La pandemia está disparando los casos de trastornos mentales. Son especialmente alarmantes las cifras que estamos viendo en los últimos meses de incremento de los casos de consultas a urgencias de salud mental, y muchas de ellas, de adolescentes. Tal es el caso del Hospital Sant Joan de Déu, que hace poco anunciaba que la pandemia había disparado un 47% las urgencias de salud mental en adolescentes en el primer trimestre del año. La falta de contacto social, en el colegio y con amigos, está acrecentando los casos de trastornos en niños y adolescentes, como las autolesiones o trastornos alimentarios, que causan ansiedad, depresión, autismo, problemas en la conducta, etc. Por ello, es necesario un abordaje que prevenga y trate de manera urgente esta situación especialmente preocupante en niños.
Kaneka Europe Holding Company N.V. y AB-Biotics S.A., a través de su filial Neurofarmagen, han puesto en valor a través de un estudio a 20 niños y adolescentes la utilidad clínica del uso de la farmacogenética como una herramienta imprescindible para saber cómo acercarse a estos trastornos. Estos niños, evaluados en un estudio de los últimos años en el Hospital Puerta de Hierro en Mahadahonda (Madrid), reporta la proporción de pacientes que lograron mejoras en el tratamiento clínico, con la disminución de los efectos secundarios y la reducción de la ingesta de pastillas por niño.
Las pruebas farmacogenéticas ayudaron a mejorar el resultado clínico en prácticamente todos los niños (95%, 19/20 niños). Las pruebas de PGx ayudaron a reducir los efectos secundarios relevantes, se redujo la cantidad de fármacos que tomaban los pacientes (de 3,3 a 2,4 medicamentos) y el número de niños con polifarmacia (del 65 al 45 %).
El test que utilizamos, PGx, puede ayudar a los expertos (psicólogos y psiquiatras) en la toma de decisiones acerca de cuál podría ser el fármaco más adecuado, y la dosis, para cada caso en particular, en base a varios factores analizados, en un contexto psicosocial para un paciente particular, siempre contando con la valoración de un clínico.
Esta herramienta de apoyo al médico facilita la selección e incluso la dosis de psicofármacos en base al análisis de muestras de ADN del propio paciente, al tiempo que ofrece información al facultativo sobre posibles efectos, incluso secundarios, sobre interacciones entre medicamentos, y otras características clínicas y fisiológicas del paciente que pueden impactar en su respuesta a la medicación.
Según los resultados, la respuesta clínica fue dos veces superior en los pacientes en los que su tratamiento se estableció siguiendo las recomendaciones del test. Este test se encuentra a disposición de hospitales, médicos y pacientes de forma integrada. Las analíticas se llevan a cabo en laboratorios de España y EE UU, con un acceso a los resultados a través de Internet dentro de una plataforma pensada para garantizar el anonimato y la protección de los datos personales de los pacientes.
Hospitales como Sant Pau, Bellvitge y Clínic de Barcelona, así como el madrileño Ramón y Cajal, están usando la plataforma Neurofarmagen, que combina mediante la biotecnología datos de los medicamentos con el ADN de cada paciente con el fin de recetar la medicación más idónea en cada momento, ahorrando costes a Sanidad.
“El tratamiento personalizado en psiquiatría pueden considerarse como una revolución en psiquiatría, y debería incorporarse a la practica clínica, sobre todo, a largo plazo”, explica Jordi Riera, responsable de desarrollo de negocio de AB-Biotics.
Prevalencia de la depresión
Se estima que más de 300 millones de personas en todo el mundo sufren de depresión, equivalente al 4,4% de la población mundial, lo que constituye uno de los mayores problemas de salud mundial y causante de altos costes para el sistema sanitario. A pesar de que cada vez existen más tratamientos para esta patología, los psiquiatras necesitan herramientas que afiancen las probabilidades de prueba-error a la hora de prescribir un tratamiento u otro.
Los ratios individuales de respuesta a antidepresivos son bajos, especialmente en pacientes con depresión menos severa, en los que existe un porcentaje de entre el 20-30% en los que fallan dos veces consecutivas tratamientos diferentes prescritos en dosis adecuadas. Esto se une a una baja adherencia a los mismos y a efectos adversos elevados en muchos casos. El impacto económico de la depresión es muy elevado, unos 40.000 millones de euros anuales, sobre todo por la medicación inadecuada y la falta de seguimiento.
Estudios de coste-efectividad
AB-Biotics, tras realizar estudios de coste-efectividad en Estados Unidos, con el uso de esta plataforma, los costes directos de manejo de pacientes se reducían en unos 1.307 dólares el primer año, alcanzando los 4.172 dólares en el tercer año.
Extrapolando los datos a España, la sanidad pública ahorraría cerca de 7.631 millones si se utilizara sobre los dos millones de pacientes con diagnóstico de depresión, según la Organización Mundial de la Salud, que hay en este país.
Recientemente la empresa ha mostrado los resultados de Neurofarmagen. Los análisis, publicados recientemente en la revista Pharmaceutics, muestran la utilidad de esta plataforma para seleccionar y guiar en la prescripción médica de los fármacos. Se realizó el análisis a 450 pacientes de España y Corea del Sur con el fin de demostrar sus ventajas respecto a la medicina clínica habitual. El estudio se realizó con pacientes de 18 hospitales españoles.
El análisis combinado de los resultados de estos tres estudios demuestra que el tratamiento asociado a la farmacogenética está relacionado con una mayor efectividad en cuanto a la mejora de los síntomas depresivos en pacientes.
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