Continúa la preferencia por el Value, pero con la inflación todavía como motivo de preocupación, será vital centrarse en el modelo de negocio de una empresa. Los inversores estarán atentos a las elecciones de mitad de mandato en EE.UU. y a la regulación de la UE y sentirán cómo la sostenibilidad afecta a todos los rincones del mercado.
Durante la última década, los mercados se han visto dirigidos por los nombres tecnológicos de (ahora) gran capitalización, pero en estos momentos estamos asistiendo a un cambio en la dinámica del mercado. Las tasas de hipercrecimiento que experimentaron estas empresas se ven amenazadas y muchas están empezando a pensar más en el recorte de costes, ya que luchan por justificar sus valoraciones a medida que desaparece el auge. No cabe duda de que los inversores se han vuelto más conscientes de las valoraciones y, dado que la inflación sigue siendo elevada, que se espera que los tipos de interés suban y que sigue existiendo una gran brecha entre Growth y Value, parece poco probable que la preferencia por el Value pierda fuelle. Es probable que la inflación, el Covid, la guerra en Ucrania y los problemas en las cadenas de suministro sigan acaparando los titulares, lo que probablemente conducirá a que se mantenga el mercado impulsado por la macroeconomía que hemos visto durante la mayor parte del año hasta ahora. La inflación sigue siendo la principal preocupación y, aunque las cifras principales muestran algunos signos de estabilización, es probable que siga habiendo núcleos de exceso. Si echamos la vista atrás, la última vez que presenciamos una inflación en niveles tan elevados fue en los años 80, cuando la inversión en valores de pequeña capitalización era la mejor manera de generar beneficios extraordinarios. Hoy en día es un poco más complicado y, con la creciente amenaza de recesión y un crecimiento más escaso, creemos que será más importante centrarse en los beneficios previstos. Así pues, aunque es probable que los factores macroeconómicos sigan impulsando los mercados, no se tratará simplemente de ganar exposición al Value: centrarse en el modelo de negocio de una empresa y en el contexto competitivo también será vital. De cara al futuro, hacia finales de año se celebran las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos. Los índices de aprobación del presidente Biden no son especialmente favorables en la actualidad y, si se mantienen cerca de los niveles actuales, los republicanos deberían salir beneficiados. Además, en el lado republicano, parece que los candidatos que respaldan a Donald Trump no están obteniendo buenos resultados en las primarias. Es probable que un partido republicano más moderado y un presidente cuya agenda de impuestos y gastos se vea obstaculizada beneficien a los mercados de renta variable hacia finales de año. Aunque todavía es demasiado pronto para hacer predicciones, merecerá la pena prestar atención cuanto más cerca estemos de las elecciones. También vale la pena prestar atención a la normativa venidera en Europa. En primera línea está la Ley de Mercados Digitales de la UE, que fomenta la competencia permitiendo a los nuevos participantes desafiar e impedir que las grandes empresas abusen de su posición y poder en el mercado mediante una serie de obligaciones y la amenaza de importantes multas si no se cumplen estas obligaciones. También es probable que la ESG y la sostenibilidad reciban más atención, ya que la UE sigue centrándose en la seguridad energética tras la invasión rusa de Ucrania. Habrá que destinar fondos a las terminales de GNL y a más proyectos de energías renovables para permitir la transición desde el petróleo y el gas rusos. Todo esto lleva tiempo y podría crear cierta tensión en un contexto de objetivos de descarbonización más rigurosos para las empresas. Sin embargo, a más largo plazo, seguimos pensando que la sostenibilidad afectará a todos los rincones del mercado, lo que proporcionará muchas oportunidades en todo el universo, permitiéndonos mantener una cartera diversificada de empresas con credenciales ESG y fundamentales sólidos a largo plazo.
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