Sin duda, una vida rica y llena de emociones, tanto positivas como negativas, provocan arrugas en nuestro rostro. También, el paso del tiempo, los movimientos musculares constantes o el adelgazamiento de la piel y perdida de elasticidad. Lo importante, es conocerlas y saber cómo tratarlas. Esperanza Sáenz, responsable de imagen de la firma sevillana NezeniCosmetics, nos habla de todas ellas.
Tipos de arrugas faciales
1/ Líneas de expresión: Las líneas de la sonrisa, también llamadas arrugas de la risa o líneas de marioneta, se extienden desde los lados de la nariz y se curvan alrededor de la boca. Si sonríes en el espejo, son las líneas que parecen un par de paréntesis cerrados y estirados. Son otro tipo de arrugas de expresión que se forman al sonreír o reír, por el uso constante del músculo orbicular que nos permite hablar. Con el tiempo, a medida que envejecemos, la piel que protege este músculo se estira, creando laxitud y aumentando la apariencia de estos pliegues: “Sin embargo, también entran dentro de las arrugas gravitacionales. Nuestras almohadillas de grasa facial de la mejilla caen hacia la papada ahuecando la parte inferior y contribuyendo a las líneas de marioneta, y a los hoyuelos laterales de las mejillas” – matiza Esperanza Sáenz, responsable de imagen de la firma sevillana Nezeni Cosmetics.
2/ Patas de gallo: Son un tipo de línea de expresión que aparecen cada vez que sonríes, te ríes o entrecierras los ojos. Se asemejan a las garras de un gallo, como si éste se hubiera posado en las delicadas comisuras de los ojos: “Las patas de gallo pueden ser líneas muy finas y delgadas o muy marcadas y profundas, pero se pueden identificar por su ubicación, ya que los bordes arrugados irradian desde las esquinas de los ojos”.
3/ Bajo los ojos: Pueden incluir las patas de gallo, pero las líneas de debajo de los ojos se extienden a toda la zona orbital, ya que la piel es muy fina y es una de las primeras en mostrar signos de envejecimiento. Hay más de diez músculos alrededor de nuestros ojos entrecerrando los párpados, sonriendo y expresando, por lo que no es de extrañar que contraer constantemente esos músculos puede crear pliegues.
4/ Del escote: Son una mezcla de arrugas de compresión y atróficas, ya que la piel del escote es tan fina que es muy vulnerable a los rayos UV, al clima seco y a otros agresores ambientales. Por lo tanto, es una zona en la que se suelen formar pliegues: “Las arrugas del sueño también tienden a aparecer en esta zona, sobre todo si duermes de lado o boca abajo. La piel del pecho es arrastrada junto con el tejido mamario como una prenda que se coloca durante largos períodos en una configuración mal doblada” – añade Esperanza Sáenz.
5/ De la frente: Es otro tipo de arruga de expresión que se manifiesta como marca horizontal al levantar las cejas o líneas verticales al fruncirlas. Una vez más, el problema no es el movimiento en sí, sino que cuando los componentes estructurales de la dermis empiezan a deteriorarse, esas líneas tienden a mantenerse.
6/ En el cuello: También conocidas como “tech neck”, parecen líneas horizontales profundas que se enrollan como una gargantilla o líneas más pequeñas, finas y ligeras que son más frecuentes en los laterales. ¿Cuál es la causa? se cree que una mezcla de arrugas de compresión, gravitacionales y atróficas o elásticas. Además, el cuello puede sufrir mucho daño solar, sobre todo en los laterales y en la parte inferior, lo que hace que sea muy propenso a los surcos: “Pero el movimiento también entra en juego, aparecen líneas horizontales debido a la flexión del cuello para mirar hacia abajo. De ahí nació la moderna expresión “tech neck“, la gente lo nota más ahora que pasamos más tiempo mirando hacia abajo a nuestras pantallas. Las líneas profundas horizontales que recorren la parte delantera del cuello se deben a la flexión” – aclaran desde Nezeni Cosmetics.
Cómo tratar los diferentes tipos de arrugas faciales
1/ Usa protector solar todos los días, ya que hasta el 80% de los signos del envejecimiento cutáneo se producen debido a los daños causados por los rayos del sol.
2/ Protégete con antioxidantes como la vitamina C, la niacinamida o la coenzima Q10 para neutralizar los daños de los radicales libres en las células, que provocan los signos de envejecimiento cutáneo y la pérdida de flexibilidad.
3/ Utiliza cosméticos antiarrugas para suavizar el aspecto de las arrugas atróficas, incluidos los activos que estimulan la renovación del colágeno a nivel molecular, como los retinoides, el ácido láctico o el glicólico.
4/ Ayuda a promover la producción de colágeno con suplementos de colágeno hidrolizado. Si se toman de manera regular, pueden atenuar las líneas y surcos, proporcionando a la piel uno de sus ingredientes básicos para mantenerse firme y tensa.
5/ Opta por tratamientos medico-estéticos de rejuvenecimiento cutáneo, como la microdermoabrasión profesional, que mejora la textura de la piel pinchándola con pequeñas agujas y activa la reparación del colágeno.
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