Para los más de 10 millones de personas en todo el mundo a las que se les diagnostica algún tipo de cáncer cada año, el dolor es algo muy común y habitual, y resulta necesario abordarlo para poder ofrecer alivio. Por este motivo, la Sociedad Española del Dolor (SED), junto con la Universidad Complutense de Madrid y en colaboración con la Fundación Grünenthal y las compañías farmacéuticas Ferrer, PRIM, Boston Scientifc, Esteve, Medtronic y Mundipharma, ha organizado el curso ‘Abordaje del Dolor Oncológico: el alivio es posible’ en el marco de los Cursos de Verano de El Escorial, que tiene lugar en San Lorenzo del Escorial los días 4 y 5 de julio.
Los últimos estudios sobre dolor oncológico estiman que entre el 20-50% de los adultos que reciben tratamiento activo contra el cáncer refieren dolor, entre ellos, los más jóvenes son los que tienen más probabilidades de experimentar dolor por cáncer y se ha demostrado que los niños lo sufren de manera similar a los mayores. Por ello, la Dra. Luz Cánovas, directora del curso, señala que “es necesario hacer un abordaje multidimensional y multidisciplinar del paciente con dolor y cáncer”. Dos tercios de los pacientes que padecen una enfermedad maligna avanzada (80%) experimentan dolor. El dolor oncológico puede, incluso, mantenerse a pesar de haber superado la enfermedad en un 30% de los casos, por lo que los expertos hacen hincapié en la necesidad de abordar esta cuestión desde la investigación y con un correcto tratamiento. “No sólo es vital abordar el dolor del cáncer desde el inicio hasta el fin, sino que no podemos olvidar a los pacientes en el inicio o a los largos supervivientes, que a día de hoy no figuran en ningún plan estratégico ni está regulado su tratamiento”, indica la Dra. Concha Pérez, jefa de la UDO del Hospital Universitario de la Princesa y moderadora de la mesa ‘Invertir en investigación contra el cáncer es invertir en vida’. En este sentido, añade: “Si bien un número creciente de profesionales médicos y gobiernos están comenzando a prestar más atención al dolor que sufren los sobrevivientes de cáncer a largo plazo, se necesita mucha más investigación”. Además, la especialista afirma que se debe “fomentar, por un lado, la formación para los oncólogos y las unidades del dolor sobre el dolor oncológico y, por otro, el gran valor de los grupos de trabajo multidisciplinares entre las sociedades implicadas en su abordaje y, también, en la necesidad de crear comités de dolor oncológico dentro de los centros asistenciales”. Por su parte, la doctora María Madariaga, presidenta de la SED y moderadora de la mesa ‘Oncogenes Kras: sin cáncer no hay dolor oncológico’, incide en la necesidad de “atender y tratar el dolor de manera precoz, agresiva e integral, en todas las etapas de la enfermedad oncológica; lo que permite a nuestros pacientes con cáncer centrarse en el disfrute de la vida, de lo que da sentido a lo que somos como personas”. Las consecuencias del dolor del cáncer que no se alivia son devastadoras y pueden incluir deterioro funcional, inmovilidad, aislamiento social y angustia emocional y espiritual. “Los pacientes vulnerables merecen una atención especialmente individualizada con la ayuda de profesionales específicamente formados que deben disponer de unos recursos claramente diferenciales al resto”, reconoce el Dr. Víctor Mayoral, jefe de la UDO del Hospital Universitario de Bellvitge y de la UDO de la Clínica Teknon Barcelona, que ha moderado la mesa ‘Tratamiento del Dolor Oncológico en Grupos Vulnerables’. Asimismo, añade: “Si el dolor oncológico es por sí ya un motivo de preocupación y de pérdida de calidad de vida, que afecta tanto al paciente como al entorno familiar, éste lo es más en los pacientes vulnerables como los niños o aquellos pacientes con escasos recursos y herramientas de afrontamiento”, En algunos casos, el dolor por cáncer que no se trata puede llevar al cese de terapias potencialmente curativas, lo que en última instancia tiene un impacto negativo en la supervivencia del paciente. Los pacientes con cáncer expresan más miedo a morir con dolor (es decir, sufrimiento) que al propio hecho de morir. Los familiares y amigos también sufren al presenciar el dolor y la angustia que experimenta un ser querido con cáncer. En este sentido, la Dra. Cánovas reconoce que paciente y familia “son ejes fundamentales del tratamiento” El curso ‘Abordaje del Dolor Oncológico: el alivio es posible’, que cuenta con la asistencia de más de 80 personas, tiene como “objetivo concienciar a profesionales de la salud e investigadores, autoridades, promotores, familiares y a los propios pacientes de la enorme prevalencia de dolor crónico refractario y de la necesidad de reconocerlo y atenderlo para hacerlo visible, de modo que podamos conseguir un abordaje integral y un control sintomático óptimo precozmente”, señala la Dra. Madariaga. Los temas centrales del programa son la sensibilización, mejora del tratamiento, aumento del apoyo y análisis económico con la finalidad de aunar esfuerzos de todos los implicados para un abordaje correcto del dolor oncológico, un aspecto secundario hace unos años cuando la prioridad se centraba en la cura de la enfermedad.
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