Francia cuenta con lugares que no son tan nombrados como lo son las ciudades más turísticas, pero que de igual manera, hay ciudades como Vesoul, que tiene un patrimonio cultural enriquecedor.
Mi primera etapa por la Francia escondida me lleva al departamento de la Haute-Saône para descubrir su capital y los principales atractivos turísticos que todavía están desconocidos al turismo masivo.
La ciudad de Vesoul se encuentra en el este de Francia, siendo la capital del Departamento del Haute-Saône en la región de Borgoña-Franco Condado y cuenta con una población alrededor de los 16’000 habitantes.
Esta pequeña ciudad nace alrededor de una colina de 378 m, que se llama la “Motte” y la cual controla desde su extremo el entorno de esta ciudad, convirtiéndose en un punto de referencia y reconocimiento. A finales del siglo X se construyó un castillo, donde allí en sus cercanías se comenzó a crear la ciudad, sin embargo, su desarrollo empezó ya durante la época romana. Actualmente Vesoul es conocida a nivel industrial por ser un lugar donde se realizan piezas sueltas del constructor de automóviles PSA Peugeot Citroën, que ofrece trabajo a casi 1’300 personas.
Esta ciudad francesa se destaca por el centro histórico, el cual tiene una arquitectura medieval, que está construida con piedras beis y azul grisácea, la cuales vienen de una explotación minera vecina. Paseando por su calle principal, la “rue Paul Morel” se encuentra el hermoso edificio del ayuntamiento y también numerosas tiendas, cafeterías, panaderías y atelier de artesanías locales: una mención especial a la cafetería “Chez Georgette”, donde es posible tomar un café mientras se degusta una tarta hecha en casa en su jardín exterior.
Casi llegando la colina de la Motte, se pueden observar fachadas elegantes de antiguos hoteles, bodegas de vinos y patios traseros que permiten encontrar tranquilidad y respirar arte: aquí se encuentra la famosa Iglesia de San Jorge.
Entre la Iglesia de San Jorge y la colina de la Motte, es posible encontrar también el museo Georges- Garret que exhibe pinturas en óleo y esculturas de diferentes pintores franceses, principalmente de Jean- Léon Gérôme, como a su vez, representa colecciones arqueológicas que datan de la prehistoria.
Esta ciudad, a pesar de no ser tan conocida, puede ofrecer a nivel turístico una gran variedad de actividades, tanto a nivel histórico con sus diferentes museos o a nivel cultural con las actividades que se organizan cada año como el Salón del libro en el mes de octubre o el festival internacional del cinema asiático en febrero. Los sitios principales de interés de esta ciudad enmarcan distintas actividades recreativas, de ocio, no solo para la gente local, sino también sería de gran interés para los turistas, quienes en un fin de semana podrían pasar un rato agradable en esta zona francesa. Algunos de los siguientes puntos de interés son los más representativos de esta ciudad:
La base de ocio de “Vaivre”: este centro de entretenimiento está justo a orillas del lago Vaivre, cuenta con una extensión de 86 hectáreas. Las personas que lo frecuentan pueden hacer actividades como la práctica de windsurf, bádminton o jugar a voleibol, como poder disfrutar de una buena caminata alrededor del lago.
Museo Georges Garret: La ciudad de Vesoul cuenta con el Museo de Bellas Artes y Arqueología, este museo fue instaurado a finales del siglo XIX. Se transfirió al convento de las Ursulinas, nombrado como un monumento histórico. Los visitantes podrán observar 14 salas en dos niveles, con diversas obras, principalmente de Jean- Léon Gérôm. A su vez en la parte arqueológica, se encuentran objetos de antigüedad y de la Edad Media.
Iglesia Saint-Georges: esta iglesia fue construida en el siglo XI y la arquitectura religiosa muestra lo interesante del siglo XVIII. El interior de la iglesia es valiosa por su decoración, el ábside es decorado con piedra y madera lo cual le da un toque de originalidad.
La Motte: esta colina, fue creada a finales del siglo X, allí se creó un castillo sobre una pequeña plataforma. Al igual que, una capilla, Notre Dame de las Motte, fue fundada en 1857 en agradecimiento a la Virgen por salvar la ciudad por la epidemia del Cólera en 1854. Esta Colina tiene una vista preciosa donde se puede ver la llanura de Vesoul, el Jura y los Vosgos.
Los pasillos y el jardín inglés: este lugar se encuentra en el centro de la ciudad, es un jardín abierto a todo el público, y hoy en día ofrece a los visitantes caminos magníficos con flores y espacios verdes para pasar una tarde agradable.
Vesoul, se convierte en una ciudad perfecta para quienes quieren perderse en lugares distintos a los que ya conoce todo el mundo, la magia está en sitios perdidos los cuales, de igual manera, ofrecen actividades que atesoran cultura, arte e historia.
En la próxima etapa del viaje, visitaremos Épinal, capital del departamento de Vosges.
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