En España, cada año se celebra una media de más de 7.000 carreras y maratonespopulares de las que sólo 213 están regladas por la Real Federación Española de Atletismo. Casi el 50% de los corredores aficionados que participan en ellas no se ha hecho un chequeo médico previo, el 61% nunca ha realizado una prueba de esfuerzo y el 69% nunca se ha hecho un electrocardiograma, según datos del Consejo Superior de Deportes, de los que se hace eco la empresa B+Safe, especializada en tecnologías de la salud y seguridad para las empresas, que da respuesta al problema de la muerte súbita con su patente DOC® (Desfibrilador Operacional Conectado) ofreciendo cardioprotección con las máximas garantías.
El carácter solidario de muchas de las carreras populares invita a la máxima afluencia de participantes de todas las edades y condiciones físicas en estos eventos en los que participan aproximadamente 1.350.000 personas, entre deportistas y aficionados de los que, según datos de la Real Federación Española de Atletismo sólo unos 20.000 están federados y, por tanto, se realizan revisiones médicas de manera periódica acordes con la práctica deportiva. Los demás, dependen de laprecaución de cada uno ya que, a diferencia de lo que ocurre en otros países de nuestro entorno, ninguno de estos eventos organizados en España exige acreditar un reconocimiento médico previo antes de participar.
Por eso, también es importante saber parar de correr a tiempo ante síntomas como malestar general, mareo, palpitaciones o inestabilidad, entre otros.
Ante este incremento masivo de carreras, que ha ido acompañado de un aumento de episodios cardíacos de gravedad que han costado la vida a varios corredores, los cardiólogos no dejan de insistir en la importancia del reconocimiento médico deportivo previo a la práctica para disminuir la incidencia de la muerte súbita de origen cadiovascular asociada a este ejercicio.
Ante el dato de que sólo 213 de las carreras que se van a celebrar en España, estén regladas por la Federación y contarán con un Delegado de la Federación para revisar el cumplimiento de los requisitos exigidos, B+Safe estima que el 62% de estas pruebas no están cardioprotegidas.
Además, según una encuesta realizada por esta empresa entre 1.000 participantes en carreras populares en 10 Comunidades Autónomas (dos pruebas y 50 corredores en cada una de ellas) el 40% de los entrevistados contestó no haber realizado nunca un reconocimiento previo a la práctica deportiva. Sin embargo, un 18% manifestó haber presentado síntomas como dolor torácico, palpitaciones o mareos, mientras corría. Por otra parte, apenas el 30% de participantes en estos eventos sabe que es y cómo se uso un Desfibrilador Seminautomático (DESA) para actuar con garantía de éxito en caso de que se produjera una parada cardíaca repentima durante la celebración de la prueba.
Una realidad ante la que, “es necesario insistir en la conveniencia de realizar un reconocimiento cardiológico previo como medida preventiva, la realización del masaje cardiopulmonar a la persona en parada cardíaca junto a la desfibrilación temprana con la ayuda de un DESA cuando se está fuera del ámbito hospitalario, como es el caso de los lugares donde se realizan pruebas como triatlón, running, carrera continua, mini maratones y carreras s tanto de deportistas profesionales como de aficionados” explica Nuño Azcona, Director General de B+Safe.
“Los responsables de las federaciones y clubes deportivos españoles muestran un interés creciente por incorporar la cardioprotección a sus instalaciones y los espacios preparados para actuar con éxito y salvar una vida en caso de paro cardíaco repentino, aumentan cada día, pero, no ocurre lo mismo en el caso de las carreras populares cada día más frecuentes” asegura el Director General de B+Safe.
“Al organizar estas competiciones, se incorporan numerosas dispositivos de seguridad y la cardioprotección debe ser un requerimiento prioritario. No se puede escatimar este soporte sanitarios sanitario puesto que disponibilidad de un DESA durante estas pruebas permite actuar con solvencia y revertir una parada cardíaca hasta que lleguen los servicios de emergencia”, añade Azcona.
En este sentido, ante el auge descontrolado de eventos deportivos y los accidentes de distintas consecuencias que se producen en ellos fuentes de la Federación recuerdan, que “para competir es preciso realizar una serie de medidas preventivas y un entrenamiento previo controlado por un profesional”.
Por otra parte, según datos de la Revista Española de Cardiología, de los que también se hace eco B+Safe, las personas que practican una actividad deportiva intensa presentan una incidencia mayor de muerte súbita que las no deportistas: 1,6 por 100.000 frente al 0,75 % del resto de la población. Además, el 90% de las muertes súbitas se dan en deportistas amateurs.
Es importante destacar que mientras en España, tras una parada cardíaca repentina, el índice de supervivencia se sitúa en un 4%, en EEUU alcanza el 50 por 100 gracias a la implantación masiva de DESA en espacios públicos.
Estos equipos son capaces de revertir una situación de parada cardiorrespiratoria, también llamada muerte súbita, ya que si esta se produce disponemos de un plazo máximo de 5 minutos para asistir a la víctima con garantías de éxito. Además, por cada minuto que se pierde, desciende un 10 % la probabilidad de supervivencia y aumenta el riesgo de padecer secuelas.
Solución DOC®
Los avances tecnológicos han permitido crear DESA fáciles de utilizar por personal no sanitario y con las máximas garantías de calidad y seguridad.
B+Safe ha patentado la solución DOC® (Desfibrilador Operacional Conectado) única del mercado que ofrece todas las soluciones integradas en el equipo, que puede estar conectado y permanecer operativo las 24 horas del día. El sistema, que utiliza incluye las 24 horas del día, los servicios de telecontrol del equipo, geolocalización, tele-asistencia, asistencia verbal directa que Mondial Assistance presta al usuario, alerta automática de socorro, centro de atención telefónica 24h y mantenimiento in situ.
Se trata de una solución especialmente adecuada para cardioproteger este tipo de eventos deportivos, sobre todo aquellos que cuentan con una afluencia masiva de participantes puesto que es un equipo portátil que se puede trasladar en bicicleta o adaptar a todo tipo de motos, eléctricas o de gasolina.
Espacios conectados cardioprotegidos
La cardioprotección es una tendencia emergente orientada a la protección del corazón en caso de episodios cardíacos. El gran número de muertes por paro cardíaco en la población, ha animado a gobiernos, empresas, entidades y asociaciones a concienciar a la población y tomar medidas que permitan revertir la situación gracias a la creación de zonas o espacios cardioprotegidos. Estas zonas cuentan con, al menos, un desfibrilador, con mantenimiento garantizado y con personas adecuadamente formadas para poder garantizar una rápida actuación en caso de paro cardíaco repentino (para conseguir que vuelva a latir el corazón de la persona afectada), hasta la llegada de los servicios médicos de emergencia.
Para que las posibilidades de supervivencia ante un paro cardíaco repentino sean óptimas, se debe realizar de forma inmediata una resucitación cardiopulmonar (RCP) que permita mantener el flujo necesario de sangre oxigenada al cerebro hasta que se restablezca el ritmo cardíaco normal mediante la descarga eléctrica suministrada por un desfibrilador. El tiempo máximo para aplicar la desfibrilación a una persona que ha sufrido un paro cardiaco repentino es de un máximo de 5 minutos.
Hay identificados cuatro pasos críticos para tratar el paro cardíaco repentino, denominados Cadena de Supervivencia:
1. Reconocimiento y llamada al servicio de emergencia.
2. Una rápida resucitación cardiopulmonar (RCP).
3. Desfibrilación temprana.
4. SVA y cuidados post-resucitación
En Europa, el paro cardiaco es una de las primeras causas de mortalidad y en España se dan más 40.000 por año. En nuestro país, tras una enfermedad cardiaca, el índice de salvación se sitúa en un 4% mientras en EEUU se sitúa ya en un 50% gracias a la implantación masiva de Desfibriladores. El plazo de intervención para salvar a una víctima es de no más de 4-5 minutos. Además, por cada minuto que se pierde, hay un 10% menos de probabilidad de supervivencia.
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