Fundadores de Designable: Andrés (dcha.), Pablo (izqda.)
Andrés Perales es CEO en Designable, la startup valenciana pionera en el diseño, construcción y promoción de edificios en el centro de las ciudades con el propósito de facilitar soluciones más sostenibles y que mejoren la convivencia de quienes viven el ellos. Arquitecto de formación, complementada con un MBA especializado en Startups, un máster en tecnología y estudios de neurociencia.
Entrevista
- Andrés, ¿en qué consiste el crowdbuilding, y cómo lo llevan a cabo desde Designable? El crowdbuilding, por decirlo de forma sencilla, es una evolución de las cooperativas tradicionales. Las cooperativas, en principio son un grupo de personas que se conocen y deciden emprender un proyecto de vida juntos, porque embarcarse en la construcción de un edificio es muy complejo y a largo plazo, y la principal diferencia sobre el crowdbuilding, quizá es que estas personas no se conocen con anterioridad, y además para suprimir el riesgo de participar en este tipo de operaciones conjuntas, se hace bajo el régimen de Sociedad Limitada, al ser todo como más aséptico, y haber menos interacción entre los socios.
Es algo que de momento en España no tiene mucho tirón, porque las cooperativas tienen mucha presencia, pero que en países anglosajones y del norte de Europa, - Holanda, Bélgica o Alemania -, sí que está más asentado el modelo de establecer una Sociedad Limitada, en lugar de cooperativas para promover este tipo de productos.
- En todos vuestros proyectos inmobiliarios, ¿Qué lugar ocupa la sostenibilidad, y cómo la implementáis para contribuir de alguna manera a los ODS – Objetivos de Desarrollo Sostenible – marcados en la agenda 2030 por Naciones Unidas? No te voy a decir en el centro, porque además hay otras prioridades para las personas, pero el tema de la sostenibilidad, para nosotros es muy importante.
Cuando iniciamos nuestra andadura en Designable, pensábamos que era posible construir edificios que fuesen autosuficientes energéticamente hablando, pero esto añadía mayor inversión en aislamientos, energías renovables dentro del propio edificio, y tecnología. Este encarecimiento de la inversión, como es lógico, provocaba que el precio final de la vivienda se “disparase”. El modelo auto promotor, o de crowdbuilding, al eliminar la figura del promotor, y por lo tanto su correspondiente margen de beneficio, permite dedicar una parte a mejorar las calidades, la eficiencia energética, y por tanto la sostenibilidad del edificio, disminuyendo los costes de las operaciones.
Este modelo, desde Designable pensamos que, por ser vanguardista en el ámbito de la sostenibilidad, puede ser atractivo y funcionar muy bien, porque no se percibe como un producto mucho más caro, sino que puedes comprar la misma casa que vende la promotora de al lado, al mismo precio y con mejores calidades.
Siempre hemos dicho que, una de las ventajas del modelo auto promotor, es que estamos en mejores condiciones de adaptarnos a las nuevas regulaciones que vengan de la Unión Europea que el modelo de promoción tradicional. Además, otra de las características que llama la atención de Designable, es que contamos con un proceso bajo demanda, que permite dentro de ciertos límites técnicos, la personalización de la casa de cada uno.
- El confinamiento, provocado por la pandemia ha puesto a prueba la habitabilidad de nuestras viviendas. Tras lo ocurrido, ¿cómo conviene replantearse el diseño de los espacios de nuestros hogares? Honestamente la pandemia ha supuesto un antes y un después en la conceptualización del hogar. Antiguamente la idea principal era “tener un techo”, que te cubriera y no tuviese goteras, después vino la idea de estar cómodo y disponer de diferentes espacios, pero otra historia muy distinta ha sido permanecer varios meses encerrados en nuestras casas, sin poder salir e intentando mantenernos activos, con las distintas obligaciones de cada uno de los miembros familiares, como el trabajo de los adultos, o las tareas escolares de los más jóvenes.
Esta situación inesperada, nos ha hecho darnos cuenta de que los pisos no estaban preparados para ese uso tan intensivo, ya que hasta ese momento el aprovechamiento de nuestros hogares era del 15 o 20 % del tiempo diario, que se limita casi a la hora de la comida, la cena y dormir porque durante el resto del día solemos estar fuera.
En este sentido, una de las grandes ventajas que tenía Designable, es que ya contábamos con la personalización que permite distribuir los espacios según el estilo de vida del residente, y no basándose en la opinión del arquitecto, o lo que dicen los estudios de mercado.
Por ejemplo, a raíz de todo esto, nuestros clientes nos demandan tener un balcón mayor; más amplitud en las zonas del salón-comedor y la cocina, que es donde se concentraba toda la actividad diaria durante la pandemia, o poder abrir y cerrar habitaciones según necesidades, para no molestar o que no te molesten en videollamadas, o reuniones, y cuando no se está haciendo esta actividad, ceder dicho espacio al resto de la casa.
Pero sin duda, durante la pandemia, la joya de la corona han sido las terrazas. Es decir, los edificios que no tuviesen terraza, o posibilidad de tenerla eran difíciles de vender. En este sentido los ayuntamientos pueden hacer más. Nosotros principalmente trabajamos en Valencia, y curiosamente uno de los edificios que hemos lanzado recientemente, no tienen posibilidad de tener terraza, y esta decisión de si un edificio tiene más o menos balcones o terrazas, no debería depender del ayuntamiento. Creemos que limitar este tipo de cosas por cuestiones más o menos estéticas de una ciudad es excesivo, y aunque poco a poco lo van entendiendo, todos sabemos que la legislación urbana va un poquito más despacio que el mundo.
- Posiblemente, la mejor manera de que un negocio se diferencie, es siendo el primero en llegar al mercado. En vuestro caso, ser pioneros, ¿qué ventajas os ha aportado, y que inconvenientes habéis tenido que sortear? Inconvenientes sorteamos todos los días. Es indudable que, al ser los primeros, llamas la atención, con lo cual tienes la ventaja de que vinculen un producto con tu marca, fijas un estándar y los que no lleguen a cumplirlo son descartados por el mercado. Además, hemos recibido muchos halagos y apariciones en prensa destacando nuestro modelo diferencial de vivienda en la que mejoramos de forma directa la calidad de vida de las personas, incluso me atrevería a decir de las ciudades. Por esta parte todo ha sido muy positivo.
No cabe duda, que ser el primero tiene algo de aventura, y necesita cierta dosis de creer en tu producto porque indudablemente nada, ni nadie sabe cómo van a salir. Es necesaria mucha inversión para cada uno de los proyectos, y a veces por la novedad del modelo, que los inversores confíen en esto cuesta bastante.
Con los ayuntamientos, como hemos dicho también hay que bregar de vez en cuando, porque, por ejemplo, si en un edificio, - que no olvidemos que es de autopromoción-, los propietarios no quieren parking, pero la normativa exige parking. Con las placas solares fotovoltaicas en las cubiertas, que llevamos poniendo desde 2018, nos hemos encontrado casos en los que el ayuntamiento de Valencia, no permite instalarlas en cubiertas recayentes a la calle principal.
Estas no dejan de ser pequeñas luchas, o inconvenientes cuando intentas cambiar el modelo, pero sin duda, el cambio más radical ha sido que los clientes que quieren comprarse una casa, entiendan que hay una forma diferente de hacerlo, en una zona consolidada de las ciudades, donde su capital está más asegurado, y ellos tienen el poder de personalizar a su antojo su vivienda.
- Podría decirse que “las cabezas visibles” en Designable sois tu socio Pablo Bertolín y tú, ambos arquitectos. No obstante, contáis con un grupo de colaboradores que os ayudan a crecer, ¿de cuantos estamos hablando, y cuáles son sus perfiles profesionales?
Pablo y yo somos los fundadores de Designable. Nos conocimos estudiando la carrera de arquitectura, pero obviamente Designable no sería lo que es a día hoy sin el equipo que hemos ido construyendo durante estos años.
El grupo lo formamos catorce personas, incluidos Pablo y yo, y estamos divididos en cuatro grupos: - Una parte financiera, muy ligada a la parte administrativa y legal de la empresa.
- Marketing y ventas, encargados de ver la viabilidad de las operaciones, del análisis del estudio de mercado, y de lanzar las propuestas a los potenciales compradores.
- Un departamento de producto, dedicado a realizar la parte técnica de cada una de las operaciones, desarrollan los diferentes estilos de interiorismo, y las personalizaciones de las casas, y son el puente con los equipos de arquitectura y las diferentes constructoras que participan en cada uno de los proyectos.
- El equipo de tecnología, que son programadores del software donde todo confluye, de toda la parte de diseño y análisis, y los clientes pueden ver la disponibilidad de casas, iniciar el proceso de reserva, la propia personalización, etcétera.
Actualmente estamos desarrollando una zona de usuario, donde cada comprador tendrá exclusivamente toda la información de su proyecto, donde irá viendo su evolución, y tendrá la gestión de todos los documentos, del pago de tasas, para facilitar lo que ahora parece imposible, que es auto promover un edificio por particulares.
- ¿Entre los clientes de Designable prevalece algún perfil sociodemográfico o estilo de vida determinado? Nosotros siempre decimos que tenemos tres tipos de perfiles seleccionados: - Gente más joven, por debajo de los veinte años, que les encantaría vivir en una casa Designable porque compartimos muchos valores, como la sostenibilidad o el hacer las cosas bajo demanda, y sobre todo el tema de la personalización lo llevan ya en su ADN. Con esta generación conectamos muy bien, y serán los que dentro de una década podrán comprarse una casa Designable.
- La generación de 35 a 45, que son esas parejas jóvenes que se acaban de casar, o van a tener familia y necesitan una casa un poco más grande, o más estabilidad, porque probablemente vengan del alquiler, tienen valores, son tecnológicos y la experiencia con las plataformas les motiva. El tema de la sostenibilidad para ellos es capital, y la personalización también les cautiva.
- Los que más nos gusta a nosotros, y que en su momento no esperábamos, que son los que llamamos “los emancipados de los hijos”. Aquellos que en su momento se fueron a vivir a las afueras de la ciudad para comprarse un piso grande donde cupiese toda la familia, y que ahora los hijos ya son más o menos independientes, y vuelven al meollo de la ciudad, a vivir en un entorno consolidado, y no quieren depender del coche. Este perfil es el más exigente, porque están en el último tramo de su viva, y lo que desean realmente es vivir en la casa de sus sueños.
- Más allá de parecerse a la caótica situación que viven en la longeva serie televisiva “La que se avecina”, en Designable le dais mucho valor a vivir en comunidad, ¿qué parámetros utilizáis para estudiar la posible afinidad entre los futuros vecinos? En Designable no somos jueces para decidir quién entra y quién no entra en una promoción. Si cumple con los requisitos económicos, y acepta las condiciones, por supuesto puede entrar, porque las promociones van a ser suyas, no son nuestras.
Creo que una propuesta tan diferente dentro del mercado, lo que hace por sí sola es que polariza. No desde el punto de vista de personas que están a favor, o que están en contra, sino que polariza a personas que se atreven de las que no se atreven, y eso por sí solo ya filtra, y desde el principio no lo buscábamos y pensábamos que podía haber más incompatibilidades.
Pero sí es cierto que pensábamos que encontraríamos perfiles más dispares, a la hora de pensar y opinar sobre la sostenibilidad, y que por ejemplo prefirieran ahorrar, en lugar de invertir en la instalación de placas solares en el edificio, y ha sido todo lo contrario y todos aceptan de buen grado todas estas medidas de sostenibilidad.
Por otra parte, toda la experiencia digital, y todo el paquete que ofrecemos de financiación, - que no la damos nosotros, pero nos encargamos de buscarla por ellos- , da como resultado que con independencia de la edad , y las condiciones que tengan, son personas preocupadas por el medio ambiente, que el tema de las plataformas y la digitalización lo llevan bien, son muy exigentes, y como digo, estos aspectos ya son suficientes para hacer un filtro natural, dejando atrás ideologías, y si tienen o no niños, no suponen ningún problema porque con el aislamiento que ofrecemos, no hay posibilidad de escuchar a los vecinos.
- En Designable apostáis por rehabilitar o reconstruir edificios en el centro de las ciudades, ¿qué beneficios aportan a la sociedad las ciudades compactas, frente a las urbes más dispersas? Paradójicamente muchas. Un estudio realizado por MVRDV, la oficina de arquitectura y urbanismo holandesa, muy obsesionados con temas de sostenibilidad, afirma que la ciudad europea más eficiente, y probablemente del mundo, es Benidorm. Y nadie se lo imaginaría, pero es cierto que la alta densidad de población de Benidorm, permite recorridos de recogida de basura súper eficientes, porque no tienen que desplazarse demasiado. La gente apenas utiliza el coche, porque llegas en poco tiempo de punta a punta de la ciudad, cuando el objetivo principal es ir a la playa.
Todas estas cosas, parece que no, pero vivir disgregados en el campo, siendo todos autosuficientes, sería perfecto y mucho más eficiente y para el planeta sería indudablemente mucho mejor, pero eso ya no se va a dar.
Con el modelo actual de vida, las ciudades son más sostenibles porque puedes ir andando, o te permiten utilizar los nuevos modelos de movilidad, como el patinete en lugar del coche, desplazarte en transporte público, o sistemas de reciclaje y servicios de limpieza que están más concentrados. Al final, las ciudades tienen una ventaja respecto a irnos fuera de ellas, porque si a todos nos diese por vivir fuera manteniendo el mismo tipo de vida destrozaríamos el planeta mucho más rápido.
Más Personal
- Con el lema: “Tu casa, tus rarezas”, ofrecéis la máxima personalización de las viviendas, haciéndolas singulares. Hablando de rarezas, ¿Andrés tiene alguna? (risas). Muchísimas, pero muchísimas. Cuando me preguntan qué me gustaría tener en mi casa de especial, siempre contesto lo mismo. Un parque de atracciones para mis gatos. Vivo en un piso, y mis gatos como tantos otros, son animales que no acostumbran a salir a la calle, con lo cual sus funciones están un poco limitadas, y me gustaría tener una habitación, o una zona habilitada para que mis gatos pudieran jugar, y hacer todo lo que quisieran ahí.
- Amante de los animales, y sobre todo de los felinos, ¿qué beneficios le aporta tener gato como mascota? Tengo dos gatos, a los que tengo que añadir un tercero pequeñito de una amiga, que nos lo ha dejado por un tiempo, que principalmente me aportan compañía y tranquilidad. Es cierto que hay personas que los odia porque han tenido malas experiencias con ellos, aunque en mi caso, que siempre los he tenido, nunca me han atacado.
El comportamiento de mis gatos se asemeja al de los perros: vienen a saludarte cuando entras, te persiguen por toda la casa y no te dejan un momento de tranquilidad. Pero también tienen una componente que te aporta paz y tranquilidad, al acariciarlos y verlos siempre tan relajados dormitando, o viéndolos jugar y cómo se entretienen con un simple papel que se ha caído al suelo.
La verdad, es que si alguien me viese a través de una webcam cuando estoy en casa, pensaría que estoy chalado, porque hablo con ellos, me río de ellos, me río con ellos. Y si no los tienes, te limitas a lo que te de tu cabeza, o te entretienes viendo la televisión o leyendo un libro, y con mis gatos gozo de espontaneidad, y eso es muy bueno en una casa.
- ¿Qué le sedujo de la arquitectura, para acabar estudiando dicha licenciatura? Me viene un poco de familia, porque la arquitectura es la profesión frustrada de mi padre, que por circunstancias acabó estudiando Física y Química, a pesar de que siempre le atrajo la arquitectura. En mi caso siempre he jugado con Lego, soy bastante inquieto, muy urbanita y me ha gustado todo lo relacionado con la ingeniería, aunque con el dibujo he sido un desastre.
Recuerdo que el día que tome la decisión de estudiar arquitectura estaba con mis padres, de visita en China, y concretamente en Shanghái, años antes de la Exposición Universal de 2010, y recuerdo que habían vaciado la planta baja de un museo, e hicieron una réplica del Shanghái de la exposición, con puentes por en medio para que pudiese pasar la gente, y de pronto me enamoré hasta el punto de querer formar parte de todo eso, ya fuese construir la maqueta, o los edificios reales.
De hecho, dentro de la arquitectura donde hay muchas ramas, la que más me gusta, y comparto con mi socio Pablo, es el urbanismo, y creo que actualmente las ciudades están diseñadas cada vez más por ingenieros, en lugar de por arquitectos, basadas en aspectos más técnicos, que arquitectónicas y humanas.
- ¿Se siente atraído por los edificios imponentes y la arquitectura espectáculo, de la que en Valencia da buena cuenta la Ciudad de las Artes y las Ciencias? Obviamente sí. Decir otra cosa sería mentir. Llevo más de dieciocho años viviendo en esta ciudad, y sin duda pasear por la Ciudad de las Artes y las Ciencias, si no piensas en todo lo malo que puede tener, en todo lo que ha costado, olvidamos la parte política, y solo nos centramos en la componente arquitectónica, considero que es un antes y un después en una ciudad, que consiguen transformarla, como lo hizo en su momento el Empire State en Nueva York, o The Shard en Londres.
Otra cosa es que yo no me planteo hacer ese tipo de arquitectura, y siempre cuento, que comencé mi carrera como arquitecto trabajando en Ibiza, y hacía chalets y villas ostentosas para gente muy famosa, y me fui aburrido, porque no me motivaba, y me vine aquí a fundar Designable porque creo que las ciudades necesitan otra alternativa, y ofrecer las mejores casas a la gente, sin que necesariamente sean lujosas.
- ¿Qué le aportó personalmente su experiencia como camarero en Reino unido?, ¿la recomendaría? Sin lugar a dudas, sí que la recomiendo. Creo que me permitió aprender fundamentalmente lo que era la vida de verdad, porque me fui sin haber terminado aun la carrera. Fue por decirlo de alguna manera como mi año Erasmus. Supuso el reto de tener que buscar un trabajo en un país y un idioma que no conoces. Pero me pasaron muchas cosas, me despidieron de dos trabajos. Aguanté un año en el que como digo aprendí a vivir de forma más autónoma, y a romper esa “burbuja de seguridad” en la que hemos crecido.
Otra cosa importante que me traje de esta experiencia, fue el dominio del inglés, que, si en el ámbito más personal te permite conocer gente fantástica, en el laboral te aporta más oportunidades. Sin ir más lejos mi paso por Ibiza, se debió, por una parte, a que los arquitectos españoles estamos muy cotizados por nuestra visión más holística de la arquitectura, y por otra a hablar un inglés fluido. Ya en Designable, no podríamos haber recibido inversión externa de Reino Unido, o de otros países, si no hubiese nadie que pudiese comunicar en inglés con la pasión que lo puede hacer el fundador de un proyecto.
Sin lugar a dudas, recomiendo mi experiencia. De hecho, mi padre que es profesor universitario, siempre les cuenta a sus alumnos que se dejen de estudiar un máster, y se vayan un año a “darse guantazos” de camareros a Inglaterra, que eso realmente te aportará valor. Luego el máster lo puedes o no estudiar, pero la vida profesional, digamos que es lo otro.
- En A contracorriente, el dueto formado por Álvaro Soler y David Bisbal, cantan “Aunque caiga la tormenta, yo nunca pierdo la fuerza”. ¿Cómo, dónde y con quién procura cargar pilas, para afrontar las adversidades que encuentra a su paso? Supongo que como todo el mundo. Me apoyo en las personas que te quieren, y que quieres, en la pareja, en los amigos, en algunos compañeros de trabajo, en mi socio Pablo porque las penas que pasamos aquí, son compartidas. Todos sabemos que las penas compartidas, son menos penas. Para descargar tensiones del día a día, me gusta mucho el deporte, y suelo entrenar de cuatro a seis veces por semana. He hecho CrossFit, medias maratones, fitboxing, - que es un tipo de boxeo aeróbico-, y ahora estoy yendo al gimnasio con mucha intensidad.
Lo importante es no parar, porque eso permite soltar con más facilidad la “mala vibra”, y cargar las pilas para afrontar con más energía el día a día.
Siempre que me preguntan si merece la pena emprender, digo que llevo más de cuarenta y cinco meses, desde que fundamos Designable, y que en total meses felices he tenido dos o tres, pero vas relativizando, y vas aprendiendo que en esto consiste emprender. Obviamente, mientras no te afecte a nivel personal, mental o físico, y lo puedas llevar, hay que aprender a gestionar esto. Al principio cuesta, pero lo mejor es intentarlo, porque al final ir a contracorriente es una forma de vida.
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