Los consejos de Dalire contra la sequedad capilar
1. Presta atención a los productos capilares que estás usando: Hay algunos químicos muy nocivos para el pelo que se encargan de secarlo y estropearlo. Entre estos ingredientes hay sales, sulfatos, siliconas o parabenos. Lo primero que tenemos que hacer es no utilizar productos que nos estropeen el pelo. Cuando des este cambio, seguramente vayas a pasar un proceso detox en el que el pelo se va a seguir viendo apagado pero esta etapa es necesaria porque significa que el cabello se está librando de todos los químicos que hemos ido poniendo en él durante años.
2. Cámbiate a un champú hidratante: Pásate a los champús específicamente diseñados para hidratar más el pelo y no le dejemos todo el trabajo a los acondicionadores o mascarillas. No te dejarán el pelo sucio, ni graso ni apelmazado, pero sí van a ayudarte a hidratar más el pelo y también tu cuero cabelludo.
3. Utiliza siempre acondicionador después del lavado: El acondicionador debes usarlo en cada lavado para que el pelo se mantenga lo más hidratado posible. En este paso, lo más importante es elegir un acondicionador sin siliconas, para que sigamos librando a nuestro pelo de ingredientes nocivos.
4. Utiliza una mascarilla una vez a la semana: Aunque mantengamos el pelo hidratado con el acondicionador, una vez a la semana viene bien dar una dosis extra y hacer un tratamiento hidratante más intensivo. De nuevo, elige un producto que no contenga siliconas.
5. No sometas a tu pelo a altas temperaturas: Además de los secadores, planchas, rizadores, etc… que estropean mucho nuestro pelo y lo secan, hay otros factores como el agua caliente que apagan su brillo y lo secan. Por eso, siempre es mejor aclarar el pelo con agua tibia y hacer el último aclarado con agua fría. Además, el agua fría ayuda a mejorar el riego sanguíneo del cuero cabelludo, fomentando el crecimiento de nuevo pelo y fortaleciendo las fibras capilares.
6. No laves tu pelo todos los días: Si tienes el pelo muy graso, no lo laves todos los días. Lo que estás haciendo en realidad es quitarle al cuero cabelludo los aceites y grasas naturales que necesita, provocando una alteración que genera más exceso de sebo. Lo ideal es dejar entre 1 y 2 días entre lavados. De esta manera, nuestro cuero cabelludo permanecerá limpio pero no estaremos quitándole sus aceites esenciales.
David Künzle recomienda…
1/ Cambiar los productos con los cuáles lo solemos lavar, necesitando tal vez una loción especial para este problema y utilizando un champú y acondicionador que hidraten y nutran la melena, teniendo cuidado si el pelo es muy fino y pudiera apelmazarse: “Si el asunto es severo, lo mejor sería un tratamiento especial de hidratación que penetre profundamente en la cutícula, humedeciéndola y logrando reparar el daño en apenas 20 minutos”.
2/ Preparar antes de secar y tratarlo por la noche: “Con el secador se pueden hacer verdaderas maravillas y dejar el pelo bonito, pulido y suave, pero si además aplicas los productos adecuados para el brushing, conseguirás resultados espectaculares. Por ejemplo, si el cabello es fino, puedes aplicar una mousse de volumen y si está muy seco, un aceite reparador… Y siempre, en cualquier caso, un protector de calor. Todos estos productos evitarán que el secador le robe la hidratación al cabello ya que crea una película protectora. Por otra parte, la noche es el mejor momento del día para reparar los daños, así que antes de dormir conviene aplicarse un aceite hidratante de medios a puntas y dejarlo actuar toda la noche. Al levantarse, basta con lavarse el pelo y comprobar su efecto”.
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