En pocos días comienza la vuelta al cole, una fecha señalada para los profesionales que atienden a la población infantil, entre los que destacan los pediatras de AP. Entre el 6 y el 15 de septiembre, en función de la CC AA y del nivel educativo, más de seis millones de niños, niñas y adolescentes volverán a las aulas de Educación Infantil, Primaria y Secundaria Obligatoria. Alrededor de uno de cada cuatro presenta alguna enfermedad o trastorno crónico, entre las que destacan los del metabolismo, como la obesidad y sus trastornos asociados, la diabetes, las alergias y el asma, la epilepsia y los trastornos del neurodesarrollo y el aprendizaje, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Junto a ellas destacan también los trastornos del espectro autista (TEA) y problemas derivados de la prematuridad en el nacimiento, en auge por el aumento de partos pretérmino en los últimos años.
Ante esta realidad, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), recuerda que el pediatra de AP es el profesional de la salud de referencia para la mayoría de las familias y, por tanto, debe ser el nexo con los docentes y padres para favorecer el correcto desarrollo de los alumnos con alguna dolencia crónica, en particular, con patología crónica compleja.
“Los niños y niñas pasan una parte muy importante de su vida en el medio escolar y, aunque la mayoría goza de buena salud, es cada vez más frecuente que presenten problemas y patologías crónicas”, explica el Dr. Pedro Gorrotxategi, vicepresidente segundo de AEPap. Este aumento se debe a múltiples factores, como las mejoras en el diagnóstico desde Atención Primaria hasta a los hábitos de vida que fomentan enfermedades como la obesidad infantil. “En esta situación, los pediatras de AP debemos ser un actor más en la comunidad escolar, pues estamos en condiciones de difundir habilidades y conocimientos entre docentes y familias para abordar las distintas situaciones que se pueden presentar en las escuelas y actuar en caso necesario”, indica el Dr. Gorrotxategi.
Desde la Pediatría de AP, en casos de patología crónica, en especial casos de patología crónica compleja, “se elabora un plan de cuidados para los niños con estas enfermedades para que sea una referencia para padres y profesores en su cuidado”, explica el Dr. Gorrotxategi.
Asimismo, “es importante realizar un seguimiento y seguir consejos de prevención de complicaciones, para garantizar el derecho a la educación de estos menores. En definitiva, junto con los profesores y familias, podemos trabajar para asegurar que una enfermedad crónica no interfiere en la actividad académica de ningún niño o niña”, concluye.
Para la Dra. Teresa Cenarro, vicepresidenta primera de AEPap, lo anterior se resume en que “el ámbito escolar debe ser un lugar seguro y feliz para los niños con patologías crónicas”. Destaca el importante papel del colegio, “junto con el pediatra de AP”, como lugar de enseñanza de hábitos saludables, pues es donde los niños y niñas pasan entre cinco y ocho horas al día. Guía para centros docentes
Para contribuir a este objetivo, además AEPap publicó 2015 una Guía de Ayuda para Centros Docentes, que ha ido actualizando y pone a disposición de los colegios e institutos. Bajo el subtítulo “Manejo práctico de los problemas de salud pediátricos más frecuentes. Consejos para el profesorado y los cuidadores escolares”, es una herramienta de información rigurosa que trata de facilitar y mejorar la actuación en situaciones de urgencia o el manejo de problemas de salud crónicos en el día a día, de los profesionales no sanitarios que trabajan con niños y adolescentes.
La escuela, además, subraya la Dra. Cenarro, “debe ser un lugar de integración donde los niños y niñas con un problema de salud encuentran un lugar donde desarrollarse con felicidad y, a la vez, los niños y niñas sin estos problemas crecen en la diversidad, y proporcionan seguridad y amistad al alumnado con alguna enfermedad o discapacidad”. Un objetivo para el que los pediatras de AEPap están dispuestos a colaborar.
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