, se proclamó el 14 de abril de 1931, de nuevo los sables el 18 de julio de 1936 se sublevan, generando cientos de miles de muertos, entre ellos ancianos, mujeres y niños, lo mismo que pregonan esos generalotes, deseando provocar un baño de sangre, aún más brutal.
La 4ª vacuna, será realidad tarde o temprano, esto último más deseable, dada la trayectoria de esta dinastía, por callar ante el ansia de sangre de los que la piden y por la postura de ciertos partidos.
Hay que recordar al PSOE, que siempre se ha definido con ambigüedad o con apoyo explícito, aceptando la monarquía, como ahora. Ocurrió con la dictadura de Primo de Rivera, y en 1931 muchos de sus dirigentes, la República se logró por diversos partidos republicanos, un incipiente PCE y otros, pero fueron igualmente represaliados muchos socialistas solo por tener carnet o por ser alcaldes, que no lo olviden.
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