Los ministros de Economía de la eurozona han dado hoy de plazo hasta
el viernes al nuevo Gobierno griego para que decida si pide una nueva
prórroga al actual rescate, que vence el próximo 28 de febrero, con el fin
de disponer de más tiempo para negociar un nuevo programa de
asistencia financiera y han avisado a Atenas de que no recibirá más
dinero si no cumple las condiciones.
"No hay alternativa a la petición de una prórroga del programa", ha dicho
el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, en rueda de
prensa tras el fin del Eurogrupo, que ha concluido de forma precipitada por la negativa de
Atenas a solicitar esta extensión del rescate por considerar que supondría continuar con las
políticas de austeridad que rechaza.
"Teniendo en cuenta los calendarios y los plazos parlamentarios, podemos usar esta
semana, pero eso es todo", ha explicado por su parte el presidente del Eurogrupo, Jeroen
Dijsselbloem. Algunos parlamentos, como el alemán o el finlandés, deben ratificar la
extensión para que entre en vigor a partir del 1 de marzo. "Si llega la petición de prórroga, la
examinaremos, pediremos a las instituciones (de la troika) que la analicen y nos aconsejen y,
si puede haber un resultado positivo, podríamos tener un Eurogrupo extra el viernes", ha
dicho.
"La prorroga permitiría a los griegos utilizar la flexibilidad normal en un programa" y "sería
posible cambiar medidas y poner otras medidas en su lugar", ha asegurado Dijsselbloem.
A cambio, el Eurogrupo exige a Atenas una serie de "salvaguardas" y "compromisos". En
particular, las autoridades helenas deben abstenerse de medidas unilaterales, no revocar
ningún ajuste salvo que esté acordado con la troika y financiado, cumplir todas sus
obligaciones financieras con sus acreedores y garantizar la estabilidad del sector financiero,
así como cumplir las medidas pendientes del actual rescate.
"Corresponde ahora a las autoridades griegas decidir si quieren esta prórroga, si aceptan la
oferta de examinar la flexibilidad dentro del programa pero también si ofrecen estos
compromisos que son muy importantes para todos los miembros del Eurogrupo", ha
explicado Dijsselbloem. "El próximo paso deben darlo las autoridades griegas, deben
decidirse", ha apuntado.
Si cumple estas condiciones, Grecia podría recibir un tramo de ayuda de 7.200 millones de
euros: 1.800 millones del fondo de rescate; 1.900 millones de los beneficios generados por
la deuda helena comprada por el Banco Central Europeo (BCE) y el resto del FMI. En
cambio, sin prórroga este dinero "volverá a Luxemburgo" y Atenas tampoco podrá utilizar
11.000 millones previstos para recapitalizar su banca, según ha dicho el presidente del
Eurogrupo.
Dijsselbloem ha eludido aclarar qué sucederá si Atenas decide no pedir la prórroga del
rescate de aquí al viernes y ha asegurado que el Eurogrupo no ha discutido en ningún
momento la posibilidad de introducir controles de capital en Grecia.
"Cualquier Estado miembro que tenga problemas para financiarse puede pedir un programa,
pero cualquier programa será una combinación de dinero y condiciones", se ha limitado a
señalar al ser preguntado por qué ocurrirá cuando expire el rescate, y ha insistido en que
"teniendo en cuenta la posición en que está Grecia, la necesidad de estabilidad a corto
plazo, la opción preferida es tener una extensión ahora para tener más tiempo para hablar de
futuros acuerdos".
Las consultas técnicas llevadas a cabo durante el fin de semana entre las autoridades
griegas y la troika han sido "decepcionantes" porque no han permitido encontrar "terreno
común" entre el rescate y el plan del Gobierno griego, ni tampoco identificar cuáles son el
70% de las medidas que el primer ministro, Alexis Tsipras, está dispuesto a aceptar y cuáles
son el 30% que quiere cambiar, según Dijsselbloem.
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