La dimisión anunciada este jueves por el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha sumido nuevamente a Grecia en un periodo de incertidumbre que presumiblemente desembocará en la celebración de elecciones anticipadas cuya fecha está aún por determinar, si bien todo apunta a que serían en algún momento del próximo septiembre.
Durante su discurso a la nación, Tsipras expresó su deseo de que haya elecciones anticipadas y sean los griegos los que decidan si debe ser él el que aplique el paquete de medidas acordado con los acreedores a cambio del tercer rescate a Grecia, el primer tramo del cual fue desembolsado precisamente el jueves.
Tras presentarse como la mejor opción para salvar al país y devolverle su dignidad, Tsipras cumplió con el formalismo de presentar su dimisión al presidente del país, Prokopis Pavlopoulos, ante el que defendió la necesidad de una nueva cita con las urnas, menos de un año después de las elecciones del 25 de enero que le auparon al poder.
Precisamente este punto, el que su Gobierno no haya cumplido un año, impide que, en virtud de la Constitución helena, se vuelvan a convocar elecciones de forma inmediata y obliga ahora al presidente a encargar al segundo partido más votado que sondee la posibilidad de formar una coalición sostenible.
NUEVA DEMOCRACIA INTENTARÁ FORMAR GOBIERNO El líder de Nueva Democracia, Vangelis Meimarakis, cuya fuerza es la segunda con más escaños en el Parlamento, anunció el jueves que agotará los tres días de plazo que tiene para buscar posibles socios de coalición.
"Exploraremos todas las posibilidades en un esfuerzo por asegurar que las elecciones son la última opción, no la primera como quiere Tsipras", subrayó.
Meimarakis, que asumió las riendas del partido tras la dimisión de Antonis Samaras después de la victoria del 'no' en el referéndum del pasado junio, dijo que se reunirá con los líderes del PASOK y To Potami y que consultará con la cúpula de Nueva Democracia si hacerlo también con los neonazis de Amanecer Dorado.
Según los analistas, parece poco probable que Nueva Democracia pueda formar gobierno, entre otras cosas porque aunque consiguiera el respaldo de los centristas de To Potami y de los socialistas de PASOK, no tendrían escaños suficientes.
Así pues, si Meimarakis agota el plazo, el presidente tendría que encargar la formación de gobierno a la tercera fuerza más votada, actualmente el ultraderechista Amanecer Dorado. A partir de ahí, no está claro si esta formación agotaría igualmente su plazo de tres días, pasando el testigo al resto de formaciones con representación parlamentaria.
ALA IZQUIERDISTA DE SYRIZA Además, falta por ver si el ala izquierdista de Syriza, que ha provocado precisamente la decisión de Tsipras de dimitir tras retirarle su apoyo y hacerle perder en la práctica su mayoría parlamentaria, forma un nuevo grupo parlamentario, ya que también entonces podrían recibir el encargo de formar gobierno, aunque parece prácticamente imposible que lo lograran.
Ante este panorama, todo indica que el presidente no tendrá otra opción que convocar elecciones anticipadas, lo único que falta por ver es cuándo podrá hacerlo, ya que la fecha podría verse retrasada por las consultas que se inician este viernes y no ser el 20 de septiembre, como se había propuesto desde el Gobierno.
En cuanto al resultado de dichas elecciones, los últimos sondeos mantienen una clara ventaja para Tsipras, que se sitúa por encima del 40 por ciento, incluso después de su vuelta atrás tras la victoria del 'no' en el referéndum. El primer ministro, que se impuso en las elecciones de enero con más del 36 por ciento de los votos, logró que el 'no' obtuviera el 61,3 por ciento, consolidando así a Syriza.
Pero falta por ver el efecto que la más que segura salida de la Plataforma de Izquierda que lidera el exministro de Energía Panagiotis Lafazanis pueda tener en el resultado de Syriza. Los analistas dan por hecho que Lafazanis y sus partidarios formarán un nuevo partido, cuyo anuncio podría producirse de forma inminente.
Con todo, es más que probable que Tsipras no consiga apoyos suficientes para gobernar en solitario, lo que le obligaría nuevamente a tener que buscar un socio de coalición. El líder izquierdista podría optar por reeditar su coalición con los derechistas de Griegos Independientes, pero también hay quien apunta a una posible coalición con los partidos de centro.
Entretanto, deberá formarse un Gobierno interino que dirija el país hasta la celebración de elecciones. En virtud de la legislación griega, este gabinete debería estar presidido por el presidente del Tribunal Supremo, cargo que actualmente ostenta Vassiliki Thanou-Christophilou, quien podría convertirse en la primera mujer jefe de Gobierno en Grecia.
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