Su historia centenaria se ha construido a base de grandes epopeyas deportivas, proezas mayúsculas con un enorme afán de superación del ser humano. Sus ganadores son ilustres deportistas capaces de marcar una época y hacerse con un hueco en el Olimpo del deporte. El Tour de Francia es la carrera de las carreras del ciclismo. Este sábado se abre una nueva edición con otro elenco de talentosos ciclistas aspirantes al trono de los Campos Elíseos: Alberto Contador -aspira al doblete tras imponerse en el Giro de Italia-, Nairo Quintana, Chris Froome y el actual defensor de la poltrona ciclista, el italiano Vicenzo Nibali. Son los ‘cuatro fantásticos’. Ellos son los favoritos a apuntarse la 102ª edición de la carrera por etapas más prestigiosa del mundo.
La carrera francesa es la competición con mayor prestigio del panorama ciclista.
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El Tour de Francia arrancará el 4 de julio en Utrecht (Holanda) y concluirá, 23 días después, en París, tras completarse un recorrido de 3.344 kilómetros, divididos en 9 etapas llanas, 3 de perfil de media montaña (esas famosas jornadas rompe piernas), 7 de montaña, con 5 finales en alto, más dos etapas contra el crono, una de carácter individual (14 kilómetros en lo que será la primera etapa) y otra por equipos (28 kilómetros). Un recorrido diseñado para los escaladores, para conseguir espectáculo, para aglutinar titulares y espectadores para regocijo de los patrocinadores.
España gobierna el Tour de Francia: 10 victorias absolutas…
El ciclismo español, como sucedió en años precedentes, sólo estará representado por un equipo ciclista: el Movistar (única escuadra que habita en la elite de este deporte). La crisis económica sumada al dopaje ha causado estragos estos últimos tiempos; y eso que España es el tercer país como más éxitos en Francia tras dos potencias históricas como Francia y Bélgica. Curiosamente, ni franceses ni belgas han sumado éxitos desde que el francés Bernard Hinault (1985) conquistara su quinto Tour de Francia y desde que Lucien Van Impe, en 1976, hiciera sonar el himno belga en los Campos Elíseos. En este mismo periplo de tiempo, España se ha apuntado 10 Tours de Francia (sólo Estados Unidos, con tres de Greg Lemond, se le acerca, toda vez que se quitaron los siete triunfos de Armstrong): uno de Pedro Delgado (1988), cinco consecutivos de Miguel Induráin (1991 a 1995) y los cuatro seguidos que se repartieron entre Óscar Pereiro, Alberto Contador, Carlos Sastre y, nuevamente, Alberto Contador (desde 2006 a 2009), al que le fue retirado otro triunfo (en 2010) a causa de una sanción por dopaje. Los primeros éxitos animaron a los patrocinadores a apostar por este deporte, pero últimamente aquello es una historia de verano, un episodio más del Tour de Francia.
… y una década desastrosa<br>
Ni una década. Basta con retroceder sólo nueve años para obtener un dato significativo del ocaso del ciclismo en España en cuanto a patrocinadores; que no en cuanto a aficionados que practican y siguen, bien apostados en las cunetas de las carreteras o a través de las televisiones, las aventuras de los profesionales. En 2006, España contaba con 8 equipos en la elite: Caisse d`Epargne (ahora Movistar), Euskaltel, Liberty, Saunier Duval, Andalucía-Paul Versan, Comunidad Valenciana, Kaiku y Relax-GAM. Actualmente, sólo cuenta con el Movistar entre los elegidos del World Tour. Caja Rural está en la categoría continental, un segundo escalón. ¿La razón? Económica como consecuencia de los ajustes económicos de las empresas y los problemas de dopaje, puesto que las marcas no desean verse asociadas a escándalos nada saludables.
Movistar, único representante de España
No hay otras explicaciones. Porque el ciclismo es un deporte que no exige de grandes inversiones económicas en comparación a otras disciplinas. El Movistar -sustentado por Telefónica hasta 2016- cuenta con un presupuesto de 10 millones de euros. Se trata de calderilla en comparación a los dineros que manejan otras escuadras como Sky o Katusha, con 30 y 20 millones de euros de presupuesto. Con esta baja inversión (el presupuesto medio de un equipo es de 12 millones de euros), la imagen de la compañía se expande por Europa, Latinoamérica y Asia; especialmente cuando en estos tres primeros años de mecenazgo han conseguido 82 triunfos. Alejandro Valverde y Nairo Quintana encabeza al grupo telefónico, cuyos dirigentes si consideran que hay rentabilidad. El Caja Rural sólo cuenta con un presupuesto de 2 millones de euros. Y no hay más en España. Ni equipos ni ciclistas que cuenten con los elementos necesarios para dar el relevo a los actuales guías de este deporte, como Alberto Contador y Alejandro Valverde, que desembarcará en el Tour de Francia como actual campeón de España.
El Tour de Francia hace rentable toda inversión
En esta situación de futuro tan delicada, para el ciclismo español, aparece en el calendario el Tour de Francia, considerado como el mundial de ciclismo. La carrera donde mayores réditos publicitarios se consiguen. Sólo con participar se justificará cualquier apuesta económica. La ronda gala se televisa en más de 190 países y reúne de media cada año a 3.500 millones de telespectadores en los cinco continentes. Y casi 12 millones de espectadores se desplazan para ver pasar al pelotón aunque solo sea unos segundos desde un arcén. El Tour de Francia está organizado por la empresa ASO (Amaury Sport Organisation), que también tiene parte en la Vuelta a España, que sabe cómo y dónde explotar los derechos de la carrera de las carreras: mueve cifras superiores a los 150 millones de euros. Y las marcas, los patrocinadores de los equipos, ven rentabilizada en sólo tres semanas su inversión. Como se desprende de un estudio realizado la aseguradora AG2R-La Mondiale: invierte unos 8 millones de euros y esto le reporta el equivalente a más de 60 millones de euros. Lleva como patrocinador desde 1997. Y eso que no hay éxitos franceses. En todo ese período de patrocinio, España sumó 10 Tours de Francia; los franceses dos segundos puestos (Virenque, en 1997, y Péraud, en 2014) y un tercero, con Pinot (2014).
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