La selección española certificó su presencia en los octavos de final de la Eurocopa de Francia tras derrotar a Turquía (3-0) en la segunda jornada de la fase de grupos, un sobresaliente partido marcado por el fútbol de quilates de la actual campeona del 'Viejo Continente', liderada por un doblete de Álvaro Morata y la magia de Andrés Iniesta.
España gobernó el partido con puño de hierro, con la autoridad del vigente campeón, pero con la dulzura de un violinista que mima cada nota. Los de Vicente del Bosque encandilaron a media Europa con un espectáculo de perlas, evidenciando que ninguna selección, salvo la 'Roja' ha sabido golear a sus rivales.
Es la primera que firma más de dos goles en esta Eurocopa, pero más allá de las cifras y la estadística -siempre traicionera-, España desprendió aires de gran campeón, mimbres de que todo puede ser posible si Andrés Iniesta no se cansa. El manchego, un ídolo de andar por casa, fue el maestro de un arpegio delicioso, una sinfonía que no era nueva para los españoles.
La movilidad de Morata ayudó a que España fuese creciendo con el paso de los minutos. La verticalidad del delantero de la Juve y la magia del triunvirato del centro del campo -Busquets, Iniesta y Silva- que otorgó un nivel superlativo al combinado nacional. España fue lo que quiso, cuando quiso, y jugó a sus anchas.
Mucho más cuando llegó el primer tanto del partido en una acción de Nolito, otro de los incansables e indispensables en esta Euro, que midió un centro a la cabeza de Morata. El canterano blanco prolongó el envío y marcó el 1-0, la mejor forma de inclinar la balanza después de tanto dominio. La posesión, los lanzamientos y las sensaciones eran de España.
El gol no llegó por casualidad. La vigente campeona de Europa salió con el rodillo, el mismo que ponen en funcionamiento los laterales de la selección: tanto Juanfran como Jordi Alba volvieron a estar a un notable nivel siendo, además, una de las alternativas en ataque que siempre sorprende al rival. Nadie ataca tanto ni tan bien como lo hace España.
Para colmo de los otomanos, que apenas comparecieron sobre el verde de Niza, España encontró el camino del gol pocos minutos después. La poblada defensa turca no fue impedimento para los pupilos de Del Bosque, que convivieron a la perfección en lo que fue un día más en la oficina. El encargado de hacer el segundo fue Nolito.
El jugador del Celta hizo bueno un pase de Cesc que tropezó con un defensa de los turcos. El gaditano no desaprovechó la oportunidad y encarriló una victoria que no tenía vuelta atrás. No había vida en el rival, ni Yilmaz ni un desaparecido Arda Turan -pitado por su público- hicieron cosquillas a la meta defendida por De Gea.
MORATA REDONDEA LA NOCHE.
Como remate a la actuación de España, y a la suya propia, Morata sentenció con el 3-0 definitivo en una jugada coral que comenzó en botas de Iniesta. El de Fuentealbilla la cedió a Jordi Alba --en fuera de juego-- y éste le regaló el gol al ariete juventino, que terminó de clavar la estaca a Turquía.
Los de Fatih Terim, tras dos derrotas, necesitarán ganar el próximo martes y esperar un milagro para seguir con vida en la cita, mientras que España tan solo necesita un empate ante Croacia para amarrar el primer puesto y facilitar el camino a la final. De momento, España ha recordado a aquella España que maravilló hace ahora ya ocho años.
FICHA TÉCNICA.
--RESULTADO: ESPAÑA, 3 - TURQUÍA, 0. (2-0, al descanso).
--ALINEACIONES.
ESPAÑA: De Gea; Juanfran, Piqué, Ramos, Alba (Azpilicueta, min.81); Busquets, Cesc (Koke, min.71), Iniesta; Silva (Bruno Soriano, min.64), Nolito y Morata.
TURQUÍA: Babacan; Erkin, Topal, Balta, Gönul, Selçuk Inan (Malli, min.70), Özyakup (Sahan, min.61), Tufan, Çalhanoglu (Sahin, min.46), Arda Turan y Yilmaz.
--GOLES:
1 - 0, min.34, Morata.
2 - 0, min.37, Nolito.
3 - 0, min.48, Morata.
--ÁRBITRO: Milorad Mazic (SRB). Amonestó con tarjeta amarilla a Sergio Ramos (min.1) y a Yilmaz (min.9) y Tufan (min.41) en Turquía.
--ESTADIO: Stade de Nice, Niza.
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