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Ficha Técnica
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6- Real Madrid CF: Keylor Navas; Carvajal, Ramos, Varane, Marcelo; Kroos (Casemiro 68'), Modric (Jesé 62'), Isco; James, Cristiano y Benzema (Lucas 73').
0- RCD Espanyol: Arlauskis; Javi López, Álvaro, Roco, Duarte (Fuentes 46'); Diop, Víctor, Jordán, Salva Sevilla (O.Duarte 46'), Hernán Pérez; y Mamadou.
Goles: 1-0 Benzema (6'); 2-0 Cristiano (11'); 3-0 James (15'); 4-0 Cristiano (45'); 5-0 Cristiano (81'); 6-0 Duarte (p.p) (87')
Árbitro: Hernández Hernández (Comité Canario). En el Espanyol vieron amarilla Hernán Pérez (10'), Diop (36'), Mamadou (41'), Javi López (42') y Álvaro (76'). En el Madrid Casemiro (83').
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Con suma facilidad y ante un rival plagado de bajas el Real Madrid volvió a golear en el Bernabéu. El Espanyol apenas puso resistencia y claudicó al cuarto de hora cuando el frente de ataque blanco había decidido poner la directa y castigar la portería visitante tres veces. Fue un nuevo festival local ante su afición tras la llegada de Zidane que permite sobreponerse al varapalo del Betis.
Con Carvajal y Ramos como novedades en el equipo titular el grupo de Zidane se volvió a lucir en una avalancha de fútbol montada sobre un ritmo vertiginoso. Reapareció el mejor James, trabajador y lleno de clase, junto a la versión goleadora de Cristiano y los merengues fueron imparables en el primer acto. Los laterales volvieron a ser puñales en área rival y el mediocampo dirigió a su antojo el tempo del encuentro. Solo la exigencia de un rival de mayor entidad podrá calibrar la verdadera medida de este renovado Madrid.
Intensidad y efectividad blanca
Los merengues recuperaron la intensidad desde el inicio y en unos minutos dejaron todo visto para sentencia, con juego rápido, de toque con precisión, y la verticalidad que imprimen Isco y un James mejorado.
No se había cumplido el primer minuto y Marcelo ya dispuso de una ocasión clarísima. Era el aviso de lo que esperaba a un Espanyol superado en todas las facetas del juego. No era su día sin futbolistas como Asensio, Moreno, Burgui o Caicedo, y ya lo sabía antes de comenzar.
Benzema marcó el primero con un certero cabezazo tras un preciso centro desde el costado derecho de James.
El plan especial de trabajo de Zidane comienza a dar sus frutos y el colombiano va recuperando su verdadera imagen sobre el césped. También Ronaldo, que hoy tenía una nueva cita con el gol. Comenzó marcando un penalti que le hizo Enzo Roco. Arla adivinó la dirección del disparo, pero no pudo llegar al balón.
Eran momentos de diversión para los jugadores madridistas, que se asociaban en cualquier rincón del campo y desnudaban a un rival que no tenía tiempo de iniciar jugadas ante una presión tan alta.
Sentenciado antes del descanso
James se sumaba a la fiesta con un lanzamiento desde la frontal que desviaba Pape Diop y el tercero subió al marcador.
En el olvido quedan imágenes de un Real Madrid partido, de poca colaboración defensiva de los jugadores de ataque. Los locales guardan buenas costumbres del pasado y en cuanto tiene espacio para correr lo aprovechan a la perfección. Lo hizo Cristiano Ronaldo para el 4-0 al borde del descanso.
En una de las pocas ocasiones en que adelantó líneas el Espanyol, fue castigado en la carrera contra todos del portugués, que, tras superar a dos rivales, chutó con violencia a la red.
La segunda parte nacía con la duda de la intensidad que marcaría el Real Madrid a un partido sentenciado. No fue la misma que en el primer acto e incluso el Espanyol rozó el tanto del honor, pero se topó con la firmeza de Keylor. Por alto sacó los centros que llegaron a su área y por bajo respondió a intentos de Óscar Duarte.
Rebajando ligeramente el nivel de brillantez, los madridistas buscaron ampliar la goleada.
Antes, Zidane mostró su mentalidad ofensiva en los cambios, juntando a Jesé con todo el arsenal y retrasando a Isco al medio centro.
Guiños también para Casemiro y Lucas Vázquez en sus primeros minutos desde la llegada del francés al banquillo.
De Jesé nacieron los dos goles restantes. El quinto con un pase medido a Cristiano y el último, en una jugada en la que Duarte acabó introduciendo el balón en su propia puerta para cerrar un día para el olvido del Espanyol.
El Real Madrid recupera su mejor versión a la espera de los duelos de altura que ya se acercan.
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