Los años sesenta-setenta marcaron buena parte de nuestras vidas, la historia escribe bien claro que en esos años, hasta llegar a los años ochenta, la población salió del encorsetamiento en que durante años se la había sometido.
Las mujeres tiramos fajas, refajos, sostenes y todo aquello que al vestirnos nos oprimía y decidimos ponernos prendas más holgadas, más libres y salir a la calle. Pedir mayor libertad y empezar a escuchar nuevas canciones, canciones que se grabarían en nuestra memoria y que pasarían a formar parte de nuestra vida.
Libertad, paz y amor
La cultura, la política, el arte, la comunicación y otras disciplinas dieron un vuelco, salimos a la calle al grito de ¡libertad, paz y amor!, vivimos el mayo francés en el 68 y comenzamos a leer novelas de
Henry Miller, antes prohibidas, en los cines vimos “Lolita” y “El amante de lady Chatterley”, y ya a mediados de los 70 viajamos hasta Perpignan para ver “Emmanuelle” y “El último tango en París”, en aquellos momentos prohibidas en España, la gente iba a ver aquellas historias en las que se hablaba de sexo sin tapujos, en donde ya no se hacía el amor con camisón de ventana. Un hito. La protagonista de “Emmanuelle”, Silvia Kristel vivió hasta su muerte con su personaje a cuestas, un personaje que ella agradeció, en cierta ocasión me dijo: “Incluso a los holandeses, que no somos ni hemos sido jamás unos estrechos, les gustaba esta protagonista. Soy consciente de formar parte a nivel mundial de la historia de la vida sexual de muchas personas.”
No sucedió lo mismo con
Maria Schneider que tuvo siempre problemas por haber interpretado el papel de la protagonista junto a Marlon Brando en “El último tango en París”, una de las escenas más tórridas del film puso por las nubes el precio de la mantequilla. María, por su parte, tenía muchos problemas para reconocer su trabajo dirigida por el genial maestro Bertolucci: “Nunca he podido deshacerme de este trabajo, no he superado la prueba, estoy perdida”, me explicó en Barcelona años antes de morir de forma desgraciada.
Cultura, moda, arte, rock, drogas
En esos años llegaron personajes de la moda y pintura y también las primeras drogas, (LSD), y recordamos personajes como
Daniel Cohn Bendit, líder del mayo del 68, Mary Quant, Twiggy, Andy Warhol, Diane Keaton o Woody Allen y sus maravillosas películas que nos enseñaban el Nueva York de la época , un paraíso poco explorado por los españoles en aquellos años, también Martin Luther King y su lucha por los derechos civiles y los atletas norteamericanos representantes de los Panteras Negras saludando puño en alto desde el pódium mientras sonaba el himno de los EE.UU.
En aquellos tiempos pudimos ver maravillosas películas en las que actores y actrices además de hacer muy bien su trabajo nos contaban historias de aquellos días con imágenes que nunca se van a borrar de nuestro cerebro.
¿Quién se acuerda de
Ana Belén en “Morbo” (1972)?, ¿de Ali McGraw en “Love Story” (1970?, ¿de Jacqueline Bisset en “La noche americana” (1973)?, ¿de Jane Fonda en “Klute”? ¿de Pepa Flores en “La corrupción de Chris Miller (1973)? ¿de Ángela Molina en “Ese oscuro objeto de deseo” (1977)?;¿de María José Cantudo en “La Trastienda” (1975), primer desnudo del cine español?
Vuelven los vestidos que han estado en baúles
Y una forma de vestir, una forma de cubrir nuestros cuerpos que hizo historia y que después de años viviendo en baúles, tiendas de segunda mano y vintage, esta primavera-verano llega otra vez a los comercios para que nos volvamos a enamorar de una forma de ser, recordar tiempos que jamás volverán y de cuyos recuerdos muchos estilistas, modelos, gente de la música, cantantes, actores, siguen viviendo, a algunos les ha funcionado y a otros la vuelta atrás en el tiempo les ha dejado sin más llamando a la puerta.
Bodas con estilo
En esa década hubo varias bodas importantes, voy a recordar algunas que fueron rompedoras por diversos motivos, por su forma de vestir, por su forma de amar, por la diferencia de edades, todas, sin distinción, tienen algo para explicar.
El rock en aquellos años era la música preferida de muchas personas y su rey,
Elvis Presley, se casó con Priscilla, una mujer mucho más joven que él, cuando se conocieron no pudieron salir tranquilamente a la calle, la familia de la novia dijo “no” al noviazgo, Priscilla era menor y además el Rey del rock no gustaba a la familia de su novia.
Elvis, mientras contoneaba sus caderas por los escenarios, marcaba el tiempo para que su chica cumpliera la mayoría de edad. Cuando eso sucedió la familia calló para siempre. Se casaron en olor de multitudes en el año 1967, su amor acabó en divorcio en 1973. Priscilla y Elvis siempre tuvieron una buena amistad, el divorcio le costó caro a Elvis pero su fortuna pudo soportarlo. . Tuvieron una hija y el Rey, siempre recordado, murió en 1977.
Jane Birkin y su vestido croché
La esbelta
Jane Birkin, con un cuerpo escultural, en 1968 conoció al compositor, cantante y actor francés, Serge Gainsbourg, el niño terrible de la cultura francesa, el inconformista que las enamoraba con sus canciones, una de las más conocidas fue “Je t’aime mai….moi non plus”, la escribió expresamente para el bombón del cine francés, Brigitte Bardot, con la que tuvo un breve romance, B.B. cuando iba a grabar la canción creyó que si lo hacía se iba al garete la imagen que de ella tenía todo el mundo, “sexy…pero lo justo”. Sin embargo grabó la canción a puerta cerrada y al lado del seductor Serge, pero esta grabación nunca se publicó, si que salió al mercado discográfico la que hicieron Serge y Jane, formaban una pareja hermosa, explosiva, distinta, moderna y única. La dulce voz de Jane jadeando orgasmos llamó la atención de todo el mundo, incluso a aquellos que en nombre del orden y la moral prohibieron la canción e incluso en Francia los menores de 25 años no tenían acceso libre a aquel vinilo. Jane tuvo una hija con Serge, Charlotte, que también ha alcanzando tanta fama como sus progenitores.
En la foto de boda de la pareja (1968) ella luce un vestido de croché blanco cruzando su pecho de niña, una aguja art-decó, con su melena lacia y un prominente flequillo fueron y siguen siendo ejemplo de una pareja con estilo, muy especialmente
Jane que, vista lo que vista, siempre resulta una mujer fuera de serie, aunque jamás elegante, pero eso poco importa cuando lo que cuenta es la personalidad y ella la tiene. Eso, la verdad, se tiene o no. Nunca jamás nadie la puede comprar.
Bianca Jagger triunfa con un traje chaqueta
Cuando el cantante de
The Rolling Stones, Mick Jagger, se casó con la hermosa Bianca Pérez-Mora Macías en Saint Tropez en 1971 el mundo de la moda salió a la calle para aplaudir el modelo de novia con el que se vistió Bianca, un vestido chaqueta blanco firmado por YSL, Bianca añadió una enorme pamela del mismo color y un incipiente velo muy transparente que llevó en el mismo momento del “sí quiero”.
Era impensable que una persona como
Bianca para casarse con una estrella del pop vistiera aquel traje chaqueta, todo el mundo esperaba un vestido de grandes tules, con canesús, con enormes ribetes en plata y ramos de azahar. La distinción de Bianca sorprendió a todo el mundo y dejó la puerta abierta de par en par para que las novias, en su día de blanco satén, pudieran escoger lo que más les gustara.
Tres parejas, tres estilos, muchas sensaciones y mucho estilo o maneras de hacer las cosas.
Esta primavera-verano vemos en las tiendas todos estos modelos revisitados, recosidos y reformados para estos días, pero son lo mismo. No hay nada nuevo en el mundo. Todo lo de esa década sirve.
Los pantalones campana, los vestidos largos tipo “ad-lib”, aunque las grandes firmas le pongan el sello del lujo, pero es blanco, es largo y firma libertad.
Plataformas y muchos flecos
Los zapatos son con plataforma, esas plataformas que odian médicos y ortopedas, dicen que deforman los pies, ¿qué más da?, el mundo encima de unas plataformas bien altas se ve mucho mejor, incluso las cosas menos agradables se ven con más distancia.
Pañuelos atados en la frente, ponchos, pantalones de cintura alta, se acabó enseñar el tanga y casi, casi, los glúteos, mucho antílope, (ante), en las botas, en los bolsos a los que se añaden flecos, muchos flecos en las chaquetas, en las botas, mucho color, psicodelia, camisolas bordadas, faldas mini, túnicas.
Temporada rompedora
Estemos atentos a los símbolos de libertad, amor y paz. Una vez y otra, muchas veces. Esta temporada nos retrotrae a un pasado con mucho movimiento, con deseos de encontrar soluciones a todos los campos de la vida. En ser rompedores para encontrar más comunicación entre todos, adiós a los colores fríos, bienvenida la calidez.
Hay que suponer, eso espero, que con este revival, cada uno tendremos un tiempo para buscar y para que todo el mundo busque y se encuentren soluciones para los que no tienen trabajo, para los que sufren y no tienen para comer, para los que no tienen hogar, teniendo derecho a él.
Esta temporada que no se vea sólo la forma de vestir de una década que nos dejó una vida cultural llena, una vida humana y solidaria imprescindible. No sólo nos vamos a vestir de los 60-70, tal y como estamos en estos momentos creo que tenemos que gritar que ahora, en estos momentos, como entonces, es vital la libertad, la paz, el amor, la solidaridad y saber escucharnos los unos a los otros. Eso sí, sin gritar, pero alzando la voz libre. ¡Bienvenida temporada florida¡
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