Las autoridades alemanas han evacuado este martes el estadio de fútbol de Hannover poco antes del inicio del partido amistoso entre Alemania y Holanda, tras recibir "piezas de información" de "servicios extranjeros" sobre una "amenaza concreta".
Hora y media antes de que Alemania y Holanda midieran sus fuerzas en los preparativos para la Eurocopa del próximo verano, la Policía ha emitido un mensaje por megafonía en el que pedía a los espectadores que abandonaran "rápidamente" el estadio y se dirigieran a sus casas sin entrar en "pánico".
La alerta saltaba justo cuando la canciller alemana, Angela Merkel, se dirigía al estadio acompañada de algunos de sus ministros como muestra de solidaridad tras los atentados de París, por lo que ha decidido regresar a Berlín. Además, dos ministros de Países Bajos, que estaban allí por las mismas razones, han cogido un vuelo de vuelta.
La Policía ha establecido un perímetro de seguridad en torno al estadio con cintas en las que podía leerse "peligro mortal", en medio de los rumores de que había un "alborotador" en la zona y habían hallado al menos una ambulancia cargada de explosivos.
El ministro de Interior, Thomas de Maziere, ha dado una rueda de prensa varias horas después para explicar que la cancelación del partido y el cierre del estadio han sido decisiones "extremadamente difíciles" pero necesarias para la seguridad.
"Las hemos tomado después de (recibir) muchas piezas de información que indicaban una amenaza concreta", ha dicho, negándose a revelar los detalles porque podrían "complicar" el trabajo de las fuerzas alemanas y "dañar" a la fuente. Así, ha pedido al pueblo alemán "un acto de fe".
Ante la insistencia de los periodistas, De Maziere solo ha contado que estas "piezas de información" proceden de "servicios extranjeros" que, de acuerdo con fuentes citadas por los medios de comunicación alemanes, sería la Inteligencia francesa.
El ministro ha aprovechado la comparecencia para justificar la precipitación con la que ha actuado la Policía de Hannover, que ha generado una gran alarma, llegándose incluso a hablar de 'día triste para Alemania'.
El titular de Interior ha contado que las autoridades alemanas recibieron la información apenas 15 minutos antes de que se abrieran las puertas del estadio y que les llevó mucho tiempo procesarla porque estaba "compactada".
Por su parte, el ministro de Interior de Baja Sajonia, donde está Hannover, ha aclarado que "por el momento" no se han encontrado explosivos y tampoco ha habido detenciones, en respuesta a lo publicado por la prensa local.
OTRAS ALARMAS
Al mismo tiempo que evacuaba el estadio, la Policía ha ordenado desalojar el recinto de espectáculos TUI Arena, donde este martes estaba previsto un concierto de la banda 'Söhne Mannheims', por el hallazgo de un paquete sospechoso que ha resultado ser una falsa alarma.
Además, la Policía ha encontrado otro paquete sospechoso en la estación central de trenes que está examinando con unidades caninas. Por precaución, también ha quedado cerrada al público y se ha suspendido el tráfico en las líneas 9 a 14.
De Maziere ha anunciado que, como medida preventiva, la estación central y otros medios de transporte --como las líneas de metro que pasan por la zona del estadio-- estarán suspendidos hasta que la situación se normalice.
La Policía ha pedido a la población que permanezca en su casa y ha señalado que mantendrá el despliegue de efectivos --fuertemente armados-- en las calles de Hannover a lo largo de toda la noche para garantizar la situación.
"SITUACIÓN GRAVE"
De Maziere ha admitido que "la situación es grave" y ha vinculado estos hechos a los atentados perpetrados el viernes por la noche en París por ocho terroristas del Estado Islámico contra el estadio de fútbol de Saint Denis y la sala de conciertos Bataclán, entre otros objetivos.
"Hay una gran amenaza contra Alemania y Europa", ha afirmado, al tiempo que ha recalcado que los alemanes "no están dispuestos a renunciar a su modo de vida". "Queremos seguir encontrándonos en grandes eventos, como los mercado navideños", ha dicho.
Sin embargo, el ministro ha enfatizado que "la prioridad" para el Gobierno es "la seguridad de las personas" y que, en consecuencia, debe alcanzarse "un equilibrio".
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