El paso de la borrasca ‘Efraín’ por la península ha dejado copiosas precipitaciones, y en lo que respecta a la demarcación del Júcar, éstas han sido intensas principalmente en el alto Júcar, en la provincia de Cuenca, donde en algunos puntos se han llegado a acumular más de 120 litros por metro cuadrado en 48 horas. Circunstancia que ha provocado que el río Júcar alcanzara el pasado miércoles un caudal máximo de 295 metros cúbicos por segundo a su paso por la capital.
Registros extraordinarios que no se han traducido en daños extraordinarios gracias a la eficacia de las obras de defensa contra inundaciones ejecutadas por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) O.A., en la confluencia de los ríos Júcar y Moscas.
En estos momentos, aunque el caudal ya ha bajado de forma considerable, el cauce del río a su paso por Cuenca continúa afectado. Al igual que ya ocurriera en el 2019 con un episodio de fuertes lluvias que también provocó el desbordamiento del Júcar, ni antes ni ahora en este episodio, se han registrado daños reseñables ni en infraestructuras ni en edificios.
Estas obras de defensa contra inundaciones en la confluencia de los ríos Júcar y Moscas se finalizaron y fueron entregadas al Ayuntamiento de Cuenca hace escasos meses. “La actuación era necesaria y ha quedado demostrado su buen funcionamiento, ya que se han evitado graves daños en infraestructuras tan importantes como el Hospital Recoletas, la residencia geriátrica de la Alameda y el parque de bomberos”, ha destacado Luis Garijo, Comisario Adjunto de la Confederación y director de las obras.
Durante esta extraordinaria crecida de hasta 295 m3/s, el río ha desbordado por la llanura de inundación adecuada para tal efecto, consiguiendo así minorar el calado (altura del agua en la zona) y la velocidad del agua en esa zona, y así proteger las instalaciones sensibles citadas. “Hasta la realización de esta obra una avenida de 180 metros cúbicos por segundo suponía la necesidad de desalojo de estas infraestructuras. En la actualidad no es preciso hacerlo, ni siquiera ante una crecida de caudal de 295, como ha quedado demostrado en las lluvias acaecidas este miércoles”, ha recordado Garijo.
Durante las últimas horas, técnicos del Organismo de cuenca evalúan sobre el terreno los daños provocados en el mobiliario urbano que se encuentra en el interior del cauce. Se trata de costes de reposición asumibles por la Confederación, ya que el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación contempla este tipo de perjuicios.
Actuaciones realizadas para disminuir el riesgo de inundación
Recordamos que dentro del marco del Plan de Impulso al Medio Ambiente para la Adaptación al Cambio Climático en España (PIMA-Adapta) del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Confederación puso en marcha el “Proyecto de disminución del riesgo de inundación y mejora del estado ecológico de los ríos Júcar y Moscas a su paso por Cuenca”, a finales del año 2018, con el fin de incrementar la conectividad fluvial, disminuir el riesgo de inundación, restaurar el medio natural, mejorar la vegetación de ribera y fomentar el uso público sostenible. Las obras han supuesto una inversión de en torno a los 2.155.000 euros.
En total se han llevado a cabo nueve tipos de actuaciones:
Desplazamiento de la mota o defensa existente y adecuación de la margen derecha a la altura del hospital, para proteger sus instalaciones. Retirada de la defensa de la margen izquierda, desde el recinto ferial hasta el puente de la Ronda Oeste, y desplazamiento de la defensa de la margen derecha, inmediatamente aguas abajo del puente. Excavación y retirada de escombros y residuos de construcción y demolición, acumulados aguas abajo de la carretera N-400, que se han depositado en una planta de gestión autorizada de la ciudad. Conformación de cauces de alivio para aumentar la capacidad de laminación de la zona inundable, dirigidos hacia los dos pasos bajo la carretera, mediante desbroces, excavación somera y taludes de pendiente suave. Construcción de una escollera apoyada sobre el terraplén de la carretera, para dotar de mayor estabilidad al talud y evitar el lavado de finos durante los periodos de inundación. Ampliación de la sección hidráulica del cauce del río Júcar aguas abajo de la confluencia con el río Moscas, con el objeto de aumentar su capacidad. Tratamientos silvícolas con aclareos y cortas de ejemplares arbóreos muertos, enfermos o dañados, y eliminación de especies invasoras, previo inventario y marcado por la autoridad forestal, que se han transportado a un centro de gestión autorizado. Realización de plantaciones en zonas en las que era preciso controlar el establecimiento de otras especies, o donde se han retirado escombros o realizado desbroces y excavaciones, con el objetivo de recuperar el espacio de movilidad fluvial del cauce. Las especies utilizadas son álamos Populus nigra y alba, fresnos Fraxinus angustifolia y sauces Salix fragilis, con las que se han creado bosquetes irregulares, a partir de material vegetal recolectado en la zona. Construcción de caminos y sendas peatonales siguiendo la vega del río hasta la confluencia con el río Moscas, con bancos, puestos de pesca y otras dotaciones de ocio compatibles con la condición de inundabilidad de la zona, con el fin de promover el uso público, el conocimiento y la valoración de este entorno renaturalizado.
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