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Ficha técnica
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82 - Unicaja Málaga: Stefan Markovic (4), Jamar Smith (3), Mindaugas Kuzminskas (14), Will Thomas (20), Richard Hendrix (11) - Quinteto titular - Edwin Jackson (3), Alberto Díaz (0), Dani Díez (6), Carlos Suárez (6), Germán Gabriel (2), Nemanja Nedovic (11), Fran Vázquez (2). Entrenador: Joan Plaza.
68 - Maccabi Fox: Jordan Farmar (13), Yogev Ohayon (5), Devin Smith (11), Brian Randle (0), Arinze Onuaku (0) - Quinteto titular - Dragan Bender (0), Guy Pnini (8), Sylven Landesberg (13), Ike Ofoegbu (0), Taylor Rochestie (13), Trevor Mbakwe (5). Entrenador: Zan Tabak
Parciales: 26-20, 22-11, 15-18, 19-19.
Árbitros: Eddie Viator, Jakub Zamojski, Recep Ankarali.
Incidencias: Encuentro de la fase regular de la Euroliga disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena con una asistencia de 8.548 espectadores. Sin eliminados.
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Datos destacables
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Lo mejor: Unicaja es de Euroliga
Los malagueños volvieron a ser el equipo que hace unas semanas maravilló en Europa y han confirmado matemáticamente su presencia en la segunda fase de la competición.
Lo peor: ¿Maccabi no?
Zan Tabak tiene mucho trabajo por delante para sacar adelante a un equipo que depende en exceso de su acierto en el perímetro y ve reducidas al mínimo sus opciones de pasar al Top 16.
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El Unicaja de Málaga dejó atrás su mala racha de resultados y juego y le dio un soberano repaso al Maccabi Tel Aviv en un partido dominado desde mediados del primer cuarto. Con esta victoria, los malagueños dan un puñetazo en la mesa y certifican matemáticamente, un año más, su presencia en el Top 16.
Una sonora pitada hacia el himno de la Euroliga arrancaba una noche marcada por la indignación de la marea verde por su exclusión del torneo más importante de Europa. El Maccabi Fox no se dejó amedrentar por el público costasoleño y arrancó el partido muy concentrado, exhibiendo una enorme eficacía desde el perímetro gracias a los triples de Jordan Farmar y Yogev Ohayon.
Los malagueños, además de responder cada triple de su rival, también encontraban soluciones desde la pintura y cargaban de faltas a los interiores del conjunto hebreo. El cuadro andaluz sacó rédito de la situación y se acabó llevando el primer parcial por una diferencia de 6 puntos, que podrían haber sido más de haber tenido un mejor porcentaje de tiros libres (26 - 20).
El Unicaja no levantaba el pie del acelerador y con un parcial de 7 - 0 a comienzos del segundo cuarto obligaba a Zan Tabak a pedir tiempo muerto. El técnico croata no encontró la manera de frenar a un imparable Nemanja Nedovic, que con sus triples y entradas a canasta sumaba 11 puntos en un abrir y cerrar de ojos, convirtiéndose en una auténtica pesadilla en el lado visitante.
El apagón en ataque del Maccabi duró más de 6 minutos y permitió al conjunto costasoleño seguir ampliando su renta hasta los 23 puntos de diferencia. La enorme presión defensiva de los malagueños nublaba las ideas de un equipo que sólo lograba sumar cuando podía salir al contraataque, dejando una distancia prácticamente insalvable al descanso (48 - 31). Mucho tenían que cambiar las cosas para que al Unicaja se le escapase su sextavictoria en la máxima competición continental. Y no lo haría, ya que el equipo de Joan Plaza saltó a la pista muy concentrado tras el paso por vestuarios, jugando con cabeza y serenidad en ataque y manteniendo la misma agresividad en defensa.
Las diferencias no tardaron en volver a superar los 20 puntos para desgracia de un Maccabi Fox muy desdibujado y el resultado parecía definirse antes del bocinazo final. Pero la versión ramplona del cuadro malagueño acabó haciendo acto de presencia y permitió 3 triples consecutivos de Rochestie y Farmar con los que los israelíes trataban de meterse en el encuentro (63 - 49).
Una vez más, el Maccabi mostraba su peor cara cuando trataba de poner la bola en la zona, mientras el Unicaja parecía cerrar el encuentro con canastas bajo la pintura de Richard Hendrix. Pero el cuadro hebreo volvió a recortar diferencias con su acierto desde el 6,75, dejándolas contra todo pronóstico por debajo de la barrera psicológica de los diez puntos.
El equipo israelí había ya conseguido meterle el miedo a su rival y jugaba convencido de poder lograr la victoria. No lo estimó así Will Thomas, que sacó lo mejor de su repertorio en ataque para sumar 11 puntos consecutivos y apuntillar el triunfo de un Unicaja que, al menos esta temporada, quiere seguir siendo de Euroliga.
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